Compañía de EEUU acuerda garantizar voto sindical neutro

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La compañía matriz estadounidense de una fábrica mexicana anunció el martes un acuerdo para garantizar el voto sindical libre en medio de una disputa de los trabajadores para desbancar a un sindicato de la vieja guardia.

La empresa Cardone opera la maquiladora automotriz Tridonex en la ciudad de Matamoros, limítrofe con Brownsville, Texas.

La planta de exportación fue sujeta a una denuncia presentada por sindicatos de trabajadores en mayo pasado bajo el nuevo acuerdo de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La demanda argumentaba que los nuevos sindicatos habían sido acosados y se había despedido a sus simpatizantes por enfrentarse a uniones corruptas que han mantenido los salarios bajos en México durante varias décadas.

A través de un comunicado, Cardone indicó que trabajará con las autoridades mexicanas “garantizar votaciones personales, libres y secretas por parte de los empleados”, en la planta de Tridonex.

Cardone, una compañía con sede en Filadelfia, se comprometió a informarles a los “empleados de sus derechos a un acuerdo colectivo y libre asociación sin represalias ni discriminación por ejercer sus derechos”. También señaló que les entregará a todos los trabajadores una copia de su contrato laboral actual, algo que los sindicatos mexicanos de la vieja guardia no permitían ver a sus empleados. Cardone indicó además que dará compensación adicional a algunos de los trabajadores que fueron despedidos.

El sindicato independiente que intenta organizar la fábrica señaló que no fue consultado respecto al acuerdo. La organizadora externa de dicha unión, la abogada Susana Prietom declaró: “No avalamos el convenio".

“Estados Unidos ha realizado un convenio con Tridomex sin tomar en cuenta a la clase trabajadora, violando sus derechos”, comentó Prieto.

Sin embargo, también dijo respecto al acuerdo: “Ganamos. Está surtiendo efectos la primera demanda laboral”.

El T-MEC contiene garantías laborales más sólidas que su predecesor, el TLCAN. El nuevo pacto le permite a un panel determinar si México ejerce las leyes laborales que les permiten a los trabajadores elegir su sindicato y votar sobre líderes sindicales y contratos. En caso que se descubriera que México no cumple con sus leyes, podría haber sanciones como prohibir el ingreso de productos y artículos a Estados Unidos.

Cardone indicó que bajo su convenio con el gobierno estadounidense, “no admite falta o responsabilidad respecto a los asuntos tratados en la petición y no cree que se hayan violado los derechos de los trabajadores dentro de la instalación”.

Simpatizantes del sindicato independiente señalaron a principios de este mes que miembros del viejo sindicato los habían acosado mientras intentaban entregar folletos. El grupo que repartía los folletos, en su mayoría integrado por mujeres, dijo que elementos de la policía estatal acudieron al lugar y pudieron haber ayudado a evitar que distribuyeran los volantes a las afueras de la planta de Tridonex.

Un video mostraba a integrantes del sindicato independiente entregando papeletas a los empleados que salían de la fábrica, cuando varios hombres vestidos con camisetas blancas salieron de las instalaciones e intentaron retirarlos.

Durante décadas, los sindicatos corruptos en México firmaron “contratos de protección” de bajo sueldo sin el conocimiento de los empleados, por lo general incluso antes de la apertura de las plantas. Las votaciones sindicales se realizaban a mano alzada, si llegaban a ocurrir. Los empleados de muchas fábricas en México no estaban siquiera al tanto de que pertenecían a un sindicato hasta que veían que se les descontaba una cuota de sus cheques.

Los trabajadores mexicanos reciben alrededor del 15% del salario por un empleo similar en Estados Unidos.

Como parte de la aprobación del T-MEC, México aprobó reformas laborales en las que se especificó que las elecciones sindicales se realizarían mediante votos secretos, y que los empleados en todas las fábricas del país podían votar para decidir si conservar su sindicato actual o no.

Sin embargo, la implementación de dichas reformas ha encontrado oposición en las uniones de la vieja guardia que están afiliadas a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que en algún momento sirvió como una rama del gobierno para mantener la paz laboral y los salarios bajos,

Jesús Mendoza, líder del sindicato afiliado a la CTM que controla actualmente a la fábrica, describió a los simpatizantes del sindicato independiente como rijosos.

“Dejen a la gente trabajar en paz, queremos la estabilidad laboral en Matamoros, la recuperación, sólo ellos son los que hacen escándalo, y ahuyentan la inversión”, dijo Mendoza a medios locales.

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