Arrestan en México a defensora de trabajadores

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Las autoridades mexicanas arrestaron a una defensora de los derechos de los trabajadores que encabezó una ola de huelgas en 2019 en demanda de salarios más altos en las plantas de ensamblaje en la frontera.

La abogada Susana Prieto fue detenida el lunes en la ciudad de Matamoros, fronteriza con Estados Unidos, por “delitos cometidos en contra de servidores públicos, motín, amenazas y coacción de particulares”, según un comunicado de la fiscalía estatal sobre el arresto, que no especificó el incidente que condujo a la detención.

Prieto grabó su detención y la publicó en redes sociales, diciendo que esperaba el arresto. La abogada afirma que las autoridades en los estados fronterizos de Chihuahua y Tamaulipas, donde fue arrestada, la persiguen porque afectó los intereses económicos de los operadores de las plantas llamadas “maquiladoras”.

“El gobernador del estado, yo sabía que tarde o temprano iba a hacer eso.... ya se veía venir”, declaró la abogada.

Matamoros, fronterizo con Brownsville, Texas, fue la ciudad donde Prieto lideró una ola de huelgas exitosas a principios de 2019 en 48 maquiladoras exportadoras que ganaron a los trabajadores aumentos salariales de 20% y bonos equivalentes a 1.650 dólares.

El video publicado en su página de Facebook mostraba a una multitud reunida el lunes fuera de las oficinas de los fiscales en Matamoros y gritando lemas como: “¡Estamos con Susana!” y “¡Liberen a Susana!”.

Recientemente, Prieto hizo campaña contra las políticas en las maquiladoras de Ciudad Juárez que, según ella, ponen a los trabajadores en riesgo de contraer el coronavirus. Filmó y pareció aconsejar huelgas en algunas plantas de la localidad que se negaron a cerrar y enviar a los trabajadores a sus hogares con salario completo, algo que permite la legislación laboral mexicana.

A finales de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador duplicó el salario mínimo diario a 176,20 pesos (en aquel entonces el equivalente a unos 9,30 dólares) a lo largo de la frontera norte de México. Para mantener bajos los salarios, las maquiladoras en Matamoros, que a menudo pagan a los trabajadores un par de dólares por hora, habían indexado los aumentos salariales al salario mínimo, pero esa política fracasó cuando López Obrador lo duplicó.

El gobierno de López Obrador estaba incómodo con el movimiento, pero no trató de aplastarlo activamente en ese momento. Eso se debió en parte a que se había comprometido a poner fin a la manipulación gubernamental de los sindicatos y permitir nuevos movimientos laborales más representativos en una nación donde los sindicatos han sido corruptos, condescendientes y manipulados por el gobierno.

Cuando se le preguntó en mayo sobre la decisión de López Obrador —en medio de la presión estadounidense— de reabrir muchas plantas a pesar de la pandemia de coronavirus, Prieto respondió que esto mostraba que el gobierno estaba cediendo a la presión de las multinacionales.

“¿Es seguro?”, preguntó Prieto. “Es seguro decir que el presidente de México es un títere de (empresas) mexicanas y extranjeras que no se preocupan por la vida de los trabajadores mexicanos”, agregó.

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