La Larga Marcha hacia la Igualdad de Género y los Retos Políticos de EE.UU.
Entre derechos constitucionales, tensiones políticas y una nueva era para la sociedad estadounidense.
Un Nuevo Ímpetu para la Igualdad de Género
Recientemente, el expresidente Joe Biden hizo una declaración simbólica al afirmar que la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA, por sus siglas en inglés) debería considerarse como un añadido ratificado a la Constitución de los Estados Unidos. Pese a su limitado impacto legal, sus palabras han reavivado un debate que ha perdurado durante décadas y que simboliza una lucha interminable por la igualdad entre géneros.
Originalmente introducida en 1972, la ERA busca prohibir la discriminación basada en el género. Aunque obtuvo el apoyo necesario de 38 estados con Virginia como el último en sumarse en 2020, la ratificación enfrenta un obstáculo legal debido a que fue lograda años después del plazo fijado por el Congreso. Las palabras de Biden, aunque tardías según algunos activistas, le dan voz a un movimiento que anhela avanzar hacia un cambio estructural y duradero.
Noreen Farrell, directora ejecutiva de Equal Rights Advocates, expresó que aunque el respaldo es bienvenido, hubiera deseado que llegara antes para intentar influir en el líder de los Archivos Nacionales, quien se ha negado a certificar la enmienda. Sin embargo, con el respaldo presidencial, los defensores de la ERA ven una oportunidad de generar nuevo impulso hacia su aceptación formal.
El Contraste Político de Donald Trump y Joe Biden
Mientras Biden se despedía de su mandato con un llamado a la igualdad y la justicia, el traspaso de poder a Donald Trump destaca las marcadas divisiones ideológicas en la política estadounidense. Durante los últimos años, Trump ha sido un crítico abierto de políticas progresistas como las de Biden, y su enfoque gubernamental parece orientarse hacia un retroceso en temas de diversidad, género e inclusión.
Un ejemplo de esto es el compromiso de Trump y sus aliados de eliminar prácticas consideradas como "despertadas" ("woke", en inglés) en las instituciones de defensa y las políticas públicas, incluyendo programas de diversidad y equidad. Estas diferencias se perfilan como un punto de tensión central en el futuro político de Estados Unidos.
¿Civiles o Militares? Dinámicas de Poder en Transición
La transición entre administraciones no ha escapado de complejidades. En el caso del Departamento de Defensa, los nombramientos cruciales están en suspenso, y algunos roles podrían ser ocupados temporalmente por jefes militares debido al vacío de líderes civiles confirmados. Esto plantea inquietudes sobre el principio de control civil del ejército, considerado un pilar fundamental en las democracias modernas.
Según Arnold Punaro, general retirado y asesor de nominados en procesos de confirmación, es excepcional que personal militar activo asuma roles tradicionalmente civiles, pero no sin precedentes. En 1993, el jefe de la Marina, el almirante Frank Kelso, sirvió como secretario civil interino al inicio de la presidencia de Bill Clinton.
Legado y Controversias: El Enfoque de Biden
El mandato de Biden, aunque cargado de acciones progresistas, no fue ajeno a las controversias. Enfrentó críticas por priorizar temas a largo plazo sobre problemas inmediatos como la inflación y las políticas fronterizas. La ley de infraestructura de $1 billón, aunque representativa de un avance en infraestructuras esenciales, careció de resultados visibles inmediatos, lo que limitó su impacto político.
A pesar de las críticas, el mandato dejó hitos como la ley de Reducción de la Inflación, que incluyó incentivos masivos para energías renovables y una reforma en el precio de medicamentos bajo Medicare. Asimismo, su insistencia en profundizar la competencia con China mediante la producción nacional de semiconductores prometió mayor independencia tecnológica, un esfuerzo cuya materialización llevará años.
Desafíos Fronterizos y Connexiones Geopolíticas
Uno de los puntos más críticos de la administración Biden fue el manejo de migraciones fronterizas. Los arrestos en la frontera sur alcanzaron picos históricos en los años fiscales 2022 y 2023, lo que desató debates en torno a políticas de asilo y seguridad fronteriza. Aunque la implementación del sistema en línea CBP One y medidas de cooperación con México lograron reducir ciertas cifras, el daño político ya había calado en la percepción pública.
La tensión entre migración, economía y seguridad se entrelazará inevitablemente con las políticas de Trump, quien ha promovido narrativas más severas sobre control fronterizo y soberanía nacional.
La Política de Género como Prueba del Tiempo
Volviendo a la ERA, las palabras de Biden llegan en un momento crítico. Para activistas como Claudia Nachega, la ratificación de la enmienda podría marcar "el inicio de una nueva era estadounidense". Sin embargo, el complejo entramado legal y político continúa retrasando una igualdad prometida hace casi cinco décadas.
Mientras el país espera el próximo capítulo bajo el mandato de Trump, la narrativa de género, inclusión y justicia sigue siendo una prueba del tiempo, recordando a todos que la lucha por la igualdad está lejos de concluir.