El Último Bastión del Pato en Long Island: La Lucha de Crescent Duck Farm

Cómo una granja familiar está enfrentando la peor crisis de su historia debido a la gripe aviar y el futuro incierto de una tradición centenaria.

Un Legado en Peligro

Long Island, una región que en su apogeo fue sinónimo de producción de patos en Estados Unidos, enfrenta la posible desaparición de su última granja comercial, Crescent Duck Farm. Con un legado que se remonta al siglo XVII y una historia de lucha contra regulaciones estrictas, costos elevados y brotes de enfermedades, esta granja ha sido un símbolo de resiliencia. El reciente brote de gripe aviar ha puesto a la familia Corwin, propietaria de la granja desde 1908, al borde del abismo.

El Impacto Devastador de la Gripe Aviar

Doug Corwin, actual propietario y representante de la cuarta generación en liderar la granja, ha descrito este momento como uno de los más desgarradores en su vida. En un esfuerzo conjunto con las autoridades federales, se han sacrificado cerca de 100,000 aves tras la detección del virus en sus instalaciones. Aunque medidas como el saneamiento intensivo están en marcha, el futuro de Crescent Duck Farm cuelga de un hilo.

“Estamos completamente impactados,” dijo Corwin en una entrevista reciente. “Nunca imaginamos tener que enfrentar una crisis de esta magnitud, pero estamos tratando de avanzar paso a paso.”

El Legado de Crescent Duck Farm

Durante las décadas de 1960, Long Island albergaba más de 100 granjas de patos, llegando a producir hasta el 66% del suministro nacional. Sin embargo, factores como la expansión suburbana y la competencia con operaciones más grandes han reducido esta cifra a una sola granja: Crescent Duck Farm. Gracias a un compromiso con la calidad y la innovación, esta operación ha mantenido su relevancia en el mercado, suministrando patos a restaurantes de alta gama en Nueva York y otras regiones del noreste.

La clave del éxito de Crescent Duck Farm ha sido el desarrollo de patos conocidos por su pechuga carnosa y la justa cantidad de grasa que asegura una cocción tierna y jugosa. Esta calidad superior la ha diferenciado de la competencia y le ha permitido sobrevivir donde otros han fallado.

El Desafío de la Vacunación

Una de las soluciones a largo plazo que Doug Corwin y otros pequeños productores han propuesto es la vacunación de aves contra la gripe aviar. Sin embargo, esta medida enfrenta resistencia por parte de grandes operadores industriales, quienes temen que afecte las exportaciones internacionales. Sin la vacunación, pequeñas operaciones como Crescent Duck Farm continúan siendo vulnerables a brotes que podrían destruirlas por completo.

“No estoy seguro de cómo el virus llegó a nosotros, pese a todas las precauciones que tomamos,” confesó Corwin. “Impusimos protocolos estrictos, pero claramente no fue suficiente.”

Lo Que Está en Juego

Además de las implicaciones económicas, la desaparición de Crescent Duck Farm podría significar el fin de una tradición única en Long Island. La granja tiene planeado utilizar miles de huevos que lograron salvar del brote para intentar reconstruir su población avícola. No obstante, esta estrategia está llena de incertidumbres y dependerá de múltiples factores, desde la erradicación completa del virus hasta políticas más favorables para pequeños productores.

Una Esperanza Frágil

A pesar de los desafíos, Corwin sigue comprometido con encontrar una solución para mantener a Crescent Duck Farm en operación. “Si dejar de cultivar patos no es una opción, no estoy seguro de qué más podríamos hacer,” dijo. Este comentario encapsula no solo su lucha personal, sino también el desafío más amplio que enfrentan los pequeños agricultores en un mercado dominado por grandes corporaciones.

El tiempo dirá si esta granja logra sobrevivir y continuar su legado, pero por ahora, la historia de Crescent Duck Farm es un recordatorio de la importancia de preservar tradiciones y negocios familiares frente a adversidades imprevistas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press