La frágil tregua en Gaza: ¿El fin del hambre o una crisis inminente?
El alivio temporal de la hambruna en Gaza podría derrumbarse si la tregua entre Israel y Hamas colapsa.
Desde el comienzo de la tregua en Gaza el pasado 19 de enero, la cantidad de ayuda humanitaria que ingresa al territorio ha aumentado significativamente. Según Tom Fletcher, jefe humanitario de la ONU, esto ha permitido reducir los niveles de hambre en la región. Sin embargo, advierte que la situación sigue siendo precaria y podría revertirse rápidamente si el cese al fuego se rompe.
La crisis humanitaria antes de la tregua
Durante los meses previos, Gaza se encontraba al borde de una hambruna generalizada. La escasez de alimentos, medicinas y suministros básicos afectaba a más de dos millones de personas, muchas de ellas desplazadas por el conflicto. Diferentes organismos internacionales alertaron sobre la posibilidad de una catástrofe humanitaria, especialmente en el norte de Gaza, que quedó prácticamente aislado por los combates.
En diciembre, Cindy McCain, directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, expresó su preocupación en una entrevista con CBS: “No podemos quedarnos de brazos cruzados y permitir que esta gente muera de hambre”. La presión internacional, incluida la de la administración Biden, llevó a Israel a autorizar el ingreso de 600 camiones con ayuda humanitaria al día.
El impacto de la ayuda humanitaria
Desde que la tregua entró en vigor, más de 12,600 camiones con ayuda han ingresado a Gaza, suministrando alimentos, medicinas y otros artículos esenciales. Aunque los niveles de desnutrición extrema han disminuido, Fletcher enfatiza que la situación sigue siendo grave: “Las condiciones son terribles y la gente aún pasa hambre”.
Además de alimentos, otro reto importante es la propagación de enfermedades debido a la falta de acceso a agua potable y servicios médicos adecuados. La ONU ha llamado a incrementar la distribución de suministros de salud y refugios temporales, ya que muchas familias están regresando a sus hogares destruidos en medio del invierno.
El miedo a una nueva crisis
A pesar del alivio temporal, el futuro sigue siendo incierto. Si la tregua se rompe, los niveles de hambre podrían aumentar de nuevo hasta alcanzar el nivel de hambruna, definido como al menos dos muertes diarias por cada 10,000 personas debido a la falta de alimento.
Fletcher, quien visitó Gaza y observó de primera mano la devastación, describe un escenario desolador: “Es como una película de terror. Solo ves ruinas, no puedes diferenciar entre una escuela, un hospital o una casa”. También menciona que, a pesar del sufrimiento, muchos residentes muestran resiliencia y determinación para reconstruir sus vidas.
Un llamado a la comunidad internacional
Organismos humanitarios han reiterado la necesidad de mantener y expandir el acceso de ayuda a Gaza. Además de los suministros básicos, se requieren medidas a largo plazo para garantizar estabilidad y evitar que el hambre regrese a niveles críticos.
Mientras tanto, las conversaciones para extender la tregua continúan, aunque persisten dudas sobre su viabilidad. Si fracasan, Gaza podría enfrentarse nuevamente a una crisis humanitaria catastrófica.