El dilema de EE.UU. en Ucrania: ¿Minerales estratégicos o una fuerza de paz?
La nueva estrategia de JD Vance plantea que el acceso a los recursos naturales ucranianos puede ser más efectivo que una misión militar multinacional.
La nueva estrategia de EE.UU. en Ucrania
En un panorama geopolítico cada vez más tenso, el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, ha defendido una nueva estrategia para evitar que Rusia vuelva a invadir Ucrania. Según Vance, en lugar de desplegar una fuerza de paz internacional, sería más eficaz garantizar la participación de Estados Unidos en la economía ucraniana mediante un acuerdo por minerales estratégicos.
En una reciente entrevista en Fox News, Vance argumentó: “Es una garantía de seguridad mucho mejor que 20,000 tropas de algún país aleatorio que no ha peleado una guerra en 30 o 40 años”. Sus palabras reflejan la creciente diferencia de posturas entre EE.UU. y dos de sus principales aliados: Reino Unido y Francia, que han propuesto una fuerza militar para proteger a Ucrania tras un eventual alto al fuego.
El interés de EE.UU. en los minerales ucranianos
Ucrania es hogar de reservas significativas de minerales estratégicos como el titanio, el litio y el manganeso, que resultan fundamentales para industrias clave en EE.UU., como la aeroespacial, la automotriz y la médica. Vance sostiene que garantizar el acceso estadounidense a estos recursos no solo beneficiaría económicamente a su país, sino que también serviría como un disuasorio real contra Vladimir Putin.
La administración de Donald Trump había planeado formalizar este acuerdo con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy durante su reciente visita a la Casa Blanca. Sin embargo, la reunión se vio interrumpida por una discusión con Trump y Vance, lo que llevó a la suspensión del plan.
Europa apuesta por la defensa militar
Mientras EE.UU. promueve una estrategia de seguridad basada en la economía, el primer ministro británico Keir Starmer insiste en que “un acuerdo mineral no es suficiente por sí solo” para garantizar la estabilidad de Ucrania. Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron han abogado por una fuerza de paz multinacional respaldada en parte por EE.UU., la cual incluiría inteligencia de vigilancia aérea y respuesta rápida en caso de una violación del alto al fuego.
Esta idea deriva de la creencia de que una presencia militar creíble impediría futuras agresiones rusas. Francia y el Reino Unido han participado en diversas operaciones bélicas junto a EE.UU. en las últimas décadas, incluyendo Afganistán e Irak, aunque Vance menospreció la efectividad de estas tropas como garantes de la paz ante Rusia.
El impacto de la suspensión de la ayuda militar estadounidense
El punto de inflexión en la estrategia de EE.UU. llegó con la sorpresiva suspensión de la ayuda militar estadounidense ordenada por Trump, lo que ha generado preocupaciones en Kiev y entre los aliados europeos. Washington ha sido el mayor proveedor de asistencia a Ucrania desde la invasión rusa en 2022, otorgando más de $180 mil millones, de los cuales $66,500 millones se destinaron a refuerzos militares.
La interrupción de estos fondos no implica una derrota inmediata de Ucrania, pero sí debilita su capacidad ofensiva contra Rusia. Equipos críticos como los sistemas de defensa Patriot y los misiles de largo alcance HIMARS, que han sido decisivos en la contención de las fuerzas rusas, podrían verse afectados.
¿El fin de la hegemonía estadounidense en el conflicto?
El retiro parcial de EE.UU. ha obligado a Europa a intensificar su apoyo a Ucrania. Reino Unido ha anunciado un financiamiento de $2,000 millones para enviar 5,000 misiles de defensa aérea, mientras que la Unión Europea ha propuesto un fondo de más de $800,000 millones para fortalecer su capacidad militar en caso de que la guerra continúe.
A pesar del esfuerzo europeo, expertos advierten que sin la participación militar y logística de EE.UU., la capacidad de disuasión occidental contra Rusia se vería comprometida. Samir Puri, del think tank Chatham House, señala: “Esto siempre fue un esfuerzo conjunto... si quitas a los estadounidenses de la ecuación, se pierde una parte fundamental de la estructura”.
El dilema: economía vs seguridad militar
La controversia sobre cuál es la mejor estrategia para contener a Rusia y garantizar la estabilidad de Ucrania sigue abierta. Mientras que JD Vance y la administración Trump apuestan por un enfoque económico en el conflicto, Gran Bretaña y Francia presionan para una solución militar más robusta.
En última instancia, la decisión que adopte EE.UU. en los próximos meses definirá no solo la seguridad de Ucrania, sino también el equilibrio de poder en Europa y el papel de Washington en el tablero geopolítico global.