Siria en Llamas: La Caída de Assad y la Nueva Lucha por el Poder

El fin del régimen de Bashar al-Assad ha desencadenado una nueva ola de violencia que pone en peligro la estabilidad del país

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Siria, un país que ha sido sinónimo de conflicto durante más de una década, ha entrado en una nueva era de incertidumbre. La reciente caída del régimen de Bashar al-Assad en diciembre, después de más de 50 años de dictadura familiar, ha abierto un vacío de poder que ahora se llena con enfrentamientos intensos entre distintas facciones.

La caída de Assad y el ascenso de Hayat Tahrir al-Sham

El colapso del gobierno de Assad no vino sin violencia. Fueron las fuerzas de Hayat Tahrir al-Sham, una organización islamista sunita, las que tomaron el control en una ofensiva relámpago, declarando un nuevo gobierno interino. Sin embargo, esto no significó el fin de los enfrentamientos.

La comunidad alauita, que durante décadas dominó la estructura de poder siria bajo el mando de Assad, no aceptó en silencio su derrota. Un ataque sorpresa de insurgentes alauitas contra una patrulla policial en Lattakia desató una serie de enfrentamientos violentos que, según informes de grupos de monitoreo como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, dejaron un saldo de más de 1.100 muertos, de los cuales 830 eran civiles.

Un nuevo gobierno con problemas de legitimidad

Aunque el nuevo gobierno de Ahmad Al-Sharaa ha tratado de consolidar su poder, enfrenta múltiples desafíos. La violencia sectaria, sumada a la desconfianza de otras minorías como los kurdos y los drusos, complica los intentos de establecer un gobierno unificado.

Además, imágenes de represalias contra la comunidad alauita han generado preocupación a nivel internacional. Casas incendiadas y cadáveres en las calles son testimonio de la brutalidad de los enfrentamientos recientes. Gobierno occidentales han expresado su condena y han exigido que los responsables rindan cuentas.

El impacto humanitario y la crisis de refugiados

Como era de esperarse, la población civil es la que más sufre en este conflicto. Miles de personas han huido hacia Líbano, donde la ONU ha reportado la llegada de más de 6.000 refugiados en pocos días. Esta nueva ola migratoria añade presión sobre el ya tenso equilibrio de refugiados en la región, donde Líbano acoge a más de 755.000 desplazados sirios registrados.

Por otro lado, en los últimos meses, desde noviembre, cerca de 260.000 sirios han intentado regresar a su país desde el extranjero, en un intento de reconstruir sus vidas. Pero con el nivel actual de inseguridad, estos esfuerzos pueden verse frustrados.

El dilema internacional: ¿sanciones o ayuda?

El nuevo gobierno de Siria ha solicitado el levantamiento de las sanciones económicas impuestas por Occidente. Sin embargo, los recientes estallidos de violencia dificultan la decisión de países como Estados Unidos y la Unión Europea, que temen que un alivio de las sanciones fortalezca aún más a grupos extremistas.

El Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, destacó que su país apoya a las minorías religiosas y étnicas en Siria, al tiempo que exigió rendición de cuentas por las recientes masacres.

¿Hacia dónde se dirige Siria?

La situación en Siria sigue siendo altamente volátil. Con un nuevo gobierno en plena lucha por su legitimidad, grupos insurgentes todavía activos y una comunidad internacional dividida sobre cómo responder, el futuro del país parece incierto.

Lo único seguro es que el pueblo sirio sigue atrapado en un ciclo de violencia, con poco acceso a estabilidad y seguridad. A medida que la comunidad internacional observa con cautela, los sirios deben enfrentar un desafío monumental: reconstruir una nación sumida en el caos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press