Ken Paxton vs. John Cornyn: ¿Guerra civil dentro del Partido Republicano de Texas?
La candidatura al Senado de Ken Paxton desafía el liderazgo tradicional y promete una de las primarias más virulentas de 2026
Un duelo que reconfigura el mapa político texano
La política en Texas acaba de estallar con la entrada de Ken Paxton, actual fiscal general del estado, en la carrera por el Senado de Estados Unidos. Su anuncio de retar al senador republicano John Cornyn en las primarias de 2026 abre una batalla campal entre dos visiones muy diferentes del Partido Republicano: el ala tradicional versus el ala trumpista radical.
“Estoy postulado para el Senado de EE.UU. para luchar por la agenda del presidente Trump y golpear con un mazo al establishment de Washington”, escribió Paxton en su cuenta de X. Un claro mensaje que dibuja un parteaguas no solo en la política texana, sino también en la estrategia nacional del GOP.
Paxton: de acusado a aspirante senatorial
Ken Paxton no es precisamente un político ajeno a la controversia. De hecho, su carrera ha estado plagada de escándalos legales desde hace casi una década. Ha enfrentado:
- Cargos por fraude de valores desde 2015
- Investigación del FBI por presunto soborno
- Un histórico juicio político en 2023 del cual fue absuelto en el Senado de Texas
A pesar —o quizá gracias— a estos desafíos, Paxton se ha consolidado como un símbolo de la derecha dura en Estados Unidos, especialmente por su activismo judicial contra las políticas del presidente Joe Biden. Saltó a la palestra nacional cuando lideró la demanda para anular los resultados electorales de 2020, un movimiento apoyado por más de 100 congresistas republicanos pero rechazado por la Corte Suprema.
John Cornyn: voz moderada en el ocaso
Frente a Paxton se encuentra John Cornyn, senador desde 2002, exlíder adjunto de Mitch McConnell y figura del establishment conservador. Cornyn ha sido reconocidamente eficaz para recaudar fondos y colaborar en legislación bipartidista, elementos que lo han consolidado en la cúpula del Senado, pero que le han ganado resentimiento entre las bases más conservadoras.
Cornyn perdió recientemente su intento por liderar al GOP en el Senado, resultado que muchos interpretan como el debilitamiento de su influencia. La cereza del pastel fue su crítica moderada a Donald Trump, sugiriendo que podría no ser el mejor candidato republicano en 2024. Para los fieles al trumpismo, esa fue una herejía.
Política de identidad: armas, aborto y derechos trans
Paxton aprovechó los temas más conflictivos de la agenda republicana para posicionarse. Ha impulsado investigaciones contra clínicas que brindan tratamientos de afirmación de género a menores trans y ha tomado medidas judiciales contra abortos incluso cuando la ley federal parecía proteger ciertos procedimientos.
También atacó directamente a Cornyn por su rol en la aprobación de una ley bipartidista de control de armas en 2022, tras la masacre de Uvalde, Texas. La legislación que impulsó Cornyn incluye:
- Verificaciones fortalecidas de antecedentes
- Procesos más rigurosos contra vendedores no licenciados
- Fondos para salud mental juvenil
Paxton y aliados lo señalan como una traición a la Segunda Enmienda, pese a que amplios sectores del electorado la percibieron como una mínima respuesta ante una tragedia nacional.
El factor Trump y la lucha por el alma del partido
Donald Trump aún no ha respaldado oficialmente a Paxton, pero todo indica que lo hará. Ambos mantienen una relación cercana, y Paxton ha sido uno de sus más leales defensores.
The Guardian resume esta dinámica: “Paxton ha construido su perfil enfrentando a Biden tanto en política ambiental, como inmigratoria y social, convirtiéndose en la punta de lanza del trumpismo judicial”.
La pugna con Cornyn se convierte así en una batalla entre el “viejo” GOP de reciprocidad institucional y acuerdos pragmáticos, contra una nueva generación que apuesta por la confrontación, el nacionalismo cultural y el aparato de redes conservadoras.
¿Puede Paxton ganar?
¿Tiene posibilidades reales Paxton ante Cornyn? La respuesta es compleja. Cornyn tiene el respaldo del Senado ahora, pero la política texana ha cambiado.
De acuerdo con una encuesta de The Texas Tribune de octubre de 2023:
- El 47% de los votantes republicanos tiene una opinión favorable de Paxton.
- El 29% tiene una opinión desfavorable de Cornyn.
- Paxton lidera en popularidad dentro del Tea Party y entre republicanos menores de 45 años.
Además, goza de una infraestructura nacional de donantes y comunicadores conservadores, sin mencionar su capacidad para movilizar bases religiosas y frustradas por las "élites republicanas".
¿Y si el juicio no lo debilitó?
Uno de los giros más interesantes ha sido cómo los escándalos judiciales no minaron la imagen de Paxton, sino que lo fortalecieron ante su base. “Vieron la persecución política como una validación de que está haciendo lo correcto”, señaló un analista político a CNN.
Incluso después de que cuatro de sus más cercanos asesores lo denunciaron por presunto soborno, y tras pagar $6.6 millones por una demanda laboral, la narrativa dentro del ala dura fue de mártir, no de corrupto.
¿Un Texas laboratorio de la lucha nacional?
Lo que ocurre en Texas será un microcosmos de la lucha ideológica que atraviesa al Partido Republicano. Si Paxton logra destronar a una figura como Cornyn, será visto como una señal inequívoca: el trumpismo llegó para quedarse.
Mientras tanto, los próximos años estarán marcados por una campaña despiadada, en la que redes sociales, super-PACs, iglesias evangélicas y medios de derecha jugarán un papel crucial.
Este choque no es solo por un escaño; es por el proyecto político conservador de los próximos 20 años.