La batalla política en Montana: ética, poder y corrupción

El caso de Jason Ellsworth sacude el Senado de Montana y desata una lucha de poder entre republicanos y demócratas

Una crisis política en el Senado de Montana

La política estadounidense a nivel estatal rara vez capta la atención nacional, pero cuando se combina el poder con acusaciones de corrupción y maniobras partidistas, la historia se convierte en un espectáculo. Es el caso de Montana, donde el Senado estatal ha sido sacudido por un escándalo que involucra al exlíder Jason Ellsworth.

Las acusaciones contra Ellsworth, un republicano de Hamilton, giran en torno a la adjudicación de contratos estatales sin licitación competitiva, beneficiando a un antiguo socio de negocios. Como resultado, el Senado de Montana ha protagonizado un enfrentamiento entre sus miembros, culminando en la decisión de enviar el caso al Departamento de Justicia estatal en lugar de continuar con una investigación interna del comité de ética.

¿Qué hizo Jason Ellsworth?

La controversia surgió tras conocerse que Ellsworth otorgó contratos estatales por un total de $170,100 a Bryce Eggleston, un antiguo socio de negocios. Sin embargo, en lugar de emitir una única licitación superior a los $100,000 (lo que habría requerido un proceso de competencia pública), el contrato se dividió en dos partes para sortear estas normativas.

El trabajo otorgado a Eggleston consistía en supervisar la implementación de leyes propuestas por los republicanos para limitar el poder de los tribunales de Montana. La falta de experiencia de Eggleston en la materia y el procedimiento empleado para adjudicarle el contrato generaron serias dudas sobre la legalidad y ética del proceso.

El Senado de Montana en llamas

Cuando se hizo pública la investigación interna del Senado contra Ellsworth, los líderes republicanos intentaron retirarlo de su puesto en el comité de Finanzas y Reclamos. Sin embargo, en una sorpresiva alianza, los demócratas y un grupo minoritario de republicanos lograron que el caso fuera remitido al fiscal general de Montana, Austin Knudsen.

El líder de la minoría en el Senado, Pat Flowers, argumentó que los republicanos estaban juzgando a Ellsworth con una clara motivación política, lo que hacía imposible un juicio justo dentro del Senado. Al enviar el caso al Departamento de Justicia, Flowers intentó asegurarse de que las denuncias se investiguen lejos de la arena política.

Reacciones explosivas

La sesión del Senado se convirtió en un campo de batalla con acusaciones cruzadas entre los legisladores. El senador republicano Daniel Emrich anunció que intentaría expulsar tanto a Ellsworth como a Flowers, lo que desató una airada respuesta de los demócratas.

El senador John Fuller expresó su furia de manera contundente: “Estoy enojado. Estoy avergonzado y enojado. Y no quieres verme enojado porque se sabe que guardo rencor por mucho tiempo”. Mientras tanto, el senador Tom McGillvray afirmó que había estado en contacto directo con el fiscal general Knudsen, asegurando que el Departamento de Justicia no tenía la capacidad de asumir el caso. No obstante, sus declaraciones fueron ampliamente disputadas por los senadores demócratas con formación legal.

Implicaciones políticas del escándalo

Más allá de los aspectos legales, la controversia en torno a Jason Ellsworth refleja una lucha interna dentro del Partido Republicano de Montana. Los republicanos más conservadores han intentado marginar a Ellsworth, visto como una figura moderada capaz de negociar con los demócratas en temas clave como Medicaid expandido.

Desde el inicio de la sesión legislativa de 2025, un grupo de republicanos moderados ha trabajado junto con los demócratas para asegurarse de que ciertos proyectos de ley no sean bloqueados por la facción más radical del partido. Esto ha generado una enorme tensión entre los sectores más duros del Partido Republicano, que ven estas acciones como una traición interna.

¿Qué sigue para Ellsworth?

Ahora que el caso ha sido enviado al fiscal general Austin Knudsen, se espera una investigación más completa sobre las acciones de Ellsworth. Si se le encuentra culpable de mala conducta oficial, podría enfrentar hasta seis meses de prisión.

Sin embargo, el contexto político de Montana añade una capa de incertidumbre a la investigación. Knudsen, también republicano, podría enfrentar presiones dentro de su propio partido sobre cómo manejar el caso. Mientras tanto, la imagen del Senado estatal ha sido profundamente afectada por este episodio, demostrando una vez más que el poder y la corrupción suelen ir de la mano en la política estadounidense.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press