EEUU sostiene hipótesis de ataques en Cuba, quizá con virus

EEUU sostiene hipótesis de ataques en Cuba, quizá con virus
El senador republicano por Florida Marco Rubio (al centro) escucha a su colega Ron Johnson, republicano por Wisconsin (izquierda), mientras el senador Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey (derecha), habla durante una sesión de la subcomisión del Senado para Asuntos Exteriores en el Hemisferio Occidental que examina ataques misteriosos contra diplomáticos estadounidenses en La Habana, el martes 9 de enero de 2018 en el Capitolio en Washington. (AP Foto/J. Scott Applewhite)

WASHINGTON (AP) Estados Unidos reiteró el martes que su personal en Cuba fue agredido deliberadamente y planteó la posibilidad de que se hiciera con un virus, mientras que legisladores e incluso el FBI han rechazado las conjeturas iniciales de que se trató de ataques sónicos.

La falta de respuestas más de un año después del inicio de los incidentes ha alentado a quienes defienden a Cuba a afirmar que Estados Unidos no puede tener la certeza de que alguno de sus empleados fue afectado intencionalmente, en especial cuando no se han presentado pruebas públicamente. Sin embargo, altos funcionarios del Departamento de Estado dijeron en su comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que aun si no se trató de ataques sónicos, tienen la certeza de que fueron ataques de otro tipo.

Un aspecto que ha reavivado el escepticismo sobre los presuntos ataques es un nuevo documento del FBI, del que The Associated Press informó el lunes, en el cual se afirma que el gobierno no ha encontrado evidencia de la utilización de ondas sónicas para dañar la salud de los estadounidenses en La Habana. Los funcionarios dijeron al Congreso que hay muchas teorías que no están descartadas, entre ellas la posible utilización intencional de un virus para infectar a los empleados.

Todd Brown, subdirector del servicio de Seguridad Diplomática en el Departamento de Estado, no mostró pruebas para atribuir los ataques a un virus. Otros funcionarios enterados de la investigación habían dicho antes a la AP que un virus u otro patógeno no encabezaban su lista de posibles causas.

No hemos avanzado mucho en averiguar por qué pasó, declaró el subsecretario de Estado, Steve Goldstein, al término de la audiencia. Sin embargo, insistió en que el gobierno del presidente Raúl Castro sabe qué sucedió y se niega a decirlo a Estados Unidos.

Cuba ha rechazado reiterada y enérgicamente que haya participado en los ataques o que haya tenido conocimiento de ellos.

Josefina Vidal, directora general de la Cancillería cubana para asuntos estadounidenses, dijo que la audiencia del martes era un intento irresponsable de impulsar una agente anticubana, y alegó que meses de investigaciones exhaustivas han demostrado que no ha habido ataque alguno.

La gran víctima de la audiencia del día de hoy ha sido la verdad, manifestó.

Pero Brown señaló que incluso si los sonidos extraños escuchados por la mayoría de los 24 pacientes estadounidenses cuyos casos fueron confirmados medicamente no causaron los problemas de salud, no fueron necesariamente ajenos.

El elemento acústico quizá fue utilizado para ocultar lo sucedido, dijo Brown a los senadores. El mes pasado, la AP informó de las sospechas de los investigadores de que el sonido pudo ser emitido por algún tipo de aparato que perjudicó la salud de los estadounidenses en otra forma.

Por su parte, el doctor Charles Rosenfarb, director de la oficina médica del Departamento de Estado, rechazó las conjeturas de que los problemas de salud fueron psicosomáticos. Dijo que los exámenes médicos arrojaron hallazgos precisos que no pueden falsificarse con facilidad.

Los hallazgos dejan entrever que no se trata de un episodio de histeria colectiva, afirmó Rosenfarb.

La AP informó previamente que anormalidades en el cerebro fueron detectadas en los estadounidenses que enfermaron, específicamente cambios en los tractos de la materia blanca que forman el sistema de comunicación interna del cerebro.

Se desconoce cuántos pacientes presentaron las anormalidades. Sin embargo, Rosenfarb dijo que de los 80 empleados de la embajada y sus cónyuges que fueron examinados entre febrero y abril de 2016, 16 tenían síntomas y hallazgos clínicos médicamente verificables correspondientes a una leve lesión traumática en el cerebro. El verdadero total quizá sea más alto, porque otros estadounidenses fueron sometidos a exámenes después de que ocurrieran supuestamente nuevos ataques.

Rosenfarb dijo que algunos síntomas comenzaron a los pocos minutos y hasta horas después del evento, como dolor agudo y focalizado en el oído, fatiga extrema y visión borrosa. Dijo que en muchos pacientes, los síntomas desaparecieron días o semanas después, pero luego desarrollaron otros males persistentes, como problemas de memoria y concentración. La pérdida auditiva en un solo lado, así como problemas de sueño y equilibrio también fueron persistentes.

De los 24 pacientes, 10 regresaron a laborar al menos tiempo parcial, dijo Rosenfarb. Los demás continúan en tratamiento.

De momento no estamos en capacidad de asegurar si las lesiones pueden acarrear secuelas adversas de largo plazo para la salud o capacidades funcionales de los individuos, agregó.

¿Cómo sabe Estados Unidos que los problemas de salud resultaron de ataques deliberados? Las autoridades dijeron que los investigadores, que trabajan con expertos académicos de alto rango, han considerado hasta conjeturas benignas, como toxinas ambientales. Dijeron que cada una tenía un aspecto que no podía ser explicado y al final fueron descartadas. En julio de 2017, los investigadores determinaron que los problemas de salud se debían a una causa no natural.

¿Pero qué podría ser? Los funcionarios dijeron a los senadores que el gobierno estadounidense no conoce ningún arma, sonido u otra cosa que pueda causar los efectos advertidos en los estadounidenses en Cuba.

Debido a las muchas preguntas sin respuesta, el misterio en Cuba se ha convertido en un nuevo frente en la añeja disputa política entre quienes apoyan y quienes se oponen a vínculos más estrechos entre Estados Unidos y Cuba, dos países distanciados medio siglo hasta que las relaciones fueron restauradas en 2015 durante la presidencia de Barack Obama.

El senador republicano Jeff Flake, que apoya el reacercamiento con Cuba, afirma que no hay evidencia de un ataque contra nadie y que Estados Unidos debería revertir su decisión de retirar a la mayoría de su personal diplomático de La Habana. Esa propuesta suscitó una airada respuesta del senador republicano Marco Rubio, un abierto detractor del gobierno de los Castro.

Imagine que usted es una de esas personas que trabajan allá para nosotros y que ha sufrido esos perjuicios de salud, dijo Rubio. Eso no solo es desmoralizante, es increíblemente injusto para ellos a mi parecer.

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La periodista de The Associated Press Andrea Rodríguez contribuyó a este reporte desde La Habana.

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Josh Lederman está en: http://twitter.com/joshledermanAP

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Cobertura previa de The Associated Press sobre este tema: https://apnews.com/tag/NoticiasCuba

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