Los Chicago Bears y su incierto futuro: ¿Nuevo estadio en la ciudad o mudanza a los suburbios?
El equipo enfrenta una encrucijada entre quedarse en Chicago con un nuevo estadio o mudarse a Arlington Heights.
Los Chicago Bears, una de las franquicias más emblemáticas de la NFL, se encuentran en una encrucijada respecto a su futuro en la ciudad de Chicago. La posibilidad de construir un nuevo estadio dentro de la ciudad ha generado un gran debate entre fanáticos, inversionistas y autoridades locales. Mientras tanto, los Bears también contemplan mudar su equipo a los suburbios. ¿Cuál es la mejor opción?
Una nueva propuesta en el South Side
El grupo de desarrolladores Farpoint Development ha puesto sobre la mesa una nueva propuesta para mantener a los Bears en Chicago. Su ambicioso plan incluye la construcción de un estadio cerrado con capacidad para 75,000 espectadores en el sitio del antiguo Hospital Michael Reese, en el South Side de la ciudad.
El proyecto está valuado en aproximadamente $3.2 mil millones e incluye una inversión privada en infraestructura y estacionamiento de $356 millones. Adicionalmente, se requerirían $600 millones en fondos públicos para que el gobierno financie la infraestructura básica.
Los obstáculos que enfrenta la propuesta
Aunque este megaproyecto parece una solución ideal para que los Bears continúen en Chicago, la franquicia ha mostrado poco interés en esta ubicación en el pasado. Entre sus preocupaciones destacan:
- El terreno de 48.6 acres es considerado demasiado estrecho para un estadio de la NFL con todas sus instalaciones auxiliares.
- Las vías del tren que atraviesan la zona plantean desafíos de ingeniería costosos.
- El equipo ya ha manifestado su interés en otras opciones, incluyendo su proyecto en Arlington Heights.
Otras opciones: Soldier Field o Arlington Heights
Por otro lado, los Bears han propuesto construir un nuevo estadio junto a Soldier Field, su actual casa desde 1971. Este plan, estimado en $3.2 mil millones con un adicional de $1.5 mil millones en infraestructura, ha recibido apoyo del alcalde de Chicago, Brandon Johnson, pero una recepción más fría por parte del gobernador de Illinois, J.B. Pritzker.
La otra gran opción es Arlington Heights, un terreno de 326 acres en los suburbios de Chicago que el equipo ya compró en 2022. Allí, los Bears presentaron un proyecto de $5 mil millones que incluiría no solo un estadio sino una enorme área de entretenimiento con restaurantes, tiendas y hoteles.
¿Qué significa esto para los fanáticos?
Los fanáticos de los Bears se encuentran divididos entre el deseo de mantener al equipo en Chicago y la ambición de un estadio de última generación que podría estar mejor ubicado en los suburbios. Mientras que algunos ven la mudanza como una traición a los valores históricos del equipo, otros consideran que un nuevo estadio sin restricciones espaciales podría garantizar el éxito a largo plazo.
El futuro de los Chicago Bears sigue incierto. Con múltiples opciones sobre la mesa y decisiones políticas en juego, el destino de la franquicia podría determinarse en los próximos meses. ¿Se quedarán en su hogar histórico o buscarán un nuevo comienzo en los suburbios?