La comunidad haitiana en Springfield: fe, miedo y resiliencia frente a la incertidumbre migratoria
La lucha por la permanencia bajo el Estatus de Protección Temporal para miles de haitianos que enfrentan incertidumbre bajo las políticas migratorias de Trump.
En el corazón de Springfield, Ohio, la comunidad haitiana enfrenta tiempos de incertidumbre y temor. Las políticas migratorias del expresidente Donald Trump, junto con la posibilidad de que el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) expire en 2026, han provocado una mezcla de ansiedad, resiliencia y fervor religioso entre los migrantes.
Un refugio espiritual en tiempos de incertidumbre
La Primera Iglesia Evangélica Haitiana de Springfield se ha convertido en un bastión de esperanza. Durante los servicios dominicales, el pastor Reginald Silencieux lidera oraciones no solo por su comunidad, sino también por los Estados Unidos y el propio expresidente Trump. “Yo pedí a Dios que proteja a mi pueblo,” afirmó Silencieux con un semblante reflexivo.
Sin embargo, no todos encuentran consuelo en estos servicios. Algunos miembros de la comunidad prefieren quedarse en casa por miedo a los agentes migratorios y las noticias de redadas en otras ciudades.
El impacto del miedo en la vida diaria
Viles Dorsainvil, líder del Centro de Ayuda y Apoyo a la Comunidad Haitiana de Springfield, describe un panorama preocupante. “La comunidad está en pánico,” declara, subrayando la influencia de los arrestos reportados en los medios. Calles que alguna vez estuvieron vibrantes ahora lucen desiertas.
En ese contexto, negocios locales como Milokan Botanica, dirigido por Jacob Payne, también reflejan el cambio. Payne comenta que las preocupaciones actuales pasan del miedo a la discriminación a un temor constante por las deportaciones.
Las pérdidas humanas detrás de las restricciones migratorias
Casos como el de Romane Pierre subrayan las tragedias personales vinculadas con los problemas migratorios. Pierre, quien llegó a Springfield en 2020 huyendo de la violencia en Haití, recordó la muerte de su hija de 8 años en Puerto Príncipe. “La llevamos al hospital en la mañana, pero ya había muerto,” lamenta. Hoy, Pierre se aferra al TPS como su única vía para proporcionar seguridad a su familia mientras trabaja en el restaurante haitiano Rose Gaute.
Un futuro incierto para el TPS
El TPS, que permite permanecer legalmente a miles de haitianos en Estados Unidos, vencerá en febrero de 2026. Adicionalmente, las declaraciones y decisiones del expresidente Trump, como la reducción de programas de ayuda humanitaria para Haití, agravan la situación. Estas medidas podrían tener un impacto “catastrófico” en el país caribeño, según Leslie Voltaire, presidente del consejo presidencial transitorio de Haití.
Voltaire señaló que la violencia de las pandillas y la inseguridad rampante hacen imposible que los migrantes regresen a su país natal. Actualmente, la mitad de los 11.4 millones de habitantes del país enfrenta hambre, resultando en una crisis humanitaria sin precedentes.
Una conexión global en busca de apoyo
En otras partes de Estados Unidos, líderes religiosos y grupos interconfesionales se suman al esfuerzo apoyando a migrantes y buscando ofrecer alternativas de seguridad y consuelo. La conexión entre la fe y los movimientos de resistencia se ha convertido en un vínculo crucial para estas comunidades en peligro.
Esperanza y resistencia en comunidad
A pesar de la incertidumbre, la comunidad haitiana de Springfield se mantiene resiliente. Desde círculos de oración hasta reuniones comunitarias, los haitianos continúan encontrando formas de fortalecerse mutuamente. “Dios, habla con el señor Trump y haz algo por los haitianos,” ruega Pierre, encapsulando la esperanza de toda una comunidad.
El futuro de esta población, dependiente de decisiones políticas, está en juego. La lucha por la seguridad, la estabilidad y el derecho a soñar en un nuevo hogar sigue siendo el centro de su existencia, impulsada por la fe y la unidad.