Incendian cuatro camiones en el sur de Chile

SANTIAGO DE CHILE (AP) — Varios camiones fueron incendiados en la Araucanía chilena, el epicentro de la región indígena mapuche, horas después de que se procesara a los policías vinculados a la muerte del joven mapuche Camilo Catrillanca, se informó el sábado.

Cuatro camiones resultaron quemados en un ataque registrado en campos de una compañía forestal en el área de Collipulli, unos 600 kilómetros al sur de Santiago, y dónde se encuentra históricamente la zona con mayor presencia de la comunidad en el país, confirmó a The Associated Press la policía chilena.

Los trabajadores del lugar denunciaron haber sido atacados por un grupo de personas armadas.

“Se hace presente que se mantenían seis camiones en espera de cargar ripio. A la llegada de los encapuchados alcanzaron a huir dos camiones quedando cuatro en el sector los que fueron siniestrados. En tanto, un conductor de un camión recibió un golpe en su hombro izquierdo por parte de uno de los encapuchados”, afirma el parte policial preliminar, que señala también que en el lugar se dejaron panfletos en alusión a la muerte de Catrillanca.

Las circunstancias en torno al suceso están siendo investigadas y todavía son confusas.

El hecho ocurre horas después de que cuatro exmiembros especiales de la policía fueran procesados por el presunto homicidio del joven comunero de 24 años, y que el fiscal de la región afirmara que el ataque contra la policía se produjo después y no antes de la muerte del joven, en un suceso en el que se investiga dolo por parte de los inculpados.

“Nos encontraríamos frente casi ante un cuasi delito de homicidio por cuanto las características descritas en cuanto a la dinámica de los hechos dan cuenta de que quienes dispararon lo hicieron con intención de matar, existiendo en consecuencia dolo homicida. Esto es con conocimiento y voluntad”, señaló en la lectura de la causa el viernes la jueza de Garantía de Collipulli, Sandra Nahuelcura.

Los cuatro procesados recibieron prisión preventiva y se estableció 60 días para la investigación que podrían aclarar los hechos en torno a la muerte del comunero mapuche que ha desatado un profundo conflicto social en Chile desde el pasado 14 de noviembre cuando murió, con manifestaciones que no dejan de sucederse.

Este rechazo popular se agudizó cuando se supo que la policía envuelta en el suceso había borrado pruebas clave, como la tarjeta de la cámara donde se registraron los hechos, y debilitó aún más a la institución que sufre de una larga y profunda crisis en el país.

En la región de La Araucanía hay permanentes ataques incendiarios y violenta represión policial por la demanda de comunidades mapuches que exigen la devolución de sus tierras ancestrales.