Familiares de desaparecidos chilenos se aferran a esperanza

SANTIAGO, Chile (AP) — Familiares de víctimas de la dictadura militar chilena desaparecidos en el enclave alemán Colonia Dignidad, en el sur, se aferran a la esperanza de que sea factible que forenses internacionales puedan encontrar restos de ADN que permitan establecer el paso de sus seres queridos por el lugar.

“Puede ser la última alternativa para los detenidos desaparecidos del Maule”, dijo Myrna Troncoso, dirigente de familiares de desaparecidos de la zona durante un conversatorio en línea sobre el tema. Las huellas de su hermano Ricardo se perdieron en la Colonia en agosto de 1974 en la región del Maule, 350 kilómetros al sur de Santiago, donde el enclave germano reinó por 30 años.

Colonia Dignidad, fundada por el excabo nazi Paul Schaefer en 1961, fue un lugar de tortura y esclavitud de sus miembros. También se registraron abusos sexuales a menores, según establecieron procesos judiciales. Los líderes de la secta colaboraron con la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) y en su interior se ubicaron varias fosas. En una de ellas había restos de motores y carrocerías de vehículos pertenecientes a algunos desaparecidos políticos.

La perseverancia de las familias en la búsqueda de las víctimas, con la colaboración de la Universidad Católica del Maule, reunió en línea a un grupo de expertos forenses internacionales que analizó la factibilidad de buscar restos de ADN en las fosas.

Investigaciones judiciales chilenas recogieron testimonios de excolonos que señalan que en el enclave, de unas 14.000 hectáreas, se cavaron fosas clandestinas para enterrar cuerpos que en 1978 fueron exhumados y quemados con acelerantes químicos. Las cenizas fueron lanzadas a un río cercano, según declararon excolonos que participaron en las excavaciones con testimonios ante los diversos jueces que han llevado la causa.

Francisco Exteberría, médico forense de la comunidad española autónoma País Vasco, destacó que “las cosas son mucho más difíciles” en Colonia Dignidad por la intervención sobre los restos. Explicó que si los cuerpos fueron carbonizados, lo que sucede a unos 300 grados celcius, es posible encontrar material genético. “Si se ha logrado la incineración (sobre 600 grados de temperatura), es completamente imposible obtener ADN”.

La antropóloga biológica estadounidense, Alexandra Emmons, habló sobre la influencia de condiciones como humedad, lluvia y restos orgánicos en la degradación de cadáveres. Al preguntarle si es posible encontrar material genético sin no hay restos óseos opinó que “es posible, pero probablemente no sea factible”.

Iván Cáceres, un antropólogo chileno que ha excavado en el enclave, dijo que los excolonos que testificaron entregaron información imprecisa y errada sobre las fosas. Insistió en que hay que ubicarlas para “excavar y ver si en los sedimentos podemos encontrar restos”. Cáceres excavó en un lugar compatible con una incineración, sin éxito.

Según expertos forenses, Colonia Dignidad es el único lugar secreto de detención de opositores a la dictadura donde hasta ahora no se han encontrado restos para identificar la presencia de detenidos desaparecidos.

Schaefer, creador del enclave en que vivían unos 300 colonos, mayoritariamente alemanes, huyó en 1997 a Argentina tras acusaciones de pederastia y fue extraditado a Chile en 2005. Murió a los 88 años en prisión, donde cumplía 33 años de cárcel por homicidio, tráfico de armas, tortura y por 20 abusos sexuales a menores.

La dictadura militar asesinó a 3.095 opositores, según cifras oficiales. Pinochet murió en diciembre de 2006, a los 91 años, sin que fuera condenado por las violaciones a los derechos humanos durante su régimen.

En la Colonia actualmente funciona un hotel y un centro de gastronomía controlado por los hijos de los exjerarcas del lugar, que también manejan las empresas creadas por Schaefer fuera del enclave e incluían negocios agrícolas, forestales, de gastronomía y compra de terrenos.

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