Elon Musk y su relación con Trump: ¿El fin de las investigaciones contra Tesla?
El magnate sudafricano ha tejido una estrecha alianza con el expresidente estadounidense. ¿Cuánto afectará esto a las regulaciones sobre seguridad e investigaciones federales contra Tesla?
Un nuevo panorama para Tesla
Desde hace años, Elon Musk ha criticado la intervención del gobierno de los EE.UU. en sus negocios, particularmente en Tesla. Investigaciones sobre la seguridad de sus vehículos autónomos, acusaciones sobre publicidad engañosa y mandatos para la publicación de datos de accidentes han sido algunos de los múltiples escollos que ha enfrentado su imperio.
Sin embargo, la reciente cercanía entre Musk y Donald Trump podría cambiar drásticamente la situación. Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, la administración ha mostrado una clara tendencia a reducir la regulación y supervisión gubernamental en las empresas más influyentes del país. Tesla, cuya investigación criminal por parte del Departamento de Justicia sigue abierta, podría beneficiarse directamente de esta estrategia.
Investigaciones en riesgo de desaparecer
Las posibles acciones del gobierno de Trump podrían tener un impacto significativo en la supervisión sobre Tesla:
- Se podrían desestimar las investigaciones de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), que analiza varios accidentes donde la conducción autónoma de Tesla estuvo involucrada.
- El Departamento de Justicia podría cerrar la averiguación sobre si Tesla exageró o falseó las capacidades de conducción autónoma de sus vehículos.
- Se eliminaría el requisito de que las empresas automovilísticas reporten colisiones en las que intervengan tecnologías como el Autopilot de Tesla.
Missy Cummings, exasesora de seguridad en la NHTSA, advierte que la anulación de estas investigaciones sería peligrosa. “He perdido la cuenta de cuántas investigaciones hay abiertas contra Tesla. Todas desaparecerán si Musk tiene el control”, afirma.
Las consecuencias para la seguridad
El mayor temor entre los críticos es que la ausencia de regulación gubernamental incremente los accidentes fatales. Existen múltiples casos de Teslas en Autopilot que han estado involucrados en colisiones, algunas de ellas mortales. Un ejemplo es el de Naibel Benavides León, una joven atropellada por un Tesla en modo automático en una carretera de Florida.
“Este tipo de tecnología debe ser investigada cuando falla”, insiste Neima Benavides León, hermana de la fallecida. “No podemos permitir que un producto defectuoso siga operando sin supervisión”.
Tesla y su fortuna en juego
Además de la seguridad, está en juego el futuro financiero de Tesla. Musk ha señalado en repetidas ocasiones que la autonomía total de los vehículos eléctricos es clave para el éxito de la compañía. En 2022, llegó a declarar que la diferencia entre el éxito y el fracaso de Tesla radicaba en el dominio total de la conducción autónoma.
El mercado también parece interpretarlo así. Con la llegada de Trump al poder y la posibilidad de menos regulaciones, las acciones de Tesla han aumentado. Sin embargo, analistas advierten que la falta de control gubernamental podría terminar dañando la credibilidad de la compañía y provocar problemas legales a largo plazo.
La discreta influencia de Musk en Washington
Aunque Musk ha negado haber pedido favores a Trump, su influencia en la administración es evidente. Su nuevo rol como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) le otorga un acceso sin precedentes a las regulaciones federales.
Daniel Ives, analista de Wall Street, lo resume perfectamente: “Tesla ha encontrado a su mayor aliado en Trump. La relación entre ambos puede significar el fin del control regulador sobre la empresa”.
El futuro de Tesla en la era Trump
Mientras los reguladores luchan por mantenerse relevantes en un mundo cada vez más influenciado por las grandes corporaciones, parece que Tesla y Elon Musk han tomado la delantera. La pregunta que queda en el aire es: ¿a costa de qué?