Denver Nuggets en picada: ¿Colapso temporal o crisis en potencia?
Tras cuatro derrotas al hilo y la ausencia de Jamal Murray, los campeones vigentes enfrentan una recta final llena de dudas, errores y urgencias
Denver, Colorado. Los Denver Nuggets, campeones vigentes de la NBA, atraviesan su peor momento de la temporada justo en el tramo más crucial: una racha de cuatro derrotas consecutivas que los ha llevado al borde del abismo competitivo. De estar en la cúspide del Oeste hace apenas semanas a quedar a solo medio juego del puesto ocho y el temido torneo play-in, el equipo que hace meses parecía invencible ahora se tambalea con visibles grietas defensivas, desconexión emocional y un creciente descontrol en cancha.
El inicio del desastre: una noche inolvidable
Todo comenzó la noche del 2 de abril contra los Minnesota Timberwolves, en una agónica derrota en doble tiempo extra 140-139. Lo que debía ser una noche legendaria para Nikola Jokic, quien anotó 61 puntos, terminó en pesadilla. Russell Westbrook falló un layup sin marca que pudo sentenciar el juego y luego cometió una falta sobre Nickeil Alexander-Walker a falta de 0.1 segundos. Minnesota ganó, extendió la racha a seis victorias seguidas sobre Denver y sembró una tormenta psicológica en Colorado.
“Hicimos todo para ganar y lo perdimos”, dijo Jokic resignado tras ese partido. Desde entonces, los Nuggets han caído ante San Antonio (descansando titulares), Golden State (desperdiciando un inicio demoledor de 44 puntos) y los Pacers, que ni siquiera contaron con su estrella Pascal Siakam.
Errores grotescos y desconexión emocional
En el partido del domingo, Denver dilapidó una ventaja de 13 puntos y cometió tres pérdidas claves en los últimos minutos. La más dolorosa: una desconexión entre Christian Braun y el propio Jokic a 15 segundos del final, cuando el balón terminó en manos rivales con el marcador 122-120 a favor de Indiana.
El entrenador Michael Malone fue consultado sobre si el equipo sufría una especie de “resaca emocional” desde ese partido ante Minnesota:
“No sé si lo llamaría resaca. Hemos tenido ventajas en los partidos. Estuvimos arriba contra Golden State, estuvimos arriba esta noche. No hemos podido mantener la concentración. Sea lo que sea, tenemos que sacárnoslo del sistema”, señaló frustrado.
Jamal Murray, la pieza ausente y el reloj en contra
El panorama empeora con la prolongada baja de Jamal Murray, quien se perdió su quinto partido seguido con una distensión muscular. Aunque Malone espera tenerlo de vuelta para los playoffs, lo cierto es que el equipo ha lucido sin dirección ofensiva ni carácter defensivo sin el renacido base canadiense.
Con solo tres juegos restantes (Sacramento, Memphis y Houston), hay una diferencia mínima entre ser cuarto o caer hasta el octavo lugar. La tabla está tan apretada que una victoria o derrota cambia toda la configuración. ¿Podrán apagar el incendio a tiempo?
Westbrook: de esperanza a señal de alarma
Uno de los focos más calientes del mal momento de los Nuggets ha recaído en Russell Westbrook. El ex MVP es defendido férreamente por Malone, quien asegura que sin él no estarían “donde están” hoy. Pero los hechos recientes le juegan en contra: errores críticos, desconcentraciones y, lo más preocupante, una actitud esquiva y hermética en el vestuario.
Tras la derrota ante Indiana, Westbrook fue obligado por la liga a atender medios. Respondió con monosílabos y evasivas que recordaron las célebres ruedas de prensa de Marshawn Lynch:
- ¿Urgencia en el vestuario? “No sé, hermano. Inseguro.”
- ¿Qué puedes aportar tú como veterano? “No lo sé. Ojalá supiera.”
- ¿Qué frustra más? “Probablemente, perder.”
Estas señales no solo afectan la percepción hacia Westbrook, también reflejan el desconcierto interno del equipo.
Christian Braun, ¿nueva chispa o presión prematura?
Uno de los pocos puntos brillantes ha sido Christian Braun, quien anotó 30 puntos ante los Pacers, su mejor marca en la NBA. El escolta mostró intensidad y personalidad, aunque también se vio envuelto en el error final que selló la derrota. Aun así, se mostró confiado:
“Si entramos a los playoffs, sé que este equipo puede competir con cualquiera. Necesitamos recuperar nuestro impulso. No es el fin del mundo, pero sí necesitamos reencontrarnos ya”.
Estadísticas que alertan
Los números no mienten. Desde aquel juego ante Minnesota:
- Denver permite un promedio de 127.3 puntos por juego.
- Ha cometido en promedio 16 bolas perdidas por juego.
- Su porcentaje desde la línea de tres bajó a 31.7%.
Estas cifras contrastan enormemente con lo que mostraron durante su racha positiva de 8 victorias en marzo: defensas compactas, ritmo ordenado y triples efectivos (al 39.2%).
¿Dónde quedaron los campeones?
Desde la gloria en 2023, con un Jokic majestuoso y un Murray imparable, los Nuggets parecían una dinastía en incubación. Pero 2024 ha sido una montaña rusa emocional. La lesión de Murray, inconsistencias defensivas, lesiones esporádicas de Aaron Gordon y un banquillo limitado han erosionado esa imagen dominante.
Además, equipos como Oklahoma City Thunder, Minnesota y Sacramento han dado saltos agigantados, encerrando a Denver en un embotellamiento en la tabla que puede dejarlos sin ventaja de localía o peor: eliminados en ronda de play-in, como le ocurrió a los Lakers en 2021 tras ser campeones en 2020.
Lo que viene: calendario dramático
Los últimos tres rivales son claves:
- Visita a Sacramento Kings: Un equipo joven, intenso y que ya venció a Denver esta temporada.
- Local frente a Memphis Grizzlies: Una oportunidad de recuperar confianza ante un rival diezmado por lesiones.
- Visita a los Houston Rockets: Otro equipo joven, veloz y que ha sido incómodo todo el año.
Requieren ganar al menos dos partidos para evitar el play-in, pero sobre todo reconstruir su identidad, la que les llevó a ser campeones. Jokic sigue cosechando números monstruosos (30.2 puntos, 12.9 rebotes y 9.8 asistencias esta temporada), pero necesita socios conectados y sanos.
¿Y si caen al play-in?
Desde que se implementó este formato en 2021, ningún equipo campeón defensor ha tenido que disputar el play-in. Si los Nuggets caen ahí, enfrentarían posiblemente a Warriors, Lakers o Mavericks. ¿Se imaginan? Un solo juego para sobrevivir contra Stephen Curry o LeBron James. Nadie quiere eso.
La NBA es despiadada: lo que lograste el año pasado pierde valor ante el presente. Denver lo sabe y tiene tres partidos para retomar la narrativa. De lo contrario, el título de 2023 se verá como una estrella fugaz, no como el inicio de una era.
¿Crisis temporal o colapso anunciado? El tiempo (y los próximos triples) lo dirán.