Kareem Hunt y Matt Araiza: De la sombra a la gloria en el Super Bowl

Dos jugadores con historias llenas de altibajos encuentran redención en los Kansas City Chiefs y buscan conquistar otro campeonato

Un camino de segundas oportunidades

El Super Bowl es el escenario donde las historias de redención se escriben con tinta dorada. Dos figuras que hace no mucho vieron sus carreras tambalearse, Kareem Hunt y Matt Araiza, han encontrado en los Kansas City Chiefs la oportunidad de reivindicarse y regresar a la élite del fútbol americano.

Mientras Hunt vivió las consecuencias de una dura controversia en su primer paso por Kansas City, Araiza enfrentó acusaciones legales que lo dejaron fuera de la NFL por más de un año. Ahora, ambos comparten el mismo sueño: levantar el trofeo Vince Lombardi y demostrar que las segundas oportunidades pueden traducirse en éxito.

Kareem Hunt: Caída y resurgir de un corredor estrella

Seleccionado por los Chiefs en el draft del 2017 en la tercera ronda, Hunt irrumpió en la liga con una temporada de novato impresionante, acumulando más de 1,300 yardas terrestres y ganando una invitación al Pro Bowl.

Sin embargo, su ascendente carrera sufrió un golpe en noviembre de 2018 cuando se hizo público un video en el que se le veía pateando a una mujer en un hotel de Cleveland. Aunque no fue sometido a cargos, los Chiefs decidieron liberarlo inmediatamente. Hunt cumplió una suspensión de ocho partidos por violar la política de conducta personal de la NFL antes de firmar con los Cleveland Browns, donde pasó varias temporadas como elemento clave en su ofensiva.

En 2023, una cirugía deportiva lo dejó sin equipo al inicio de la temporada, pero la necesidad de los Chiefs por reforzar su juego terrestre tras una lesión de Isiah Pacheco le abrió las puertas para volver a la franquicia que lo vio despegar. “Me siento bendecido de poder regresar y ayudar a este equipo”, dijo Hunt en entrevista antes del Super Bowl.

Matt Araiza: Del apodo Punt God a la incertidumbre

Araiza, quien brilló en el fútbol colegial con sus espectaculares despejes en San Diego State, fue apodado “Punt God” por su extraordinaria capacidad para ganar posiciones de campo con su potente pierna. Todo parecía indicar que tendría una próspera carrera en la NFL cuando los Buffalo Bills lo eligieron en el draft del 2022.

Sin embargo, poco después de debutar en la pretemporada, fue cortado por los Bills tras enfrentar una demanda por supuesta participación en una agresión sexual en grupo. Con el tiempo, las investigaciones concluyeron que no había base para presentar cargos en su contra, pero el daño a su reputación y carrera ya estaba hecho.

Los Chiefs vieron más allá del escándalo y, tras realizar su propia evaluación, le dieron una oportunidad para competir por el puesto de despejador titular. “Fue un proceso difícil, pero nunca dejé de creer que este era mi lugar”, expresó Araiza en una reciente conferencia de prensa.

El Super Bowl como escenario de reivindicación

Para ambos jugadores, el partido por el campeonato no solo es la oportunidad de ganar un anillo, sino también de demostrar que han aprendido y madurado a partir de sus experiencias. Andy Reid, entrenador de los Chiefs, es conocido por dar segundas oportunidades a jugadores talentosos con pasados complicados. “Aquí no se trata solo de jugar fútbol, sino también de darle a la gente la oportunidad de crecer y redimirse”, comentó Reid en relación con Hunt y Araiza.

Su rol en el equipo podría ser crucial. Hunt aporta experiencia y versatilidad al ataque terrestre de Kansas City, que necesita dinamismo ante la temible defensiva de los Philadelphia Eagles. Por su parte, Araiza tendrá la responsabilidad de que sus despejes ayuden al equipo a ganar la batalla de posición de campo.

Las segundas oportunidades en la NFL

La historia de Hunt y Araiza no es única en la NFL. La liga ha sido testigo de múltiples casos de jugadores que logran resucitar sus carreras después de enfrentar adversidades. Michael Vick, quien regresó a la liga después de cumplir una condena en prisión por su participación en peleas de perros, o Josh Gordon, quien luchó con múltiples sanciones por abuso de sustancias, son solo algunos ejemplos.

Por supuesto, la posibilidad de redención en la liga no es universal. Muchos jugadores han quedado en el olvido por decisiones cuestionables o por no recibir otra oportunidad. La diferencia en el destino de estos casos frecuentemente recae en el talento del jugador y la percepción del público y la franquicia.

Hunt y Araiza saben que la lupa está sobre ellos y que solo el desempeño y la constancia podrán cambiar la narrativa en torno a sus nombres.

Un desenlace por escribirse

Cuando el Super Bowl arranque, bajo las luces del Superdome de Nueva Orleans, estos jugadores tendrán la oportunidad de cerrar un capítulo tumultuoso y comenzar un nuevo relato. Para ellos, ganar el campeonato no solo se trata de conseguir un trofeo, sino de cimentar un nuevo legado basado en el aprendizaje y la superación.

Las segundas oportunidades en el deporte y en la vida son raras, y tanto Hunt como Araiza han demostrado que se aferran a la suya con determinación. Ahora, el destino les ha colocado en una posición inmejorable para demostrar que, en el fútbol americano y fuera de él, lo más importante no es solo caer, sino levantarse con más fuerza.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press