Commandaria: El vino más antiguo del mundo busca recuperar su gloria

Con una historia de casi 3,000 años, este vino dulce chipriota intenta conquistar nuevamente el mercado global.

Hace casi 3,000 años, el vino Commandaria de Chipre fue elogiado por figuras como Homero y Eurípides. También se dice que fue servido en la boda del rey Ricardo Corazón de León en 1191 y que ganó la primera competencia de vinos conocida en tiempos del rey Felipe Augusto de Francia. Sin embargo, a pesar de su rica herencia y leyendas fascinantes, este vino dulce ha tenido dificultades para encontrar su lugar en el mercado global.

El renacimiento de una tradición

Ahora, varias microbodegas en la isla mediterránea están apostando por la recuperación de las técnicas tradicionales de vinificación para devolverle al Commandaria su antiguo prestigio. Estas bodegas buscan resaltar la histórica herencia del vino y ampliar su alcance en el mercado internacional.

Una historia ligada a la nobleza y la iglesia

El origen del Commandaria se remonta a la antigüedad, cuando era conocido como “nama”. Más adelante, su nombre cambió gracias a los Caballeros Hospitalarios en la época de las Cruzadas, quienes lo produjeron en una finca llamada *Grande Commanderie* durante el siglo XIII.

La Iglesia Ortodoxa de Chipre también adoptó el Commandaria como su vino de comunión en tiempos del Imperio Bizantino. Su producción se disparó bajo el dominio veneciano en los siglos XV y XVI, cuando los comerciantes italianos lo valoraban por su complejidad y dulzura única.

Características únicas

Este vino es producto de la combinación de las uvas Mavro y Xynisteri, variedades autóctonas de Chipre. Después de la cosecha, estas se dejan al sol entre siete y doce días, lo que concentra sus azúcares naturales y les da su característico dulzor.

Posteriormente, el vino es envejecido en barricas de roble reutilizadas durante al menos dos años, en cumplimiento con las normas de denominación de origen protegida de la Unión Europea. Solo puede producirse en 14 pueblos ubicados en las laderas del sur de la cordillera de Troodos, donde las condiciones de exposición solar favorecen su maduración.

Un desafío en el mercado moderno

A pesar de su prestigio y calidad, la producción anual de Commandaria ha sido reducida, con cifras cercanas a las 200,000 botellas en los últimos años. Una de las razones detrás de esta baja demanda ha sido la pérdida del mercado ruso, debido a las sanciones impuestas a raíz del conflicto en Ucrania.

Hace unos años, el vino intentó ingresar al inmenso mercado chino con cierto éxito inicial. Sin embargo, la imposibilidad de satisfacer la demanda llevó a una pausa en esta expansión.

Marketing y el futuro del Commandaria

Según Demetri Walters, un experto en vinos galardonado con el título *Master of Wines*, la falta de una estrategia de marketing adecuada ha sido la principal razón por la que Commandaria no ha logrado despegar internacionalmente. Walters señala que muchas bodegas chipriotas, incluyendo KEO, uno de los mayores productores, han subestimado el potencial del vino.

“La historia única y antigua de Commandaria, su extraordinaria calidad y su gran relación calidad-precio lo convierten en un vino impresionante. Todo aquel que lo prueba por primera vez se queda asombrado por su complejidad”, comentó Walters.

Los vinos dulces resurgen

Aunque los vinos dulces han perdido popularidad en los últimos años, Walters asegura que hay señales de un cambio en la tendencia. De hecho, Commandaria ha logrado entrar al mercado del Reino Unido recientemente, aunque como un producto de nicho.

El éxito de las microbodegas

Las bodegas pequeñas, como la bodega Revecca en la aldea de Ayios Mamas, han logrado atraer una clientela fiel tanto dentro como fuera de Chipre. Desde su apertura en 2015, sus ventas han aumentado constantemente, y el año pasado su Commandaria ganó el primer premio en el concurso nacional de vinos.

Esta bodega produce solo 3,000 botellas al año con un equipo de tres personas. Según su curador, Nikolas Christodoulides, han apostado por la innovación y la personalización para atraer a más clientes.

“Nos enfocamos en mejorar la calidad en lugar de obsesionarnos con la cantidad”, explicó Christodoulides. Una prueba de su éxito es el caso de una pareja israelí que viaja regularmente a Chipre solo para reponer su reserva de Commandaria.

Una apuesta por la calidad

La bodega Karseras, en la aldea de Doros, también ha adoptado un modelo más artesanal, con una producción anual de 40 toneladas. Su especialidad es una versión más oscura y dulce del Commandaria, elaborada exclusivamente con uvas Mavro.

Philippos Karseras, gerente de la bodega, ha notado un crecimiento en el consumo local, aunque no lo suficiente para compensar la pérdida del mercado ruso. Sin embargo, es optimista sobre el futuro, destacando que el amor por el Commandaria sigue vivo en Chipre.

Para los expertos, la clave para recuperar la gloria perdida del Commandaria radica en afianzar su presencia en el mercado nacional antes de lanzar una estrategia en el extranjero. Como dice Christodoulides: “Primero debemos garantizar la consistencia en la calidad de nuestro producto y ganarnos el mercado doméstico antes de hacer un esfuerzo colectivo por posicionar el Commandaria a nivel global”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press