La batalla por la Corte Suprema de Wisconsin: más que una elección, un reflejo del futuro de EE.UU.

Un debate que decidirá el equilibrio ideológico de la corte en temas cruciales como aborto, derechos laborales y reglas de votación.

Una elección clave en un estado pendular

La contienda por un puesto en la Corte Suprema de Wisconsin ha ganado relevancia nacional, convirtiéndose en un reflejo de las tensiones políticas que definirán el futuro de Estados Unidos. Con temas tan cruciales como los derechos reproductivos, las reglas electorales y la fortaleza de los sindicatos en juego, este evento es mucho más que una simple elección judicial.

El choque de ideologías: Schimel vs. Crawford

La elección enfrenta a dos figuras con visiones radicalmente opuestas. Por un lado, Brad Schimel, ex fiscal general republicano, defiende posturas conservadoras como la vigencia de una ley de 1849 que prohíbe el aborto. Por otro lado, Susan Crawford, apoyada por los demócratas y con experiencia en la defensa de derechos reproductivos, se opone firmemente a la decisión de la Corte Suprema de EE.UU. de revocar Roe v. Wade.

Ambos candidatos insisten en que sus posturas personales no influirán en sus decisiones judiciales, pero sus historiales y apoyos sugieren lo contrario. La contienda es un reflejo del debate nacional sobre el aborto, con Schimel respaldado por grupos antiabortistas y Crawford sostenida por Planned Parenthood.

Derechos laborales y acceso al voto en juego

El resultado de esta elección también podría definir el futuro de los sindicatos en Wisconsin. Durante su carrera, Crawford ha luchado contra la ley Act 10, una medida impulsada por el exgobernador republicano Scott Walker que limitó drásticamente la negociación colectiva para empleados públicos. Un fallo reciente de una corte inferior declaró inconstitucional la mayoría de la ley, allanando el camino para un eventual pronunciamiento de la Corte Suprema estatal.

Otro tema candente es la identificación de votantes. Crawford perdió una demanda contra la ley de identificación para votar en el estado, pero sigue argumentando que la medida restringe el derecho al sufragio. Para blindar aún más la política, los republicanos han promovido una enmienda constitucional al respecto, que también será sometida a votación el 1 de abril.

El papel del dinero y el apoyo de figuras nacionales

Esta elección ha trascendido las fronteras del estado gracias a enormes donaciones de personalidades influyentes. Según informes, fundaciones relacionadas con Elon Musk han gastado más de 8 millones de dólares para apoyar a Schimel, muy por encima del financiamiento recibido por Crawford de figuras como George Soros y el gobernador de Illinois, JB Pritzker.

La presencia de Donald Trump Jr. y Charlie Kirk en Wisconsin para impulsar la candidatura de Schimel subraya qué tan nacionalizada se ha vuelto la carrera. Con la Corte Suprema estatal bajo dominio liberal desde 2023, un triunfo de Schimel podría inclinar nuevamente el tribunal hacia una postura conservadora, fortaleciendo legalmente muchas de las restricciones impuestas en Wisconsin en la última década.

¿Un modelo para otras elecciones judiciales?

Este tipo de elecciones ha cobrado mayor relevancia en un panorama donde decisiones judiciales impactan directamente en la vida de los ciudadanos. A medida que tribunales estatales y federales lidian con temas fundamentales, el financiamiento externo y la cobertura mediática intensifican la polarización en lo que, tradicionalmente, eran comicios de bajo perfil.

La elección en Wisconsin es entonces un microcosmos de lo que ocurre a nivel nacional. Con miras a las elecciones presidenciales de 2024, el desenlace de esta contienda proveerá pistas sobre el estado de ánimo del electorado y la influencia del dinero en la política judicial de Estados Unidos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press