Aceptar que tal vez lo aceptas

Me es más fácil aceptar el tiempo perdido que empezar algo nuevo. ¿Por qué? Bueno, podría afirmar que no sólo me pasa a mí, que somos varios los desorganizados, a quienes la ansiedad ataca cuando debe planificar.

Porque ese es el centro de todo: el tener que planificar.

¿Cómo planificar el tener que planificar? Cansada de tener a la frustración e impotencia de amienemigas, he decidido cortar nuestra relación tóxica y acercarme hacia la motivación y emprendimiento, con la ayuda de la voluntad que va madurando con los años.

Primero traté de ponerme en la cabeza que aceptar el tiempo perdido es cómodo y sencillo, no cuestiona ni mis capacidades ni mi personalidad, no me da desafíos, no aprendo. Y eso no debe ser así, si quiero crecer para mejor debo poner en práctica lo que quiero para mi misma.

Segundo, empecé a realizar aquello que no quería, con malhumor, cansancio y pesimismo. Me levanto temprano, hago media hora de caminata diaria, descarte las gaseosas y achique mi ración de comida en la dieta.

Como a veces se me va la meta de la cabeza lo incorporé a mis obligaciones conmigo misma, me obligue a ser mi "hostigadora personal". Nadie como uno para saber atacarse donde más duele para realizar la rutina.

Tercero: PACIENCIA, entendí que este proceso en mi vida no era una sencilla receta a seguir, que no tiene un final, no es una carrera. Determine como quiero mi vida, no es dejar todo cuando consiga un cambio, sino que los cambios que vayan sucediedo me satisfagan.

Si, me incomodó ver lo perezosa que era; la voluntad que me movía negativamente; los altibajos me debastan desde que decidí hacerlo.

No hay día en que crea que volver al inicio sería menos doloroso, más tranquilo. Aun así si pudiera darles un consejo sería que probarán la autosuperación por una vez. Comiencen con pequeñas cosas, analicen en que sector se abandonan a la comodidad y modifiquenlo. Es sencilla la aceptación del tiempo perdido, pero una travesía asombrosa conocerse y superarse.