Oposición venezolana regresa al diálogo con el gobierno

Oposición venezolana regresa al diálogo con el gobierno
ARCHIVO - En esta foto de archivo del 1 de agosto de 2017, el presidente de la Asamblea Nacional venezolanaa, Julio Borges, derecha, habla con la embajadora mexicana Sylvia Sevilla, izquierda, el embajador británico Nicolas Harrocks y el embajador español Jesús Silva en Caracas. La Unión Europea condenó el viernes 26 de enero de 2018 la decisión de Venezuela de expulsar al embajador español del país en respuesta a las sanciones aplicadas por el bloque a siete altos funcionarios venezolanos. (AP Foto/Ariana Cubillos, File)

CARACAS (AP) La oposición venezolana anunció el sábado que regresará a la mesa de diálogo la próxima semana a medida que crece la presión internacional sobre el presidente Nicolás Maduro por su decisión de adelantar los comicios presidenciales.

La principal alianza opositora informó que se reincorporará a las negociaciones a pesar de sus fuertes críticas al gobierno por torpedear las perspectivas de un avance al fijar unilateralmente el plazo para la realización de los comicios y excluirla del proceso electoral.

La decisión puso fin a días de conjeturas de que la Mesa de Unidad Democrática podría abandonar las negociaciones después de que uno de sus principales partidos anunció que boicotearía las conversaciones, las cuales se han llevado a cabo en la República Dominicana.

Estamos en la obligación de seguir luchando en todos los terrenos por las garantías electorales de las elecciones presidenciales de este año, afirmó la MUD en un comunicado.

Al acordar su regreso el lunes a la mesa de negociaciones, la alianza opositora dijo que renovará su exigencia de garantías de que las elecciones serán libres e imparciales. Dichas garantías incluyen la presencia de observadores internacionales, revertir las inhabilitaciones políticas de varios dirigentes opositores y asegurar el derecho de los millones de venezolanos en el exterior a votar.

La Asamblea Nacional Constituyente, favorable al gobierno, sorprendió esta semana a los venezolanos al convocar los comicios para finales de abril.

Aunque la fecha no está definida, Maduro anunció de inmediato que buscará postularse como candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela, que gobierna el país, y propondrá la realización de las elecciones lo más pronto posible. Por lo general, los comicios se llevan a cabo a fines de año para evitar un largo periodo de transición cuando el nuevo periodo presidencial de seis años dé inicio en enero de 2019.

Los gobiernos de diversos países condenaron de inmediato la decisión, y afirmaron que socava las negociaciones que se efectúan de manera intermitente desde diciembre.

En una acción que avivó las preocupaciones de que la votación estará amañada incluso antes de que los venezolanos acudan a las urnas, el Tribunal Supremo, favorable al gobierno, impidió el jueves en la noche que la coalición participe con un candidato único, lo cual implica que el aspirante que enfrente a Maduro deberá hacerlo bajo un partido menos conocido.

Aunque las encuestas indican que los venezolanos responsabilizan casi en forma unánime al mandatario por la escasez de alimentos generalizada y la inflación de cuatro dígitos, él se perfila hacia la contienda electoral como claro favorito frente a una oposición dividida y sin timón después de que un movimiento de protestas que derivó en numerosos muertos el año pasado perdió fuerza.

Varios dirigentes opositores fueron inhabilitados para contender en elecciones, entre ellos Henrique Capriles, que perdió por estrecho margen ante Maduro en los comicios presidenciales posteriores al fallecimiento del mandatario Hugo Chávez en 2013, y el activista Leopoldo López, quien está bajo arresto domiciliario desde su excarcelación en 2017. Otros han huido al exilio.

El presidente francés Emmanuel Macron se convirtió el viernes en el más reciente líder extranjero en condenar las acciones de Maduro, al decirse abierto a más sanciones de la Unión Europea que castiguen al gobierno venezolano por su "inaceptable cambio autoritario".

El gobierno venezolano reaccionó el sábado al considerar que las declaraciones de Macron representan un acto hostil de parte de un líder de una nación con la que Venezuela tiene lazos históricos y fraternales, y acusó al mandatario francés de tratar de convertirse en una copia fiel del gobierno estadounidense.

La Unión Europea impuso el lunes sanciones económicas y de viaje a siete funcionarios venezolanos de alto rango, lo que generó una riña de ojo por ojo con España que llevó a que ambos gobiernos expulsaran mutuamente a sus embajadores. Hace un mes, Venezuela también expulsó a diplomáticos de alto rango de Canadá y Brasil.

El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha indicado que no reconocerá los resultados de la precipitada elección presidencial venezolana en caso de que se lleve a cabo, y añadió que el voto no sería "ni libre ni imparcial".

Argentina, Brasil y México estaban entre una coalición de 14 gobiernos latinoamericanos mayormente conservadores que también emitieron un severo comunicado en el que se afirma que la votación adelantada contradice los principios democráticos y no cumple con las normas internacionales.

Desde Davos, Suiza, el presidente colombiano Juan Manuel Santos advirtió que Colombia no reconocerá el resultado si las elecciones se realizan sin tales garantías.

El coro de condenas no parece preocupar a Maduro, que bailó en un escenario durante un mitin el viernes en apoyo a su candidatura. Partidarios del gobierno señalan que la oposición no cuenta con el suficiente apoyo popular para vencer al mandatario en las elecciones, por lo que su única opción es solicitarles a los aliados internacionales que lo obliguen a dejar el cargo.

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