La presencia de soldados chinos en Ucrania: ¿un nuevo capítulo en la expansión del conflicto?

La captura de combatientes chinos al servicio de Rusia desata preguntas sobre el papel de Beijing en la guerra y sus consecuencias geopolíticas

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Por: Redacción Internacional

Una revelación que sacude el tablero internacional

La reciente declaración del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy confirmó que dos ciudadanos chinos han sido capturados mientras combatían junto al ejército ruso en la región oriental de Donetsk. Esto constituye la primera evidencia concreta de la participación directa de ciudadanos chinos en el conflicto armado más relevante de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

El mandatario ucraniano declaró durante una conferencia de prensa en Kiev, acompañado por el primer ministro belga Bart De Wever, que el incidente ocurrió cerca de Tarasivka y Bilohorivka, donde seis combatientes chinos se enfrentaron a las tropas ucranianas. Dos de ellos fueron tomados prisioneros. Para Zelenskyy, se trata de "una señal alarmante" que parece confirmar que China podría estar convirtiéndose en el tercer país en apoyar militarmente al Kremlin tras Irán y Corea del Norte.

¿Neutralidad china en entredicho?

Hasta ahora, Beijing había desempeñado un papel ambiguo. Aunque China ha brindado apoyo económico y diplomático a Rusia desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022, siempre se había mantenido oficialmente al margen en cuanto al envío de armamento o personal militar. Esta situación parece estar cambiando.

“Hemos solicitado explicaciones inmediatas a Pekín”, declaró Zelenskyy. Aunque no hay evidencia de que el gobierno chino haya enviado tropas de forma oficial, esta situación, si se confirma como parte de una estrategia encubierta, podría tener implicaciones severas para la ya tensa relación entre China y Occidente.

Un patrón emergente: la internacionalización del conflicto

Los dos soldados chinos capturados no son casos aislados. Ucrania asegura tener pruebas de que hay un número "significativamente mayor" de combatientes chinos luchando bajo la bandera rusa. Si bien tanto Rusia como Ucrania permiten la participación de extranjeros en sus fuerzas armadas, la presencia de ciudadanos de potencias globales como China o Corea del Norte añade capas preocupantes a la dimensión geopolítica del conflicto.

Previamente, Ucrania había capturado soldados norcoreanos combatiendo en la región de Kursk. Irán, por su parte, ha suministrado drones suicidas utilizados en ataques masivos sobre ciudades ucranianas, como Kiev y Odesa.

¿Mercenarios o soldados regulares?

Una de las preguntas más difíciles de responder gira en torno a la naturaleza de los combatientes. ¿Se trata de mercenarios, voluntarios independientes, o están directamente conectados con las Fuerzas Armadas de la República Popular China? En ausencia de datos verificados públicamente, los analistas de inteligencia especulan con que podrían estar actuando de forma similar a los operativos enviados por Corea del Norte.

Según analistas como Nico Lange, del Center for European Policy Analysis (CEPA), "no hay señales de tregua en el horizonte. Por el contrario, todo indica una fase de escalada a medida que llega la campaña de primavera-verano".

China y la ambigüedad estratégica

Desde el estallido de la guerra, China ha respaldado retóricamente la soberanía de los Estados, pero también ha sostenido estrechas relaciones económicas con Rusia. En 2023, el comercio bilateral alcanzó cifras récord, superando los 240.000 millones de dólares, según cifras oficiales chinas.

Beijing ha evitado imponer sanciones a Moscú, insistiendo en que mantiene una posición neutral incluso luego de las masacres en Bucha o los bombardeos sobre infraestructura crítica. Sin embargo, la revelación de presencia militar china en el terreno cambia la narrativa.

Un nuevo eje antioccidental

Al sumar a Corea del Norte, Irán y ahora a combatientes chinos, el Kremlin parece estar reforzando un nuevo "eje militar informal" con los pocos aliados que le quedan, desafiando la hegemonía militar de la OTAN. Para Ucrania, esto representa un nuevo frente que complica aún más su defensa.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso no ha emitido comentarios específicos sobre los soldados chinos, centrándose en cambio en la preparación de nuevas conversaciones con delegaciones estadounidenses en Estambul. Según Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, estas conversaciones buscarían normalizar relaciones diplomáticas bilaterales.

¿Qué puede hacer Occidente?

La respuesta de Washington y Bruselas a este suceso podría definir el siguiente paso en la guerra. Con la ayuda militar estadounidense sufriendo obstáculos legislativos internos y una fatiga creciente en ciertos sectores del electorado europeo, la revelación de apoyo chino directo puede servir tanto como catalizador como factor de división.

Una posibilidad es la imposición de nuevas sanciones a empresas chinas que estén colaborando con el esfuerzo bélico ruso de forma indirecta, algo que ya se ha sugerido desde el Parlamento Europeo.

Antecedentes históricos: ¿una nueva guerra fría?

La implicación de grandes potencias en guerras por proxy remite inevitablemente al siglo XX. La Guerra de Corea (1950-1953) y la de Vietnam (1955-1975) fueron arenas de confrontación indirecta entre EE. UU. y China, la URSS o sus aliados. Ahora, en 2024, Ucrania se ha convertido en ese nuevo teatro geopolítico.

Los expertos señalan que si China avanza hacia un involucramiento militar más sistemático, podríamos estar frente a la internacionalización irreversible del conflicto ucraniano.

Zelenskyy, entre la resiliencia y la advertencia

El presidente ucraniano volvió a insistir en la importancia del apoyo occidental. “Esta guerra no es solo por nuestra tierra, sino por los principios de todo el mundo libre”, sentenció. En el mismo acto, agradeció a Bélgica por su apoyo y pidió mayor unidad en la defensa de Ucrania, advirtiendo que las “dictaduras se coordinan mejor que las democracias”.

Por último, instó a la comunidad internacional a esclarecer los límites del involucramiento chino: “Lo que está en juego va mucho más allá de nuestras fronteras”, advirtió.

¿Cómo reaccionará China?

Por ahora, el gobierno chino no ha emitido reacción formal sobre la detención de sus ciudadanos en Ucrania. Analistas especulan que podría intentar minimizar el asunto, como ha hecho anteriormente con temas controvertidos. Sin embargo, si se presentan pruebas contundentes, Pekín deberá tomar una postura, bajo riesgo de financieras represalias internacionales o crisis diplomática con socios europeos.

En un mundo interconectado, la filtración de soldados chinos en el campo de batalla podría marcar un punto de inflexión. La guerra que comenzó como un intento de control regional puede estar convirtiéndose, poco a poco, en el conflicto global más significativo del siglo XXI.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press