Crisis en Bay FC: Acusaciones de ambiente tóxico y una investigación en curso
El club de la NWSL enfrenta serios señalamientos sobre la gestión de su entrenador y el trato a jugadoras y empleados.
Una investigación independiente por ambiente tóxico
En un nuevo escándalo que sacude a la National Women's Soccer League (NWSL), el club Bay FC se encuentra bajo investigación luego de la publicación de un informe que describe un ambiente de trabajo “tóxico” dentro del equipo.
El diario San Francisco Chronicle publicó una investigación en la que antiguos jugadores y empleados de la institución señalaron una gestión problemática encabezada por el entrenador Albertin Montoya. Como resultado, la NWSL confirmó la apertura de una revisión formal por parte de un tercero independiente para evaluar estas denuncias.
Las acusaciones contra Bay FC y su entrenador
Según el informe, al menos dos quejas formales han sido presentadas contra el equipo. Dos exjugadores que no fueron nombrados en el reportaje describieron el ambiente del club como “tóxico”, mientras que dos ex empleados de Bay FC coincidieron con esa apreciación.
El equipo había llevado a cabo su propia investigación sobre una de estas denuncias y concluyó que no había irregularidades, aunque la situación de la segunda queja sigue sin esclarecerse.
El historial problemático de Bay FC
Este no es el primer escándalo que enfrenta Bay FC en lo que va del año. En febrero, el jefe de scouting del club, Graeme Abel, presentó su renuncia después de solo una semana en el cargo tras ser acusado de abuso verbal mientras era entrenador en la Universidad de Oregón.
Estos incidentes han puesto en duda la cultura interna del club y la gestión de sus dirigentes, especialmente en una liga que ya ha enfrentado diversos escándalos de abuso y mala conducta en los últimos años.
La respuesta de la NWSL y medidas tomadas
A raíz de los múltiples casos de abuso en la liga, la NWSL ha implementado una serie de cambios para proteger a las jugadoras, incluyendo la revisión de antecedentes de empleados de los clubes y la creación de una línea anónima para denuncias.
En 2021, la liga se encontró en el centro de la polémica cuando se descubrió un escándalo de abuso sistémico que llevó a la dimisión o despido de cinco entrenadores. Esto motivó investigaciones tanto por parte de la Federación de Fútbol de los Estados Unidos (US Soccer) como por la propia liga junto con el sindicato de jugadoras.
Como parte de las soluciones, la NWSL estableció un fondo de $5 millones destinado a apoyar a las jugadoras afectadas por casos de abuso y estableció nuevos protocolos de protección laboral.
El compromiso de Bay FC: ¿Cambio real o medidas reactivas?
Ante las acusaciones recientes, Bay FC emitió un comunicado donde aseguró estar comprometido con proporcionar un entorno seguro y de apoyo para sus jugadoras.
“Nos tomamos todas las inquietudes con la mayor seriedad y estamos trabajando junto con la liga para realizar una revisión exhaustiva. Tomaremos las medidas necesarias según los hallazgos”, afirmó el club.
Sin embargo, algunos exjugadores y empleados entrevistados por el San Francisco Chronicle expresaron su escepticismo sobre si estos cambios realmente se traducirán en una mejora del ambiente de trabajo o si se trata solo de medidas para salvar la imagen pública del equipo.
El futuro del equipo en la NWSL
Bay FC es una franquicia relativamente nueva en la liga, y los recientes escándalos podrían afectar no solo su reputación sino también su atractivo para futuras jugadoras y patrocinadores.
El caso también pone sobre la mesa una cuestión mayor en el fútbol femenino profesional: ¿está haciendo lo suficiente la NWSL para proteger a sus jugadoras?
Aunque la liga ha implementado salvaguardas y revisiones independientes, la recurrencia de estos casos sugiere que todavía hay brechas importantes en la supervisión y el cumplimiento de las normativas.
A medida que avance la investigación y se revelen más detalles, se verá si Bay FC y la NWSL están verdaderamente comprometidos con erradicar los ambientes tóxicos o si se enfrentan a otra crisis de credibilidad en el fútbol profesional femenino.