El recorte del programa de vivienda asequible en EE.UU.: una amenaza para miles de familias

La administración Trump detiene un programa clave de $1,000 millones que garantizaba la renovación y preservación de viviendas para personas de bajos ingresos.

Un golpe a la vivienda asequible en Estados Unidos

La crisis de vivienda en Estados Unidos ha sido un problema persistente durante décadas. Sin embargo, las recientes decisiones del gobierno de Donald Trump han puesto en peligro proyectos esenciales de renovación y preservación de unidades habitacionales para personas de bajos ingresos. En un movimiento sorpresivo, la administración ha decidido detener el programa de Vivienda Verde y Resiliente (Green and Resilient Retrofit Program), un proyecto de $1,000 millones aprobado en 2022.

¿Qué representa este programa?

Aprobado por el Congreso en 2022, el Green and Resilient Retrofit Program tenía como objetivo mejorar la eficiencia energética de viviendas accesibles. El programa ofrecía préstamos y subvenciones a propietarios para modernizar sistemas de calefacción, techos en mal estado, aislamientos deficientes y otras necesidades estructurales esenciales. Además, garantizaba que las unidades beneficiadas se mantuvieran asequibles hasta por 25 años.

Algunos expertos comparan la estructura del programa con un juego de Jenga: una pequeña inversión inicial del gobierno atrae inversiones privadas adicionales para realizar renovaciones profundas. Sin estos fondos, muchos proyectos colapsarán, lo que pone en peligro la estabilidad de miles de personas.

El impacto en comunidades vulnerables

El recorte del programa afectará a al menos 25,000 unidades de vivienda en todo el país. En lugares como Smith Tower Apartments en Vancouver, Washington—donde residen cientos de ancianos de bajos ingresos—la cancelación del financiamiento significa la postergación indefinida de mejoras estructurales vitales.

Greg Franks, presidente de la empresa que administra Smith Tower, expresó su preocupación: "Dependemos de esos $10 millones para hacer las renovaciones necesarias y garantizar que el edificio siga siendo habitable en las próximas décadas".

Testimonios de los afectados

Joan Starr y Al Hase, una pareja jubilada que ha vivido en Smith Tower durante 16 años, temen por su futuro. "Es aterrador", dice Hase. "Vivimos con ingresos de Seguridad Social, y encontrar un nuevo hogar sería imposible en este mercado".

El aumento constante de alquileres y la falta de alternativas asequibles dejan a muchas personas mayores sin opciones. De acuerdo con Michelle Arevalos, administradora del edificio, "si esta propiedad deja de estar disponible, muchos residentes no tendrán otra opción que la indigencia".

Silencio del gobierno y búsqueda de alternativas

El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) no ha respondido a solicitudes de información sobre la suspensión del programa. La incertidumbre ha llevado a empresas desarrolladoras a buscar financiamiento alternativo, aunque la falta de estos fondos hace que los proyectos se vuelvan más costosos y demorados.

La decisión de eliminar este programa se suma a una serie de medidas restrictivas en el acceso a la vivienda para los más vulnerables. Mientras se celebran inauguraciones de nuevos desarrollos de lujo, los programas que realmente impactan vidas parecen ser los primeros en recibir recortes.

Un debate más amplio sobre la vivienda en EE.UU.

El acceso a una vivienda segura y asequible es un derecho fundamental. Sin embargo, en Estados Unidos, el mercado inmobiliario sigue priorizando los intereses de los grandes desarrolladores, dejando a millones en situaciones precarias. El recorte de estos fondos solo exacerba la crisis habitacional.

Como señala el experto en políticas urbanas Mike Essian: "Los proyectos de vivienda asequible ya son extremadamente difíciles de financiar. Sin estos fondos, estamos viendo un colapso de proyectos que ya estaban al límite".

¿Qué sigue?

El futuro del programa sigue en el aire. Aunque algunas iniciativas recibirán sus fondos, cientos de proyectos en 42 estados y Puerto Rico permanecen en incertidumbre. ¿Se revertirá esta decisión o será otro paso en la creciente crisis de vivienda en EE.UU.?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press