Las tasas de interés en EE.UU.: ¿Se vienen menos recortes de lo esperado?
Las expectativas sobre los recortes de tasas de la Reserva Federal cambian a medida que el mercado laboral se mantiene sólido y las políticas económicas de Trump generan incertidumbre.
Un cambio en las expectativas de la Reserva Federal
En los últimos meses, el panorama de los recortes de tasas de interés en Estados Unidos ha cambiado drásticamente. En diciembre de 2024, los funcionarios de la Reserva Federal señalaron que podrían realizar hasta dos recortes en 2025. Sin embargo, con un mercado laboral resistente y una inflación que no cede lo suficiente, los economistas y los inversores de Wall Street se muestran cada vez más escépticos.
De acuerdo con un informe reciente de economistas de Morgan Stanley, ahora solo se espera un solo recorte de tasas este año. Los inversionistas en el mercado de futuros también alinean sus expectativas y creen que ese único recorte ocurriría en julio.
¿Qué significa esto para los consumidores y empresas?
Menos recortes implican que las tasas de interés podrían seguir altas por más tiempo. Esto se traduce en costos elevados de financiamiento para hipotecas, préstamos automotrices, tarjetas de crédito y préstamos empresariales. Aunque las tasas hipotecarias están vinculadas al rendimiento del bono del Tesoro a 10 años (que puede moverse independiente de las decisiones de la Fed), una política monetaria más rígida reduce las posibilidades de que esas tasas bajen pronto.
Powell y su testimonio en el Congreso
Esta semana, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, comparecerá ante comités del Congreso. Durante estas audiencias, se le podría presionar para que actúe con mayor rapidez en la reducción de tasas. Sin embargo, varios funcionarios han dejado claro que la Fed prefiere mantener la cautela.
El gobernador de la Fed, Adriana Kugler, comentó que el mercado laboral sigue estable y que esto les da margen para evaluar decisiones con calma. “La inflación ha permanecido sin cambios desde el otoño y eso nos da razones para ser más prudentes”, destacó.
Las políticas de Trump, un factor de incertidumbre
Otro factor importante es la influencia de la nueva administración de Donald Trump. Sus planes de aumentar aranceles, endurecer políticas migratorias y reducir regulaciones crean incertidumbre en el pronóstico de la Fed sobre la economía.
Por ejemplo, si Trump impone amplios aranceles, algunos expertos indican que los costos de importación subirían y generarían inflación. Otros argumentan que la desregulación podría impulsar la oferta y reducir los precios.
El mercado laboral sigue robusto
El informe de empleo más reciente mostró que se añadieron una cantidad sólida de nuevos puestos de trabajo y que la tasa de desempleo cayó nuevamente al 4%. Con un mercado laboral resiliente, la Fed no siente la misma urgencia para reducir tasas como lo hizo en septiembre pasado, cuando un enfriamiento en la contratación generó temores de recesión.
Los analistas de Bank of America afirmaron que el sólido informe de empleo los hace dudar de que haya más recortes este año: “Refuerza nuestra confianza de que el ciclo de recortes de la Fed ha terminado”, escribieron en su informe.
¿Qué esperar en los próximos meses?
Si bien algunos funcionarios de la Fed, como Austan Goolsbee de la Fed de Chicago, todavía anticipan que las tasas serán más bajas en los próximos 12 a 18 meses, el proceso será más lento de lo que se pensaba.
Con la inflación aún por encima del objetivo del 2% y el crecimiento económico estable, la Fed no tendrá prisa por reducir las tasas. “El paso prudente es mantener las tasas en su nivel actual por más tiempo”, reiteró Kugler.
En este contexto, los inversionistas y consumidores deben prepararse para una era de tasas de interés más altas de lo esperado, lo cual podría afectar desde los mercados de valores hasta las decisiones de gasto de los hogares.