El futuro de la USAID bajo la administración Trump: ¿Desmantelamiento o reestructuración?

La drástica reducción de empleados y programas bajo la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) genera polémica y desafíos legales.

Una drástica reestructuración

La administración de Donald Trump ha provocado un cisma en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) con una reducción significativa de su personal y programas. De 8,000 empleados y contratistas, la agencia pasaría a operar con menos de 300 trabajadores. Además, los empleados contratados localmente en el extranjero, estimados en 5,000, también enfrentarían recortes en su número y alcance de funciones.

Elon Musk y la nueva dirección de la USAID

Uno de los factores clave en esta reestructuración es la influencia del empresario Elon Musk, aliado de Trump y líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Musk ha abogado por recortes presupuestarios drásticos, apuntando a la reducción de lo que considera burocracia ineficiente.

Según un comunicado del secretario de Estado Marco Rubio, el gobierno seguirá brindando ayuda internacional, pero “será una asistencia alineada con los intereses nacionales de EE.UU.”.

La respuesta de los empleados y el Congreso

El recorte masivo ha provocado una reacción inmediata de asociaciones de trabajadores federales y legisladores. Organizaciones como la American Foreign Service Association y la American Federation of Government Employees han presentado demandas para revertir la orden, argumentando su ilegalidad sin la aprobación del Congreso.

El senador demócrata Chris Coons denunció que la medida pone en riesgo millones de vidas en países que dependen de programas de USAID: “Este no es solo un ataque a los trabajadores, sino a la imagen global de Estados Unidos como líder humanitario”.

El panorama internacional

El desmantelamiento de la agencia impacta de manera inmediata en regiones vulnerables. Programas de salud pública, ayuda ante desastres y apoyo a la democracia han quedado suspendidos. Las consecuencias humanitarias son difíciles de calcular, pero impactarán a países como Afganistán, Haití y Sudán del Sur, donde la USAID ha desempeñado un papel crucial.

Un golpe a la cooperación global de EE.UU.

El cambio de rumbo en la USAID podría significar una abdicación del papel internacional de liderazgo que Estados Unidos ha mantenido durante décadas. Desde su fundación en 1961 bajo la administración de John F. Kennedy, la agencia ha sido clave en proyectos de desarrollo, construcción de infraestructura y asistencia en situaciones de crisis.

La decisión de eliminar estos programas también está generando desconfianza entre los aliados de EE.UU., quienes dependen de su financiamiento para múltiples proyectos de cooperación internacional.

¿Reversión o consolidación?

No está claro si la reducción de personal y financiamiento será permanente o si se trata de una reestructuración temporal hasta que la administración decida qué programas reactivar. Sin embargo, con la influencia de Musk y los planes presupuestarios republicanos, muchos expertos prevén que esta sea una consolidación a largo plazo de un gobierno mucho más reducido en términos de cooperación internacional.

A medida que los tribunales y el Congreso lidian con los desafíos legales a esta decisión, queda por ver si la USAID logrará mantenerse a flote o si se convertirá en un reflejo de un Estados Unidos cada vez más centrado en su política interna y aislacionismo económico.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press