“Make Sure You Die Screaming”: Un viaje literario al corazón de la desesperación con humor, caos y humanidad

La irreverente y provocadora novela debut de Zee Carlstrom retrata la locura de la América moderna a través de una travesía de carretera cargada de ironía, drama y emoción

Una confesión brutalmente honesta desde el primer párrafo

En un panorama literario saturado de tramas cuidadosamente estructuradas y personajes políticamente correctos, “Make Sure You Die Screaming” de Zee Carlstrom llega como un puñetazo directo al estómago. Oscura, caótica y honestamente brillante, esta novela escrita en primera persona nos lleva a través de una especie de road trip existencial que, a pesar de su crudeza, nunca deja de levantar polvo con sarcasmo, ímpetu juvenil y reflexiones profundas sobre la alienación, el dolor y la búsqueda de pertenencia.

El personaje que no quieres querer, pero terminas entendiendo

El narrador y protagonista —un personaje queer, no binario, sin nombre y en plena implosión personal— es uno de los más conflictivos y provocativos de la literatura contemporánea reciente. Ha robado el coche de su ex, matado a su mejor amiga, perdido su empleo y decidido que, a partir de ahora, vivirá con honestidad radical. Todo eso, antes incluso de que comience de lleno la travesía hacia Arkansas acompañado de Yivi, una chica gótica recogida casi al azar de un sótano en un Airbnb.

El resultado es una espiral de encuentros incómodos, borracheras sin sentido, diálogos punzantes y una rara forma de redención emocional. Esta obra es una montaña rusa que te hace cuestionar tus propios límites morales mientras, en algún punto, quizás encuentras un reflejo grotesco pero humano en el caos del protagonista.

Un espejo oscuro del presente estadounidense

Carlstrom ambienta su debut literario en la parte más sombría del Estados Unidos actual, donde la confusión ideológica, el colapso emocional y la precariedad económica colisionan de lleno. Lejos de ser simplemente una novela escandalosa, “Make Sure You Die Screaming” sirve como una crítica feroz y divertida a la cultura del tardocapitalismo y la obsesión por la imagen.

Hay sátira, hay denuncia y, sobre todo, hay una sensación de urgencia. La novela no intenta complacer. En lugar de eso, te lanza directo al desorden con un lenguaje contundente, referencias culturales punzantes (como el recurrente uso de “y’all”) y una estética que mezcla lo gótico con el estilo hipster de suburbio decadente.

Escrita con una brillante mezcla de cinismo y ternura

La narrativa de Carlstrom fluye con naturalidad, como si fuera dictada por un diario íntimo escrito en plena borrachera emocional. La autora logra un peculiar balance al abordar temas como el duelo, la identidad y la violencia desde una perspectiva que combina humor negro, ternura inesperada y un nihilismo literario que recuerda por momentos a Chuck Palahniuk o a la crudeza emocional de Ottessa Moshfegh. Pero aquí hay algo nuevo, algo distinto, algo radicalmente actual.

Lo más interesante quizás es cómo Carlstrom logra introducir, casi a escondidas, pequeños momentos de redención en medio del desastre. La empatía no está muerta, simplemente se esconde detrás de una capa de rebeldía, alcohol barato y conversaciones llenas de humo y mala leche.

Una estructura narrativa que destruye lo convencional

El ritmo de la novela puede parecer errático, pero en eso radica su fuerza. Carlstrom no está interesado en que sigas las reglas del género. Aquí no hay arcos héroicos ni caminos de superación tradicionales. Todo es abrupto, a momentos desconcertante, y termina de forma tan extraña como auténticamente satisfactoria.

Mientras recorren los paisajes desolados de la clase media americana, nuestros protagonistas se topan con cultos, viejas heridas, accidentes, traumas no digeridos, y una sensación de que la frontera entre lo ridículo y lo trascendental es cada vez más borrosa. Este viaje no es tanto hacia un lugar físico como hacia lo más crudo del alma humana.

Un debut con voz única

Lo que hace que esta novela destaque es, sin duda, la voz narrativa singular de Carlstrom. La autora construye diálogos afilados como navajas, descripciones que escupen ironía y metáforas que parecen sacadas de un reto viral de TikTok. Pero detrás del estilo estilizado hay una construcción cuidadosa: “Make Sure You Die Screaming” es una crítica y un autoexamen, una catarsis disfrazada de relato destructor de normas.

Yivi, la joven gótica que acompaña al protagonista, merece una mención especial. Su presencia añade dimensión al relato, y a pesar de que parece encarnar un tropo más (el de la chica alternativa perdida), adquiere complejidad gracias al juego emocional que sostiene con Gunderson y al extraño vínculo que ambos desarrollan en la carretera.

Una novela imposible de encasillar

¿Es una comedia trágica? ¿Un drama existencial? ¿Una versión torpe y genialmente escrita de “Fear and Loathing in Las Vegas” para la Generación Z? La respuesta correcta quizá sea: todas las anteriores.

La obra bebe de muchas fuentes —desde la narrativa de carretera clásica, pasando por el realismo sucio, hasta los blogs personales más crudos del Internet profundo—, pero nunca se siente derivativa. Carlstrom crea algo genuinamente fresco, que aunque difícil de catalogar, resuena con lecturas múltiples y sobrevive gracias a su apuesta por la irreverencia, el desorden y el absurdo con corazón.

¿Y el final? Abruptamente perfecto

Sin spoilers: el cierre de la novela puede parecer abrupto, como si alguien hubiera arrancado la última página de golpe. Pero en este absurdo tejido de acontecimientos, el final resulta natural, casi poético. Hay cierta dosis de consuelo ahí, una sensación de que, de algún modo, las piezas cayeron donde debían. Aunque sea en un suelo lleno de vidrio roto y vómito existencial.

Una lectura provocativa para tiempos cada vez más inciertos

Con su debut, Zee Carlstrom parece decirnos que la literatura no siempre debe ser impecable ni heroica. A veces, simplemente tiene que ser honesta, sucia, incómoda y, sobre todo, profundamente humana. En un mundo que desmorona sistemas y desafía identidades, Carlstrom recoge esas ruinas y construye una novela que no solo entretiene, sino que deja cicatrices visibles. Y de esas, las más honestas, son siempre las más necesarias.

“Make Sure You Die Screaming” ya está disponible bajo el sello Flatiron Books.

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Este artículo fue redactado con información de Associated Press