La Amenaza de Reposición del Canal de Panamá por Trump: Historia, Soberanía y Temores
La reciente declaración de Donald Trump sobre recuperar el control del Canal de Panamá reaviva tensiones históricas y temores en un país marcado por la intervención estadounidense.
El Canal de Panamá: un paso marítimo estratégico y motivo de orgullo nacional para los panameños, vuelve al centro de una polémica tras las declaraciones del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Su reciente insistencia en "reconsiderar" la posibilidad de retomar el control del canal ha despertado preocupaciones y reacciones de calado tanto en Panamá como en la comunidad internacional.
Un Nuevo Episodio de Tensión
En un mitin en Phoenix, en diciembre, Trump expresó abiertamente que el canal fue "cedido de forma tonta" a Panamá y sugirió que los Estados Unidos podrían intentar recuperarlo. Más preocupante aún fue su observación de que no descartaría el uso de la fuerza militar para tal propósito. Según Trump, los barcos estadounidenses están siendo "gravemente sobrecargados" y "tratados de manera injusta" en el uso del canal, y destacó que "China opera el Canal de Panamá", una afirmación controvertida y sin precisión factual.
En respuesta, el presidente panameño, José Raúl Mulino, reafirmó que el canal pertenece al pueblo panameño, declarando con firmeza que seguirá siendo territorio de Panamá. "Es un orgullo nacional que no permitiremos que nadie menosprecie", comentó en medios locales.
Historia del Canal de Panamá: Un Punto de Fricción
El Canal de Panamá, inaugurado en 1914, fue construido por Estados Unidos tras obtener los derechos de construcción mediante el tratado Hay-Bunau-Varilla. La obra constituyó una de las mayores hazañas de ingeniería de su tiempo, desempeñando un papel esencial en el comercio mundial al conectar el Océano Atlántico con el Pacífico.
Sin embargo, la presencia estadounidense en el territorio panameño fue a menudo fuente de tensiones. Desde las protestas de estudiantes en 1964, que resultaron en la muerte de 21 panameños a manos de fuerzas estadounidenses, hasta la invasión en 1989 para derrocar al dictador Manuel Noriega, los panameños han cargado con un largo historial de intervenciones externas.
En 1977, el presidente de Estados Unidos Jimmy Carter firmó los Tratados Torrijos-Carter, mediante los cuales Washington acordó transferir el control del canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999. Este evento marcó un hito de soberanía para la nación centroamericana, que celebra cada año el aniversario de la transferencia como símbolo de independencia y orgullo.
"China Opera el Canal": Desmintiendo un Mito
La afirmación de Trump de que China controla el canal ha sido cuestionada por múltiples expertos y autoridades panameñas. Ricaurte Vásquez, administrador del canal, aseguró que "China no controla el canal" y subrayó que todas las naciones reciben un trato igualitario bajo los términos del tratado de neutralidad.
Si bien es cierto que empresas chinas forman parte de un consorcio que opera puertos en los extremos del canal, lo hacen tras haber ganado un proceso de licitación en 1997. Además, empresas estadounidenses y taiwanesas manejan otras instalaciones portuarias en la región. Esto desmiente la noción de un supuesto "monopolio chino" sobre las operaciones del canal.
El Legado de 1989: Temor e Incertidumbre
La amenaza de una posible intervención militar estadounidense revive recuerdos dolorosos en Panamá. En 1989, el entonces presidente George H. W. Bush ordenó la invasión del país para derrocar a Manuel Noriega, bajo el pretexto de proteger la vida de ciudadanos estadounidenses y restaurar la democracia.
Aquel evento, que involucró la movilización de 27,000 tropas estadounidenses, dejó profundas secuelas en la población panameña. Omayra Avendaño, una agente de bienes raíces, recuerda claramente el caos de aquella época. "Yo tenía 11 años la última vez que invadieron nuestro país. No quiero volver a vivirlo," expresó.
Reacciones Nacionalistas y el Sentir Popular
En las calles de la Ciudad de Panamá, los comentarios de Trump han alimentado tanto el sentimiento nacionalista como la preocupación. "Es como cuando eres grande y le quitas un caramelo a un niño pequeño," dijo Luis Barrera, un taxista de 52 años. "Hemos luchado mucho por recuperar el canal, no podemos permitir que nos lo quiten."
Aunque algunas voces consideran que las declaraciones de Trump podrían ser simples bravuconadas, otros llaman a la precaución. "No tenemos un ejército. Necesitamos buscar apoyo internacional para blindarnos," añadió Avendaño.
Un Canal para el Mundo
Hoy en día, el Canal de Panamá es mucho más que un símbolo de soberanía para Panamá; es un pilar del comercio global. La reciente expansión del canal para permitir el tránsito de barcos más grandes, conocida como "Panamax", ha reforzado su posición estratégica en el comercio marítimo internacional. Panamá recibe ingresos significativos por los peajes cobrados a las embarcaciones, lo que contribuye directamente a la economía local.
Para los panameños, el canal no es solo un recurso económico, sino también un recordatorio tangible de lucha y determinación. Cualquier intento de interferir en su autonomía será recibido con firme resistencia, tanto dentro como fuera de sus fronteras.
¿Qué Sigue?
La comunidad internacional observa con atención mientras Trump continúa posicionándose en torno a temas sensibles como el canal. Para muchos panameños, su soberanía no está en discusión, y cualquier amenaza hará resonar el eco de generaciones pasadas que lucharon con tenacidad para preservar su independencia.