El Chaqui??n: entre tres mundos

El Chaqui??n: entre tres mundos

Tres mundos se unen durante el recorrido del Chaquiñán,  este camino fue antiguamente la ruta del tren hacia el Quinche y hoy se ha convertido en el destino para miles de personas que buscan disfrutar de la belleza escénica que la ruta ofrece en bici o a pie.

El Chaquiñán cruza tres parroquias de Quito, Cumbayá, Tumbaco y Puembo. Cada localidad está separada por al menos 5 km pero comparten un mismo valle y una vista espectacular de las montañas que las rodean. Sin embargo, mientras Cumbayá se ha convertido en un destino gastronómico y generadora de tendencias, Tumbaco y Puembo conservan su encanto más cercano a las tradiciones de su gente.

Desde quito se puede tomar un bus que tenga como destino Cumbayá en la estación de buses interparroquiales "Río Coca".  El portal de Cumbayá es el punto de inicio, si se decide caminar, realizar el recorrido caminando tiene una duración de tres a cuatro horas hasta el Portal de la Lomita. Son 20,5 km de caminata que generalmente estarán acompañados de un sol radiante, árboles de guabas, chirimoyas y aguacates. Lo mejor es contar con hidratación, un pequeño refrigerio, gorra, gafas y protector solar.

Si no se cuenta con bici no es un problema, cerca al portal de Cumbayá se encuentra un taller de bicis que las alquila por $5 y $10 dólares. El precio depende del tipo de bici que se desee, además del pago se deberá facilitar un documento de identidad. La ruta está bien marcada y señalizada, ya en el portal "La Esperanza" empieza una bajada por la quebrada del río Chiche.  En este tramo se debe tener  precaución ya que es una vía de doble sentido, además de  que presenta tramos con un poco de arena que podría hacer patinar las llantas.

En el fondo de la quebrada se encuentra el puente que cruza el río y un poco más allá existen lugares adecuados para descansar y comer un refrigerio. Este es un buen punto para recargar energía pues a este tramo le sigue una ascensión  de al menos 1 km. El  viajero podrá  atravesar túneles construidos en 1920, grandes e intimidantes, que dan la idea de estar ahí sólo para recordarnos el ingenio y esfuerzo del pasado. En Los túneles existen tramos oscuros por lo que lo  mejor es mirar siempre al frente y concentrarse en la luz al final del túnel.

 Los túneles fueron construidos  con ventanas, a través de ellas se puede apreciar la maravillosa vista. Al cruzar el tercer túnel ya se estará más allá del kilómetro 16 de la vía y la zona semiárida de la quebrada será paulatinamente reemplazada por terrenos y casas hasta que el portón de "Los Arrayanes" aparezca; unos 2 km después ya se habrán completado esta ruta.

El Chaquiñán no solo ofrece cambios en el paisaje, y en el clima a través de su ruta, sino que incluso se pueden apreciar los cambios en las edificaciones y la forma en las que las personas vive su día a día en la zona.  Es una ruta de gran belleza natural que vale la pena recorrerla.

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