Calaveritas de una exposición

Calaveritas de una exposición

¿Terror de halloween? Este fin de semana fue bastante bizarre para las salas de concierto y los intérpretes lo experimentaron en carne propia. ¿No me crees? Echa un vistazo:

Iván López Reynoso dirigía virtuosísimamente -como es costumbre- los Cuadros de una Exposición de Musorgsky en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes cuando un individuo en notorio estado inconveniente intentó subir al escenario. ¿Qué hizo la seguridad del lugar? ¡Esperar a que la Gerente de la Orquesta Sinfónica Nacional lo sacara! Según el relato de López Reynoso a El Universal el tipo llevaba en manos una botella de dos litros en una mano y una bolsa con fruta en la otra, y la verdad es que a mí me gustaría conocer su técnica porque al resto de los mortales no nos dejan pasar ni unos cacahuates al recinto de mármol.

El joven Director se dijo preocupado por la seguridad de los asistentes y los artistas ¿y cómo no?, si con esto parece que cualquier desequilibrado podría acceder al máximo espacio cultural del país y acuchillarte mientras inspirado cantas L'ora è fuggita e muoio disperato! E muoio disperato... (¡La hora ha llegado y muero desesperado!)mientras la seguridad del lugar espera a que tu último aliento -literalmente- sea E non ho amato mai tanto la vita! (¡Nunca había amado tanto la vida!)* para dejar pasar al público que llegó tarde.

La Metropolitan pera House de Nueva York tampoco la tuvo fácil el sábado 29. Cancelaron la segunda parte de Guillermo Tell y la función de la noche ya que el amor por la ópera llevó a un sujeto a verter las cenizas de su antiguo profesor en el foso de la orquesta durante el intermedio, para que ni la muerte lo separara de la música en el espacio que el inigualable Lázaro Azar califica como "sacrosanto templo de la ópera bien hecha". La policía llegó a investigar porque alguien denunció que se estaba depositando un "polvo" extraño y, ante los sucesos que han azotado a la ciudad, se evacuó la sala para evitar accidentes y tales labores derivaron en la suspensión de la programación de ese día en el recinto. Pusieron a disposición una línea para que los afectados pudieran solicitar ya sea su reembolso o boletos para otra presentación de la temporada.

Uno más fue la presentación del tenor Javier Camarena en Valle de Bravo acompañado por la batuta del Maestro Ángel Rodríguez. Mientras la orquesta tocaba, una de las piernas (o cortinas) del escenario comenzó a desprenderse y pareciera que los organizadores no se dieron cuenta, pues tuvo que ser el mismo Rodríguez quien parara para levantarla al tiempo que esta caía sobre las percusiones. Si a esto le sumamos que la logística estuvo inundada de errores, lo único decente que queda es la siempre maravillosa mancuerna Camarena-Rodríguez que nos deleitaron con una mágica interpretación del repertorio entrañable de Francisco Gabilondo Soler (o Cri-Cri, pa' los millenials, chavorrucos y anexas que aún crecimos en tiempos que precisaban más de 3 compases para hacer música).

No cabe duda que en nuestras ofrendas podemos poner un tamalito extra para el espíritu de la buena logística en salas de concierto y eventos culturales. 

¡Por cierto! No se vayan a perder el Réquiem de Mozart que presentan este fin de semana la OFUNAM en la Sala Nezahualcóyotl con Anabel De la Mora, Alan Pingarrón, Armando Gama, Carla López-Speziale y el Coro Elementum bajo la batuta de Massimo Quarta, y por su parte el Taller Coreográfico de la UNAM en la Sala Miguel Covarrubias el domingo a mediodía, todo en el Centro Cultural Universitario.

 

*Fragmentos de E lucevan le stelle, aria de Caravadossi en Tosca que podrás escuchar el 12 y 13 de noviembre en la Nezahualcóyotl, con Enrique Patrón de Rueda al frente de la OFUNAM.

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