El enigma de los archivos clasificados del asesinato de JFK: ¿qué nos depara su liberación?
La orden ejecutiva de Donald Trump promete desclasificar miles de documentos relacionados con los asesinatos de John F. Kennedy, Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr.
Un paso hacia la transparencia histórica
El expresidente Donald Trump ha cumplido una de las promesas más intrigantes de su campaña de reelección: liberar los documentos clasificados relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963. Este misterioso capítulo de la historia estadounidense ha estado durante décadas rodeado de teorías conspirativas y especulación. Ahora, con una orden ejecutiva firmada durante su segunda administración, Trump busca arrojar luz sobre este y otros crímenes históricos: los asesinatos de Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr. En sus declaraciones, Trump aseguró que "todo se revelará". Sin embargo, la promesa no es nueva. En 2017, durante su primer mandato, también permitió la publicación de varias series de documentos relacionados, aunque cedió ante las presiones de la CIA y el FBI para mantener ciertos archivos clasificados. Según investigadores y expertos, aún quedan cerca de 3,000 documentos relacionados con el caso JFK sin ser completamente liberados.El asesinato de JFK: un evento que cambió la historia
El asesinato de John F. Kennedy en Dallas el 22 de noviembre de 1963 marcó un antes y un después en la política y sociedad de Estados Unidos. Según los registros oficiales, Lee Harvey Oswald, un exmarine que había desertado brevemente a la Unión Soviética, disparó contra el presidente desde una ventana del sexto piso del Edificio de Depósito de Libros Escolares de Texas. Dos días después, Oswald fue asesinado por el dueño de un club nocturno, Jack Ruby, mientras estaba bajo custodia policial. A pesar de las conclusiones de la Comisión Warren, que determinó que Oswald actuó solo, muchas personas creen que otras fuerzas estuvieron involucradas, desde la mafia hasta agencias gubernamentales y gobiernos extranjeros. Los documentos aún clasificados podrían contener información crucial que permita a los investigadores dar sentido a estos eventos y corroborar, o desacreditar, algunas de las teorías más discutidas.¿Qué contiene el archivo clasificado del asesinato de JFK?
Desde los años posteriores al asesinato, más de cinco millones de documentos relacionados han sido compilados en los Archivos Nacionales de Estados Unidos. Este vasto repositorio incluye informes de inteligencia, cables diplomáticos, entrevistas, memorandos y otros registros. A pesar de su volumen, se estima que algunas piezas clave sobre el asesinato permanecen en secreto debido a preocupaciones de seguridad nacional. Por ejemplo, documentos previamente desclasificados han revelado la presencia de Lee Harvey Oswald en las embajadas soviética y cubana en Ciudad de México semanas antes del asesinato. Este hecho ha alimentado aún más las teorías conspirativas sobre posibles nexos internacionales. Como explica Larry J. Sabato, experto y autor de “The Kennedy Half-Century”, “existe la posibilidad de que algo insignificante sea la punta del iceberg de un hallazgo mayor”.El asesinato de RFK y MLK: nuevas preguntas por responder
La orden ejecutiva de Trump no solo aborda el caso de JFK, sino también los asesinatos de Robert F. Kennedy en 1968 y Martin Luther King Jr. ese mismo año. La muerte de Robert F. Kennedy, quien fue baleado en un hotel de Los Ángeles mientras hacía campaña para presidente, ha sido otra fuente de controversias. Sirhan Sirhan, el responsable confeso, afirmó tener motivos políticos, pero las dudas sobre si actuó solo persisten. En cuanto a Martin Luther King Jr., el ícono del movimiento por los derechos civiles de Estados Unidos, su asesinato a manos de James Earl Ray en Memphis también ha generado teorías paralelas. Algunos creen que hubo una conspiración para silenciar a King, especialmente debido al impacto de su activismo. Con la liberación de estos documentos, podría aclararse el panorama detrás de ambos asesinatos.El proceso de liberación: plazos e incertidumbre
Según la orden ejecutiva, el director de inteligencia nacional y el fiscal general tienen 15 días para diseñar un plan de desclasificación de los documentos sobre JFK y 45 días para los casos de RFK y MLK. Sin embargo, no está claro cuánto tiempo llevará procesar y publicar los registros. Además, todavía queda la incógnita de cuánto material podrá ser liberado sin ediciones significativas. Cabe recordar que algunos documentos, como declaraciones fiscales o ciertos registros que no estaban sujetos al mandato de divulgación de 2017, podrían permanecer bajo llave indefinidamente. También se ha documentado que algunos archivos históricos han sido destruidos con el tiempo, reduciendo la posibilidad de obtener un cuadro completo.La reacción del público y los expertos
El anuncio ha despertado renovado interés tanto en investigadores académicos como en el público en general. Mientras que algunos creen que los nuevos documentos solo ofrecerán detalles menores, otros tienen la esperanza de que contengan revelaciones significativas. Como dijo Sabato, “los investigadores están buscando esa pequeña pieza que pueda cambiar todo el relato”. Sin embargo, también advirtió que las probabilidades de encontrar un hallazgo crucial son limitadas.La política detrás de la transparencia
La decisión de Trump de desclasificar estos documentos puede leerse no solo como un acto de transparencia histórica, sino también como una estrategia política. Durante su campaña, Trump aludió a las frustraciones del público sobre los secretos gubernamentales y presentó su iniciativa como un esfuerzo para “decirle la verdad al pueblo americano”. Además, el hecho de que Trump haya nombrado a Robert F. Kennedy Jr., sobrino del expresidente asesinado, como secretario de Salud en su gabinete podría tener un significado simbólico. Kennedy Jr. ha sido un crítico de las versiones oficiales del asesinato de JFK y la inclusión de su figura en el gobierno añade una capa extra de interés.El futuro de los archivos del asesinato de JFK
A medida que los documentos sean liberados, es probable que surjan nuevas preguntas y un renovado análisis sobre los eventos de noviembre de 1963. Aunque puede que no se encuentre la “pistola humeante” que confirme o desacredite teorías conspirativas, cada pieza de información contribuirá al entendimiento colectivo de este trágico evento que sigue marcando a la historia estadounidense. Este artículo fue redactado con información de Associated Press