Panamá detiene a migrantes haitianos por incendiar albergue

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PANAMÁ (AP) — Un juez de Panamá ordenó el jueves detención preventiva y formuló cargos contra 12 migrantes haitianos por incendiar carpas plásticas donde se guardaban insumos médicos en uno de los albergues en la inhóspita provincia de Darién, fronteriza con Colombia.

El Misterio Público informó que a los migrantes se les señaló por incendiarismo, daños a la propiedad, hurto y lesiones personales a agentes del servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT). Agregó que los acusados fueron aprehendidos en flagrancia por policías fronterizos el pasado 1 de agosto.

Los haitianos acusados estaban confinados en campamentos para migrantes. En las últimas semanas los extranjeros que se encuentran en los albergues han expresado su malestar y exigen que se les deje seguir su tránsito hacia Norteamérica. La pandemia del coronavirus ha sumido en incertidumbre a estos migrantes.

Se estima que en Darién hay casi 2.000 migrantes, el 80% haitianos.

La audiencia se realizó en el Sistema Penal Acusatorio, ubicado en la comunidad de Zapalla, Chepigana, en provincia de Darién. Los fiscales de la Sección de Litigación y Seguimiento de Causa pidieron al Tribunal de Garantías la legalización de la aprehensión, la imputación de cargos y la medida cautelar de detención provisional. Todas las demandas fueron avaladas por el juez.

Después que ocurrió el incendio de las carpas el fin de semana, el Servicio Nacional de Migración dijo que analizaba la posibilidad de deportar a los involucrados. En un comunicado divulgado esta semana la entidad dijo que Panamá “es respetuosa de los Derechos Humanos de todos los migrantes y que los que han quedado atrapados en el país por motivo de la pandemia del coronavirus están siendo atendidos con toda la dignidad que amerita cada caso”. Sin embargo, destacó, “ no se van a permitir actos vandálicos, por lo que se procederá a tratar este asunto conforme la legislación vigente".

Se estima que en Darién y Chiriquí —en el extremo occidental, fronterizo con Costa Rica— hay alrededor de 2.500 migrantes varados debido a la crisis sanitaria. Además de los haitianos hay cubanos, africanos y asiáticos. Las autoridades han registrado decenas de casos de coronavirus en esos albergues y organismos internacionales han exigido a Panamá que se les dé un trato humanitario y de protección.

Los haitianos insisten en seguir su tránsito por tierra para llegar hasta Estados Unidos. La mayoría son familias que salieron de su país tras el devastador terremoto de 2010 con el fin de trabajar en Brasil y Chile. Posteriormente, con el dinero que lograron ahorrar, decidieron viajar por tierra desde Sudamérica, incluido el peligroso cruce de la porosa frontera entre Colombia y Panamá, conocida como el Tapón de Darién.

A mediados de julio decenas de haitianos destrozaron un albergue en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, para exigir que se les diese respuesta a su situación. Varios de los manifestantes estaban enfermos con COVID-19, según las autoridades.

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