Marco Rubio y la política exterior de Trump en Centroamérica
El nuevo secretario de Estado de EE.UU. impulsa acuerdos migratorios y redefine la ayuda internacional
El enfoque de Trump en Centroamérica
Durante su gira por Centroamérica, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, ha llevado una serie de mensajes clave que refuerzan la política exterior de la administración de Donald Trump. En particular, sus declaraciones sobre Gaza, la reestructuración de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y nuevos acuerdos migratorios con Guatemala y El Salvador han generado un intenso debate.
¿Un nuevo modelo para Gaza?
Rubio llamó la atención al referirse a la propuesta de Trump de convertir Gaza en "la Riviera de Medio Oriente". Según el secretario de Estado, la idea busca ofrecer una alternativa para la reconstrucción de una región devastada: "No fue un movimiento hostil; fue una oferta generosa", afirmó Rubio. No obstante, la propuesta ha generado dudas sobre su viabilidad y su recepción entre los palestinos.
USAID y su drástico cambio de rumbo
Otra de las decisiones más llamativas de Rubio ha sido el retiro de la mayoría de los trabajadores de USAID en el extranjero, citando falta de cooperación y preocupaciones sobre cómo se estaban distribuyendo los fondos. “Lo que sería un regalo para nuestros rivales geopolíticos es miles de millones de dólares en ayuda exterior que no estén alineados con los intereses nacionales de Estados Unidos”, defendió Rubio.
La agencia, que ha sido clave en iniciativas de desarrollo global desde la década de 1960, ahora está bajo un escrutinio más intenso. Está por verse cómo este rediseño afectará los proyectos actuales en América Latina, el África subsahariana y el sudeste asiático.
Acuerdos migratorios con Guatemala y El Salvador
El tema de la migración ha sido un punto central de la visita de Rubio. El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, anunció un aumento del 40% en los vuelos de deportación, incluyendo ciudadanos de otras nacionalidades. “Hemos acordado recibir y facilitar la deportación de estas personas a sus países de origen con financiamiento de Estados Unidos”, explicó Arévalo.
El Salvador, por su parte, aceptará deportados de cualquier nacionalidad, incluyendo residentes legales y estadounidenses condenados por crímenes violentos. Este compromiso fue anunciado por el presidente Nayib Bukele, cuya política de seguridad ha sido un modelo para otros países de la región.
Desafíos y controversias
Estos avances no han estado exentos de críticas. Analistas han señalado que el compromiso de Guatemala y El Salvador para recibir más deportados crea retos humanitarios y logísticos. Además, la aplicación de estas medidas podría enfrentar conflictos legales en Estados Unidos.
Por otro lado, la decisión de modificar USAID levanta preocupaciones sobre el impacto en programas críticos. Según datos oficiales, en 2023 la agencia invirtió más de $14,000 millones en proyectos globales que incluyen la lucha contra pandemias, educación y acceso a agua potable.
El futuro de la estrategia de EE.UU.
La política exterior de Trump bajo el liderazgo de Rubio sigue marcando una clara inclinación hacia acuerdos bilaterales pragmáticos y una reestructuración de la cooperación internacional, enfocada en los intereses estratégicos estadounidenses. Para los gobiernos de Centroamérica, esta nueva estrategia representa tanto oportunidades como grandes desafíos.