¿El sueño americano se esfuma para los músicos internacionales?

El New Colossus Festival en Nueva York es un ejemplo de diversidad y talento global sobre los escenarios. Sin embargo, más de una banda extranjera se ha perdido la oportunidad de actuar debido a las crecientes dificultades para obtener visas de trabajo en Estados Unidos.

El problema de las visas: Un obstáculo cada vez mayor

A partir del 1 de abril de 2024, la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) implementó un aumento en el costo de las visas para músicos, elevando la tarifa de $460 a más de $1,615 por solicitud. Este incremento, el primero desde 2016, tiene como objetivo cubrir costos operativos y mejorar la eficiencia en el procesamiento de aplicaciones. Sin embargo, los efectos han sido los opuestos, con mayores retrasos y complicaciones.

Retrasos que ponen en riesgo las giras

La lentitud en la tramitación de visas está afectando gravemente a los artistas extranjeros. Según Tamizdat, una organización sin fines de lucro que aboga por la movilidad de artistas internacionales, los tiempos de procesamiento en Vermont han pasado de un mes a tres meses, mientras que en California pueden tardar hasta ocho meses. Para muchos músicos, estos retrasos significan cancelaciones de giras y pérdidas económicas considerables.

Los más afectados: bandas emergentes y artistas sin respaldo corporativo

Las dificultades para obtener visas afectan de manera desproporcionada a los artistas de jazz, música del mundo e indie. Diversos países europeos y Canadá brindan apoyo financiero a sus músicos, pero esto no siempre es suficiente para cubrir los costos y demoras del proceso estadounidense. Los artistas de países del sur global enfrentan aún más desafíos al no contar con estos respaldos gubernamentales.

Casos recientes: cancelaciones por miles

Bands y músicos de renombre han tenido que cancelar presentaciones en Estados Unidos debido a problemas con sus visas. El grupo de K-Pop KARD canceló su gira de 2025 por estas razones, mientras que el rapero sueco Bladee tuvo que posponer su tour de 2024. En el mundo del cine, directores iraníes casi se pierden la ceremonia de los Oscar debido a demoras en sus permisos.

El impacto económico de las restricciones

Más allá del golpe cultural que implica la ausencia de músicos internacionales en el circuito de conciertos de Estados Unidos, la crisis de las visas afecta a una cadena económica que incluye promotores, venues, bares y comercios que dependen de estos eventos. Sin estas figuras en el cartel, las pérdidas económicas pueden ser millonarias para la industria del entretenimiento norteamericano.

¿Qué pasa con la llegada de un nuevo gobierno?

Bajo la administración de Donald Trump, los procesos consulares se volvieron cada vez más complicados para los artistas extranjeros. Especialistas en inmigración temen que un regreso de Trump a la Casa Blanca empeore aún más la situación, con tiempos de espera aún mayores y un aumento en la supervisión de las solicitudes.

¿Se está volviendo inviable girar en Estados Unidos?

Varios artistas han comenzado a cuestionar si realmente vale la pena invertir en una gira estadounidense. Con costos en aumento, procesos lentos y la incertidumbre migratoria, algunos músicos están explorando alternativas en mercados como Europa y Asia, donde la burocracia es más ágil y los costos son más bajos.

“Si queremos seguir disfrutando de una escena musical rica y diversa, Estados Unidos debe repensar su política de visas”, advierten expertos. Mientras tanto, festivales como New Colossus mantienen viva la llama de la esperanza, pero no pueden contrarrestar un sistema que parece cada vez más inaccesible para los artistas internacionales.