Los kurdos presionan a EEUU para que impida ataque a Afrin
BEIRUT (AP) Las milicias kurdas se sienten frustradas con su aliado Estados Unidos y lo están presionando para que se esfuerce más para detener el ataque turco contra la ciudad de Afrin, un bastión suyo en Siria.
El asunto refleja una preocupación más profunda entre los kurdos acerca de su alianza con los estadounidenses, la cual fue crucial para derrotar al grupo Estado Islámico en Siria. Los kurdos temen que, a la larga, ellos y su sueño de autonomía serán los perdedores en la pugna de las grandes potencias por influir en Siria. Estados Unidos ya se encuentra en una situación difícil, en la que tiene que hacer malabares entre los intereses de los kurdos _su único aliado en Siria_ y sus relaciones con Turquía, un aliado crucial en la OTAN.
La milicia kurda ve la defensa del enclave kurdo de Afrin como una lucha existencial para conservar su territorio. Esa ciudad tiene una gran importancia: es una de las primeras áreas kurdas en haberse alzado contra el presidente Bashar Assad y en respaldar una forma de gobierno autónomo; es una base para combatientes destacados que fueron de los primeros en participar en la alianza con los estadounidenses, y es un vínculo crucial en sus esfuerzos para formar una entidad contigua a lo largo de la frontera de Turquía.
La ofensiva, que comenzó el 20 de enero, ha derivado en la muerte de más de 60 civiles y decenas de combatientes de ambas partes, y ha obligado a miles de personas a desplazarse.
¿Cómo pueden permanecer al margen y observar?, cuestionó Aldar Khalil, un destacado político kurdo, refiriéndose a la coalición encabezada por Estados Unidos contra el Estado Islámico. Deberían cumplir las obligaciones que tienen hacia esta fuerza que participó con ellos (en la lucha contra el terrorismo). Consideramos sus posiciones indecisas y poco claras como un motivo de preocupación.
Khalil, uno de los arquitectos del gobierno autónomo de los kurdos, y otros tres altos funcionarios kurdos le dijeron a The Associated Press que le han expresado a las autoridades estadounidenses y a otros funcionarios occidentales su frustración en torno a lo que consideran es una falta de acción decisiva para detener el ataque sobre Afrin. Dicen que las autoridades de Estados Unidos han efectuado declaraciones confusas en público. Uno de los funcionarios que accedió a hablar sobre las reuniones privadas a condición de guardar el anonimato dijo que algunos comentarios estadounidenses incluso equivalían a un respaldo tácito a esa ofensiva.
La lucha por Afrin pone a Washington en un aprieto con pocas opciones para salir bien librado. Los estadounidenses tienen poca influencia y ningún soldado en Afrin, que se encuentra en una zona controlada por los kurdos en el extremo occidental de la frontera de Siria con Turquía y está separada del resto del territorio dominado por los kurdos por un enclave turco.
Y en la zona también hay otros actores. Había tropas rusas allí para prevenir fricciones con Turquía hasta que se retiraron antes de la ofensiva, y el área _donde habitan más de 300.000 civiles_ está rodeada de territorio controlado por fuerzas del gobierno sirio o por extremistas vinculados con Al Qaeda.
La prioridad de los estadounidenses para el YPG _la principal milicia kurda, que forma la columna vertebral de las fuerzas aliadas con Estados Unidos_ es que gobierne la amplia franja de territorio que le fue arrebatada al EI en el norte y el este de Siria, incluida la ciudad de Raqqa. Washington desea impedir que el Estado Islámico resurja allí y mantener fuera del área a Irán, aliado de Damasco.
Sin embargo, Afrin no es crucial a esos objetivos de Estados Unidos y funcionarios estadounidenses dicen que será una distracción en la guerra contra el grupo Estado Islámico.
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Los periodistas de The Associated Press Josh Lederman y Lolita Baldor en Washington contribuyeron a este despacho.
