Por cielo y tierra, Bolivia combate incendios en bosques

Por cielo y tierra, Bolivia combate incendios en bosques
Un hombre contempla los incendios forestales en los montes Ipias cerca de Roboré, Bolivia, 23 de agosto de 2019. (AP Foto/Juan Karita.)

ROBORÉ, Bolivia (AP) — Un grupo de voluntarios partió el sábado a la zona más crítica de los incendios en la Chiquitanía boliviana, donde las llamas han devorado 744.000 hectáreas de bosques en los últimos 15 días mientras el avión cisterna estadounidense realizaba su segundo día de operaciones priorizando las descargas de agua en dos áreas protegidas del país.

En medio de las montañas se veía el humo, los restos de árboles y los pastizales quemados. La Chiquitanía, en la región oriental de Santa Cruz al sureste de Bolivia, tiene bosques que en esta época están secos debido a temperaturas que a veces superan los 40 grados centígrados. Esta zona es fronteriza con Brasil y Paraguay, donde también existen focos de calor.

“Nuestra Chiquitinía se nos muere. Es nuestra riqueza vegetal, animal, es para todo el mundo no sólo para los bolivianos”, dijo a The Associated Press el voluntario y estudiante Rafael Pinto, de 17 años, mientras sostenía una mochila fumigadora con la que lucha contra este desastre.

“He encontrado animales flacos por falta de pastizales, otros que estaban quemados. La realidad de nuestra Chiquitanía, nuestro hogar”, contó Daniel Vargas, de 20 años, otro voluntario.

Ellos fueron los primeros en acudir, luego vieron llegar el apoyo del gobierno del presidente Evo Morales _que contrató el servicio de un avión Supertanker de una empresa privada estadounidense que inició con descargas de agua el viernes, para continuar el sábado

En la zona también ayudan tres helicópteros, alrededor de 1.000 bomberos forestales que se les unieron y otros 1.000 militares y policías.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, informó que dos parques nacionales fueron regados por la tarde con el agua de la aeronave cisterna, dando esta vez prioridad a las áreas protegidas como la reserva Tucavaca y el parque Nacional Otuquis, a unos 700 kilómetros al sureste de La Paz.

Los incendios están lejos de las poblaciones, por lo que no hay heridos, pero sí familias afectadas, señaló a la AP el alcalde de la localidad turística de San José de Chiquitos, Germán Caballero.

El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, informó que ya son 1.817 familias afectadas en 11 municipios. Su despacho también reportó que hay en riesgo 94.669 cabezas de ganado y seis patrimonios culturales.

Caballero mencionó que el fuego también está cerca del Pantanal, el pantano de agua dulce más grande del mundo y que Bolivia comparte con Brasil y Paraguay. Las autoridades bolivianas de momento no lo han confirmado.

La veloz propagación del fuego elevó la temperatura, lo que no impidió a los jóvenes con tapabocas y camisetas de colores tratar de salvar sus hogares.

En la nación andina los incendios forestales suelen ser consecuencia de la quema de pastizales para habilitar nuevas pasturas que en muchas ocasiones se salen de control. Estas quemas han afectado 953.000 hectáreas en lo que va del año, según la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras.

Bolivia pierde anualmente 350.000 hectáreas de bosque por la deforestación legal y clandestina, de acuerdo con un estudio del Centro de Documentación e Información Bolivia.

El gobierno de Morales decretó abrir la frontera agrícola en favor de las plantaciones de soja y caña para la fabricación de biodiesel. En julio también permitió el desmonte y quema controlada en las regiones de Santa Cruz y Beni.

La noche del viernes un grupo de jóvenes marchó en contra de estos dos decretos en el centro de la ciudad de La Paz.

Mientras, Morales hizo un llamado a los países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) para analizar la problemática.

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La periodista de The Associated Press Paola Flores contribuyó a este despacho desde La Paz.

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