Conflictos, recortes y promesas: el incierto futuro del presupuesto federal en EE.UU.
El Senado estadounidense debate una propuesta presupuestaria que podría redefinir la política fiscal del país en medio de divisiones partidistas, impacto económico y debate social.
Un debate encendido en el Congreso
El Congreso de Estados Unidos se encuentra inmerso en una de sus discusiones más trascendentales de los últimos años: la aprobación de un plan presupuestario que podría redefinir la distribución de gasto, el sistema fiscal y las prioridades gubernamentales en la economía más poderosa del mundo. El Senado, dominado por los republicanos, ha avanzado con una propuesta que busca extender los recortes de impuestos introducidos en 2017, aumentar el límite de deuda y proporcionar fondos significativos para seguridad fronteriza y defensa.
Republicanos: "Una gran y hermosa ley"
El presidente Donald Trump calificó la propuesta como “una gran y hermosa ley”, que promete recortes tributarios valorados en varios billones de dólares. En cifras concretas, el plan permitiría incrementar el déficit presupuestario hasta en $1.5 billones adicionales durante la próxima década para financiar medidas fiscales que prevén eliminar impuestos sobre propinas, beneficios del Seguro Social y horas extras, entre otros.
"Los republicanos creemos, fundamentalmente, que los estadounidenses saben mejor que el gobierno lo que deben hacer con su dinero", expresó el líder de la mayoría en el Senado, John Thune (R-SD).
Demócratas: riqueza para unos, recortes para otros
El Partido Demócrata, en contraposición, ha acusado a los republicanos de intentar beneficiar desproporcionadamente a los más ricos a costa de posibles recortes en programas sociales clave como Medicaid y asistencia alimentaria. Chuck Schumer, líder demócrata del Senado, fue tajante: "Las inversiones que afectan el futuro de Estados Unidos están colgando de un hilo, y los republicanos están a punto de cortarlo".
Según el Centro de Políticas Tributarias Urban-Brookings, el 45% de los beneficios de los recortes fiscales irían destinados a personas con ingresos superiores a $450,000 anuales en 2027. Al mismo tiempo, alrededor del 10% de los contribuyentes verían incrementados sus impuestos.
Una estrategia política de alto voltaje
El proceso utilizado por los republicanos recurre a la reconciliación presupuestaria, una maniobra legislativa que les permite aprobar leyes fiscales sin necesidad de apoyo demócrata y evitar obstrucciones parlamentarias. Sin embargo, también implica un debate intenso conocido como vote-a-rama, donde se suceden en cadena votaciones sobre decenas de propuestas durante sesiones maratónicas que a menudo se extienden durante toda la noche.
En este contexto, los demócratas están preparando una batería de enmiendas orientadas a exponer las contradicciones de sus rivales, en especial con miras a las elecciones legislativas intermedias del próximo año. "Republican Plan: Families Lose, Billionaires Win", se leía en un cartel detrás del senador demócrata Jeff Merkley mientras intervenía en el debate.
El impacto en los estados y las elecciones intermedias
Uno de los puntos más delicados es el incremento en la deducción para impuestos estatales y locales, actualmente limitada a $10,000. Legisladores de estados con altas cargas fiscales como California, Nueva York y Nueva Jersey han condicionado su apoyo a estos ajustes, pues sus residentes se han visto fuertemente perjudicados por la legislación fiscal anterior.
Por otra parte, líderes republicanos de estados fuertemente conservadores presionan para lograr recortes de gasto masivos que alivien el impacto fiscal de los recortes tributarios prolongados. Pero esto colisiona con los intereses de congresistas que representan distritos indecisos, quienes temen que los efectos en programas sociales puedan pasarles factura en las urnas.
Una batalla por el techo de deuda
El plan presupuestario también contempla elevar el techo de deuda federal en hasta $5 billones, lo que permitiría evitar un colapso financiero del gobierno hasta después de las elecciones. Esto busca blindar al Partido Republicano contra presiones legislativas de los demócratas en posibles negociaciones sobre el techo de deuda.
No obstante, la Oficina Presupuestaria del Congreso ha advertido que extender los recortes fiscales de 2017 le costará al país más de $3.8 billones en los próximos diez años, sin contar los intereses adicionales por ese endeudamiento.
Gasto militar y seguridad fronteriza: la otra cara del presupuesto
El presidente Trump ha sido enfático en fortalecer la seguridad nacional. Por ello, la propuesta del Senado autoriza hasta $521 mil millones adicionales para reforzar la frontera, financiar al Departamento de Defensa y a la Guardia Costera. Aunque algunos estiman que el gasto real quedará más cerca de $345 mil millones, esta apuesta busca consolidar uno de los pilares de la retórica trumpista: “paz mediante la fuerza”.
Mississippi como microcosmos: desafíos estatales en política y bienestar social
Mientras el Congreso discute grandes cifras, los legisladores estatales también enfrentan desafíos propios y urgentes. En Mississippi, una nueva legislación obliga a los hospitales a disponer de kits de violación y realizar exámenes forenses obligatorios a víctimas de agresión sexual. El proyecto fue aprobado de forma unánime tras conmovedores testimonios y presión pública.
"Es una ley que protege a los más vulnerables entre nosotros. Si no lo hacemos como legisladores, ¿entonces quién?", dijo la representante Dana McLean, una de las impulsoras del proyecto.
Sin embargo, no todos estaban convencidos. El senador Hob Bryan intentó frenar la legislación argumentando que no se había discutido a fondo el impacto en los hospitales. A pesar de las críticas, el proyecto avanzó y se espera que entre en vigor el 1 de julio.
Batallas internas por el presupuesto estatal
El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, anunció una sesión extraordinaria para aprobar el presupuesto estatal, después de que la cámara legislativa fracasara en lograr un acuerdo antes del cierre del año fiscal. La disputa entre el presidente de la Cámara, Jason White, y el vicegobernador Delbert Hosemann, ambos republicanos, revela el nivel de discordia incluso dentro del mismo partido.
Uno de los puntos clave es encontrar una fuente de ingresos recurrente para reducir el déficit de $25 mil millones del sistema de pensiones para empleados públicos. Mientras tanto, la propuesta presupuestaria de la Cámara ronda los $7 mil millones, similar al presupuesto del año anterior, con ajustes mínimos en pensiones y seguros.
¿Una tormenta perfecta en la política fiscal estadounidense?
La conjunción de factores —desde recortes impositivos multimillonarios hasta tensiones entre líderes estatales y federales— dibuja un complejo panorama en el horizonte político y económico de Estados Unidos. Se trata de una batalla ideológica, fiscal y electoral que tendrá consecuencias para millones de personas, desde magnates beneficiados hasta trabajadores que dependen de la ayuda federal.
¿Está Estados Unidos apostando por una recuperación económica robusta o cavando un agujero presupuestario del que será difícil salir? En medio de las promesas, los números y las maniobras políticas, la línea entre el crecimiento y el desequilibrio económico parece cada vez más difusa.