Cómo 7 “perdedores” forjan lazos para “It 2”

Cómo 7 “perdedores” forjan lazos para “It 2”
En esta foto del 27 de agosto del 2019, el director de "It Chapter Two" Andy Muschietti, a la derecha, posa con los actores James McAvoy, a la izquierda, Jay Ryan, Bill Hader, James Ransone, Andy Bean, Isaiah Mustafa y Jessica Chastain en el Heritage Square Museum en Los Angeles. La cinta de terror basada en los libros de Stephen King se estrena el jueves 5 de septiembre. (Foto por Chris Pizzello/Invision/AP)

Es una mañana de fin de semana en Los Ángeles y tres "perdedores" — Bill Hader, James Ransone y Andy Bean —hablan de bebés, clases de surf y viajes a Hawái mientras desayunan en una cafetería con vista al mar. Es una escena demasiado idílica y agradable para la película que están promocionando, “It Chapter Two” (“It: Capítulo 2”), que se estrena en Estados Unidos el jueves por la noche. Pero tras cinco meses de rodaje agotador física y psicológicamente, sin mencionar la presión de estar a la altura de la novela de Stephen King y de su primera entrega "It", que se convirtió en la cinta de terror más exitosa de todos los tiempos, se merecen un pequeño respiro.

Hader, Ransone y Bean son sólo tres de los siete miembros del Club de los Perdedores — Richie, Eddie y Stanley — que batallaron al demoníaco payaso Pennywise (Bill Skarsgard) cuando eran niños. Junto con Jessica Chastain (Beverly), James McAvoy (Bill) y Jay Ryan (Ben) son llamados a volver a su pueblo natal de Derry, Maine, 27 años después por Mike (Isaiah Mustafa). Pennywise ha regresado y ellos hicieron un pacto de sangre para terminar el trabajo, incluso cuando todos menos Mike no recuerdan nada de lo sucedido.

"Estaba tan contento de regresar", dijo el director argentino Andy Muschietti. "Cuando 'Chapter Two' arrancó fue como volver a la escuela, volver a Derry. Ahora estamos llegando al final y es agridulce".

Tras cinco años consecutivos de trabajo siente algo de alivio gracias al enorme éxito del primer filme, que facturó más de 700 millones de dólares a nivel global de un presupuesto de producción de 35 millones. También recibió elogios de la crítica. Esa benevolencia tuvo un papel al reclutar lo que llamó su "elenco de ensueño" para interpretar a los perdedores ya adultos en "Chapter Two". Chastain, que trabajó con Muschietti en "Mama" (“Mamá”), fue la primera a bordo y se lo contó a su frecuente coprotagonista McAvoy en el plató de "Dark Phoenix" (“X-Men: Dark Phoenix”).

"Me encantaron los libros cuando era niño y de verdad disfruté la película también", dijo McAvoy. "No tuvieron que convencerme. Creo que mis palabras exactas fueron 'lo haría en un santiamén'".

Finn Wolfhard de "Stranger Things", que interpretó la versión más joven de Richie en la cinta original, sugirió en una entrevista que Hader hiciera el papel de adulto, algo que causó gracia al actor y su agente. Pero unos meses después Muschietti lo llamó para invitarlo a una reunión.

"Finn es dueño de Hollywood, básicamente", dijo Hader encogiéndose de hombros. "Pero yo nunca había estado en una película de terror y me encantan este tipo de cintas de monstruos. Pensé que sería divertido".

Aparte de McAvoy y Chastain, ninguno de los siete tenía una relación o historia cercana, y su química era esencial para recrear la magia de la amistad de los niños del primer filme. Así que la primera noche en el sitio de rodaje en Toronto, Muschietti los reunió a todos para tomar unos tragos y romper el hielo. Hader recuerda que entró y le entregaron lo que describió como “whisky escocés en una orbe llena de humo”.

Bean lo recordó como una "copa tipo Drácula", mientras que Ransone, a quien todos llaman PJ, dijo que era más bien como "'La Bella y la Bestia' con la rosa adentro”.

"Andy nos dijo, ¡tienen que tomar esto!", contó Hader, imitando el acento argentino de Muschietti. "Pensé, supongo que me tomaré un trago y me senté y a los dos minutos estábamos todos en la misma onda”.

Hader sacó una foto de aquella noche como prueba y ahí estaban, los inminentes “perdedores” sonriendo alrededor de la mesa y esa copa ahumada de whiskey, una escena que parecía tan incómoda como intensa, divertida y algo extraña. Sería un preludio adecuado a lo que pasarían juntos los siguientes meses en Canadá para hacer la conclusión de casi tres horas de la saga "It".

La noche siguiente filmaron su primera escena juntos: una cena en un restaurante chino donde los personajes se encuentran por primera vez en casi tres décadas.

"Me preocupaba cómo iba a funcionar el grupo", admitió Muschietti. "Pero fue estimulante. Vi la química ocurrir ante mis ojos".

Ryan agregó que hubo un elemento adicional que contribuyó a esa adhesión. Tres noches de rodaje de 7 pm a 7 am llevaron a “algo de alucinaciones también", recordó.

Chastain incluso se encontró riendo con nerviosismo al ver a Hader improvisando una escena con un niño pequeño. Si se fijan con atención, podrán verla con una sonrisa en el rostro. Era la única toma que pudieron usar.

"Andy me dijo que en muchas de las tomas no me pudo encontrar", dijo Chastain. "Estaba escondida porque me estaba riendo muchísimo".

Los rodajes de noche o 18 horas del día y las luces estroboscópicas eran comunes durante los meses extenuantes (con algunos recesos para el karaoke), al igual que algunas lesiones menores. Uno que logró evitar raspones y distensiones fue Mustafa.

"Yo fui el único miembro del elenco que estaba estirándose antes", dijo Mustafa. "Venía de una serie de TV bastante física y también jugué en la (liga de fútbol americano) NFL. Sé más. Uno debe calentarse".

Psicológicamente, sin embargo, dijo que se sintió turbado a lo largo de la producción (en parte gracias a que leyó unos 14 libros de Stephen King durante el rodaje) y que no se desconectó del todo de la experiencia los ocho meses siguientes.

Chastain tuvo que sumergirse en sangre un día, algo duro de por sí que también significó que estaría un mes bañada en la fría sangre ficticia por cuestiones de continuidad.

"Hubo mucha empatía con Jessica en el plató", dijo Ryan.

A lo que Chastain respondió: "No, no la hubo. ¡Hubo muchas bromas!"

(Según Ryan, la mayoría de las bromas provinieron de Hader). Pero todos se atrincheraron juntos, y salieron de la experiencia como amigos. Ahora sólo falta que la película se estrene y ver cómo la recibe el público. ¿Les da nervios que cumpla o no las expectativas?

"Eso es como pensar mientras vas manejando, '¿se me va a desarmar el auto?'", dijo Hader. "Uno simplemente tiene que hacerlo".

Una filosofía que no dista mucho de la de derribar a un maléfico payaso sobrenatural.

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Lindsey Bahr está en Twitter como www.twitter.com/ldbahr .

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