Lindsey Vonn regresa a las pistas: Un nuevo capítulo de superación en el esquí alpino

La icónica esquiadora supera el dolor físico con determinación, apuntando a los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina 2026.

El regreso de una leyenda

Cuando Lindsey Vonn anunció su retiro en 2019, el mundo del esquí alpino creyó despedirse para siempre de una de las más grandes deportistas de la historia. Sin embargo, contra las expectativas, la cuatro veces ganadora de la Copa del Mundo regresó al circuito en 2025, ahora a sus 40 años y con una parte de su rodilla derecha reemplazada por titanio. Este retorno no solo despierta admiración, sino que abre un nuevo capítulo en la historia de resiliencia del deporte.

¿Cómo enfrenta Lindsey Vonn la pendiente de Saalbach-Hinterglemm?

El descenso en el campeonato mundial, conocido por ser uno de los más desafiantes incluso para los atletas más jóvenes, fue descrito por Vonn como "divertido". En su primera sesión de entrenamiento, la veterana esquiadora aseguró que las abruptas pendientes y los aterrizajes, en otro tiempo una pesadilla para sus debilitadas rodillas, ya no le causan dolor.

"Esta probablemente sea la peor pista para alguien con rodillas malas, pero me sentí genial", comentó Vonn tras terminar en el puesto 20 de la primera práctica. "Me recordó cuando aprendía a esquiar en Vail. Realmente disfruté".

Una temporada dedicada a la preparación

El regreso de Vonn tiene una meta clara: competir en los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina 2026. "Esta temporada se trata de descubrir qué se necesita para tener éxito el próximo año", declaró en una entrevista previa. Para ello, ha decidido participar en varias competiciones, incluido el super-G y el evento combinado por equipos.

A pesar de su espíritu competitivo, Vonn afirmó que las sesiones de entrenamiento actuales no son un reflejo de su capacidad total. "Realmente no tienen peso para mí porque las uso para probar cosas. Estoy con mi chaqueta puesta, todas mis protecciones y probando botas diferentes", explicó.

El impacto de Vonn en el esquí

Vonn comenzó su carrera a nivel mundial en la década de 2000, y aún mantiene el récord de victorias en descensos en la historia del esquí alpino femenino. Con su regreso, no solo busca conseguir más títulos sino también inspirar a una nueva generación de atletas.

“Lindsey Vonn no es solo una competidora; es un ícono”, comentó un analista deportivo en NBC. Su historia de superación, combinando lesiones devastadoras con determinación inquebrantable, la ha consolidado como un modelo a seguir dentro y fuera de las pistas.

La competencia: un vistazo al futuro

En el primer entrenamiento, Laura Gut-Behrami, Breezy Johnson y Federica Brignone ocuparon los tres primeros puestos. Sin embargo, Vonn parece más interesada en su preparación personal que en los resultados inmediatos. "Veremos cómo me siento en la pista el sábado," indicó, refiriéndose a la principal carrera de descenso.

Con dos sesiones más de entrenamiento antes del gran evento, los fanáticos y críticos estarán atentos a cualquier signo de mejora en su rendimiento, mientras la propia Lindsey sigue enfocada en el aprendizaje y ajuste que solo este tipo de competencias puede ofrecerle.

Más allá del deporte: La inspiración de Lindsey Vonn

Además de su retorno competitivo, Vonn ha sido una defensora abierta de la salud mental y física en los deportes. En los últimos años, ha aprovechado su plataforma para hablar sobre las dificultades de manejar la presión, las lesiones y la vida posterior al retiro. Este regreso también simboliza su lucha contra las adversidades, mostrando que los atletas, al igual que cualquier persona, pueden reinventarse a cualquier edad.

Ahora, mientras mira hacia los Juegos Olímpicos de 2026, queda claro que Lindsey Vonn no solo busca seguir haciendo historia en el esquí sino también inspirar a una comunidad global de seguidores mediante su valentía, resistencia y amor por el deporte.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press