El dilema de la ayuda humanitaria en Gaza: ¿Está en peligro la tregua?

La congelación de fondos de USAID por la administración Trump pone en riesgo la frágil paz en la región

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La situación en Gaza pende de un hilo mientras la administración Trump ha congelado cientos de millones de dólares en pagos contractuales a grupos humanitarios, dejando a muchas organizaciones sin recursos para mantener las operaciones esenciales en la región.

El impacto de la suspensión de ayudas

La crisis humanitaria en Gaza ha sido una constante en las últimas décadas, pero el reciente congelamiento de fondos por parte de USAID amenaza con deshacer los pequeños avances logrados durante la frágil tregua entre Israel y Hamas. Según tres funcionarios de USAID que hablaron bajo anonimato, la administración de Donald Trump aprobó más de 383 millones de dólares el 31 de enero para financiar ayuda en Gaza. Sin embargo, hasta la fecha, no se han realizado pagos confirmados a ningún socio en la región.

Esta parálisis administrativa ha obligado a muchas ONG a costearse las operaciones por su cuenta, comprometiendo su sostenibilidad. “El gobierno de EE.UU. estableció compromisos concretos para la entrega de ayuda bajo la tregua, y simplemente no hay manera de cumplir con ellos mientras la congelación de fondos siga vigente”, declaró Jeremy Konyndyk, presidente de Refugees International.

Explosión de necesidades y recorte de operaciones

Gaza lleva años dependiendo de la ayuda internacional para cubrir necesidades básicas como alimentos, agua y servicios médicos. Antes de la llegada de Trump al poder, USAID contaba con cerca de 446 millones de dólares para distribuir entre organizaciones asociadas en 2025. Sin embargo, la reciente decisión de congelar una parte sustancial de estos fondos ha reducido drásticamente la capacidad de respuesta de las ONGs.

El International Medical Corps (IMC), una de las principales organizaciones que brindan asistencia en Gaza, recibió 12 millones de dólares de USAID para operar dos hospitales, incluyendo el mayor hospital de campaña en la Franja. Pero sin recibir los fondos comprometidos, IMC ha despedido a 700 empleados y reducido drásticamente los servicios médicos disponibles.

Desafíos para la paz

La tregua entre Israel y Hamas ha dependido en gran medida del flujo continuo de ayuda humanitaria. Durante las primeras 42 jornadas del acuerdo de cese al fuego, Israel aceptó permitir la entrada de 600 camiones de ayuda diarios, así como más de 60.000 viviendas temporales para los desplazados.

Pero con la suspensión de fondos, la entrega de refugios ha pasado de las más de 5.200 viviendas planificadas en la segunda fase del acuerdo a poco más de 1.000. “Muy pocos hogares móviles llegaron a Gaza durante esta primera fase de la tregua, lo que llevó a Hamas a acusar a Israel de violar el acuerdo”, comentó un funcionario de USAID.

Esta ruptura en el suministro de ayuda podría dar un pretexto a Hamas para tensar nuevamente la situación, poniendo en riesgo la frágil tregua.

El desmantelamiento de USAID y la influencia de EE.UU.

La administración Trump ha hecho de la reducción del gasto público en el exterior una de sus prioridades. Bajo nuevas restricciones impuestas por el Departamento de Gobierno Eficiente, encabezado por Elon Musk, USAID ha sufrido recortes agresivos que han reducido su personal y capacidad operativa.

Desde que Trump asumió la presidencia, USAID en Gaza ha pasado de contar con 30 empleados a menos de 7. Además, la agencia ha cancelado contratos con organizaciones que brindaban refugio, protección infantil y apoyo logístico, dejándolas sin recursos para continuar.

Posibles consecuencias geopolíticas

Históricamente, la ayuda estadounidense a los palestinos no ha sido equiparable a la que recibe Israel, pero sí ha permitido a EE.UU. tener una presencia clave en las negociaciones de paz. Con la influencia de USAID en declive, el vacío geopolítico puede ser llenado por otras potencias con intereses en la región.

Dave Harden, exadministrador adjunto de USAID para Democracia y Ayuda Humanitaria, advirtió sobre el posible impacto de estas decisiones: “El apoyo de EE.UU. a Palestina nunca ha equilibrado el apoyo a Israel, pero siempre nos dio un asiento en la mesa. Ahora, simplemente no estamos en una posición significativa para influir en los acontecimientos”.

Mientras tanto, en Gaza, las esperanzas de estabilidad dependen de si la ayuda prometida finalmente llegará o si la retirada de USAID marcará el principio de una nueva escalada.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press