Doug Tallamy y la revolución silenciosa de las plantas nativas

Cómo un entomólogo logró cambiar la manera en que vemos nuestros jardines y su rol en la conservación del planeta

Doug Tallamy, profesor de entomología en la Universidad de Delaware, ha pasado más de dos décadas impulsando un cambio de mentalidad que podría ser clave para frenar la crisis de biodiversidad. Su mensaje es claro, directo y transformador: la naturaleza comienza en tu jardín.

¿Quién es Doug Tallamy?

Doug Tallamy saltó a la fama tras publicar en 2006 el libro Bringing Nature Home, que se convirtió en un referente dentro del movimiento por las plantas nativas en Estados Unidos. Su trabajo parte de una observación simple pero reveladora: los insectos nativos han evolucionado junto a las plantas del lugar, por lo tanto, sólo pueden alimentarse y desarrollarse de manera efectiva con ellas.

Cuando Tallamy y su esposa Cindy se mudaron a una casa en Oxford, Pennsylvania, descubrieron que su terreno de 10 acres estaba cubierto de plantas invasoras originarias de Asia. El resultado fue evidente: la vida silvestre prácticamente desapareció. Desde entonces, Doug se dedicó a restaurar el ecosistema en su propiedad introduciendo especies nativas.

El resultado fue asombroso: 62 especies de aves comenzaron a anidar en su propiedad, junto a 1,337 especies de polillas, fundamentales para alimentar a las aves jóvenes. Este “renacimiento ecológico”, según Tallamy, es prueba irrefutable de que cuando se restaura el hábitat, la vida silvestre regresa.

Un jardín puede cambiar el mundo

La visión de Tallamy se sintetiza en una premisa revolucionaria: cada propiedad tiene el potencial de convertirse en un mini-reserva de biodiversidad. Y este concepto se materializó en el proyecto Homegrown National Park, un parque nacional descentralizado, donde cada ciudadano contribuye restaurando su patio trasero, jardín, balcón o área verde inmediata.

No es sólo tarea de conservacionistas o biólogos. Todos tenemos responsabilidad en la lucha contra la pérdida de biodiversidad”, asegura Tallamy.

El césped: símbolo de estatus VS. amenaza ecológica

Uno de los principales obstáculos para la restauración ecológica es el fetiche cultural con el césped. En Estados Unidos, el césped ocupa alrededor de 50 millones de acres, equivalente al área del estado de Georgia, y es el cultivo más irrigado del país, más que el maíz o el trigo.

Sin embargo, como explica Tallamy, el césped no aporta absolutamente nada al ecosistema: no fija carbono, no retiene agua, no alimenta animales, no sirve a los polinizadores, ni crea hábitat alguno.

Lejos de promover la eliminación total del césped, propone reducirlo estratégicamente. “Usa pasto donde caminas, donde juegan los niños o donde realmente lo necesitas”, afirma. “Pero devuélvele al ecosistema el resto del jardín con plantas que cumplan una función.”

Plantas clave para salvar el ecosistema

A través de su investigación, Tallamy identificó las especies vegetales más efectivas en restaurar redes tróficas —es decir, las relaciones alimenticias entre organismos—. A estas las llama plantas 'clave de bóveda', porque son fundamentales para sostener al sistema completo.

Entre los árboles con mayor impacto se encuentran:

  • Robles (Quercus spp.): esenciales en el 84% de los condados de EE. UU.
  • Álamos nativos (Populus spp.): óptimos en zonas más áridas.
  • Saúcos y sauces (Salix spp.): útiles para climas fríos.
  • Cerezos y ciruelos nativos (Prunus spp.): importantes a nivel nacional.

En cuanto a plantas herbáceas y flores perennes:

  • Solidago (vara de oro)
  • Helianthus (girasol perenne)
  • Symphyotrichum (áster nativo)

“Incluso plantar una sola de estas especies en una maceta ya es un acto de restauración”, destaca Tallamy.

La gran desconexión: ciencia y jardinería

Una de las preocupaciones de Tallamy es lo poco que el público general sabe de ecología: “No podemos esperar que la gente se preocupe por lo que no entiende”, comenta.

Su nuevo libro How Can I Help? responde a 499 preguntas frecuentes que ha recibido en sus conferencias, abordando desde conceptos básicos de selección natural y biodiversidad, hasta cómo planear un jardín ecológico en un condominio urbano.

Además, rompe con mitos como:

  • “Jardinar con nativas es dejar crecer maleza”
  • “Perderás valor de propiedad”
  • “Los jardines nativos son feos o desordenados”

Según estudios, los jardines diseñados con criterio ecológico no sólo retienen más agua y carbono, sino que fomentan el bienestar psicológico en humanos (Frontiers in Psychology, 2019).

La importancia de lo invisible

Una faceta menos conocida del trabajo de Tallamy gira en torno a lo que ocurre bajo los árboles, literalmente: el ciclo vital de los insectos que habitan en árboles como los robles depende del suelo bajo su follaje.

Las orugas que viven en esas copas eventualmente bajan para pupar en el suelo. Si ese suelo está compactado por caminatas o cortadoras de césped, mueren. Por ello, propone usar coberturas vegetales alrededor del árbol que no se pisen o, mejor aún, desarrollar pequeñas islas de vegetación.

Estamos matando sin saberlo el siguiente eslabón de la cadena alimenticia”, alerta Tallamy. “La solución no cuesta dinero ni esfuerzo considerable; basta con dejar de dañar sin necesidad.”

¿Y si todos participamos?

El proyecto de Homegrown National Park cuenta con mapas interactivos que muestran en tiempo real las áreas donde ciudadanos han registrado su plantación de especies nativas. Más de 17,000 personas ya han participado, y el movimiento sigue creciendo.

No necesitamos esperar que el gobierno lo haga, ni depender de ONGs. Podemos comenzar hoy mismo desde casa”, argumenta Tallamy. “Cada insecto que regresa a tu jardín es una victoria.”

Una revolución con raíces profundas

Doug Tallamy ya no se considera sólo un científico, sino un activista de la vida cotidiana. Ha logrado unir ciencia, educación y jardinería en un movimiento inclusivo que pone la salud del planeta en manos de cualquiera con un poco de tierra, interés y voluntad de cambio.

Y quizás, lo más transformador de su mensaje no es lo que dice como científico, sino lo que transmite como ciudadano comprometido:

“Si esperamos que otros solucionen el problema, no habrá solución. Pero si todos actuamos en nuestro metro cuadrado de tierra, no hará falta esperar.”
Este artículo fue redactado con información de Associated Press