Estados Unidos intensifica medidas contra Maduro con la incautación de un segundo avión
La administración Trump apunta a un nuevo golpe contra el gobierno venezolano al confiscar otra aeronave usada por altos funcionarios de Maduro.
Una nueva ofensiva contra el régimen de Maduro
El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, continúa su presión sobre el régimen de Nicolás Maduro con la incautación de un segundo avión utilizado por el mandatario venezolano y sus altos funcionarios. En esta ocasión, la aeronave Dassault Falcon 200, que se encuentra en la República Dominicana, pasará a manos de las autoridades estadounidenses en cumplimiento de sanciones impuestas contra el gobierno de Caracas.
Marco Rubio lidera la acción
El secretario de Estado, Marco Rubio, hará el anuncio oficial durante su visita a Santo Domingo, la última parada de su gira por cinco países de Centroamérica. Según documentos del Departamento de Estado obtenidos por diversos medios, la incautación fue posible gracias a la aprobación de una solicitud para congelar parte de los fondos de ayuda extranjera y destinar más de $230,000 para costear el almacenamiento y mantenimiento del avión.
Esta es la segunda aeronave de Maduro confiscada en menos de un año. La primera, un Dassault Falcon 900EX valuado en $13 millones, fue incautada en septiembre de 2024 después de que las autoridades descubrieran que allegados a Maduro intentaron ocultar su posesión a través de una compañía fantasma en el Caribe.
Violaciones a las sanciones internacionales
El avión Dassault Falcon 200 ha sido utilizado frecuentemente por Maduro y sus principales colaboradores, incluidos su vicepresidente y ministro de Defensa, para realizar viajes a Rusia, Turquía, Grecia y Cuba. Según el Departamento de Estado, estos vuelos violan las sanciones impuestas por EE.UU. contra Venezuela, lo que justificó la acción legal de incautación.
Las represalias de EE.UU. contra Venezuela
La incautación del avión ocurre poco después de la visita del enviado especial de Trump, Richard Grenell, a Caracas. Durante ese viaje, Grenell mantuvo conversaciones con Maduro con el objetivo de repatriar a ciudadanos venezolanos que ingresaron ilegalmente a EE.UU. Como parte de esos encuentros, el gobierno venezolano liberó a seis estadounidenses que se encontraban detenidos en el país sudamericano.
El impacto en la relación Estados Unidos-Venezuela
Desde la imposición de sanciones en 2017, las relaciones entre Washington y Caracas han sido sumamente hostiles. Estados Unidos ha respaldado activamente a la oposición venezolana, encabezada por Juan Guaidó, y ha implementado restricciones económicas severas que han afectado las finanzas del gobierno de Maduro.
Las sanciones han incluido restricciones al comercio de petróleo, congelamiento de activos en territorio estadounidense y la imposición de medidas contra figuras clave del régimen. Maduro y sus aliados han denunciado estas acciones como un intento de “imposición imperialista”, mientras que la administración de Trump sostiene que las presiones son necesarias para restaurar la democracia en Venezuela.
¿Qué sigue?
Con Rubio al frente de la diplomacia estadounidense en la región, es probable que las presiones contra Maduro continúen en aumento. Esta última incautación es una señal clara de que Washington seguirá utilizando todas las herramientas a su disposición para debilitar al régimen venezolano y limitar su margen de maniobra internacional.