Los entrenadores campeones también caen: ¿una crisis de confianza en las bancas de la NBA?

Cuatro de los seis técnicos que ganaron títulos en las últimas temporadas ya no tienen empleo. ¿Qué está pasando en una liga donde ni el éxito garantiza la continuidad?

Por qué ganar ya no basta en la NBA

Tradicionalmente, ganar un campeonato en la NBA significaba blindaje, reconocimiento y longevidad en el puesto. Ya no. En las últimas temporadas, los despidos de figuras como Michael Malone, Mike Budenholzer, Frank Vogel, Monty Williams o Mike Brown han encendido las alarmas sobre una tendencia preocupante: el éxito ya no asegura la sobrevivencia.

Michael Malone, quien llevó a los Denver Nuggets al campeonato en 2023, fue despedido con tan solo tres partidos restantes en la temporada 2024-25. Así, se convirtió en el cuarto técnico de los últimos seis campeones en perder su puesto, sumándose a un club donde ganar no evita el despido.

Una cifra que estremece

Desde que Gregg Popovich asumió el cargo de entrenador de los San Antonio Spurs en 1996, se han producido más de 302 cambios de entrenador en la NBA. Esto promedia más de 10 cambios por franquicia fuera de San Antonio durante este período. Popovich se ha mantenido en su cargo mientras alrededor, las bancas se convierten en asientos eyectables.

En este sentido, Erik Spoelstra (Miami Heat) y Popovich son las excepciones en una liga donde la rotación constante parece ser la norma. Spoelstra, actual segundo técnico con más años consecutivos en su cargo, expresó recientemente:

“Esa es la dura realidad de esta profesión. Tener estabilidad es un lujo que muy pocos podemos darnos.”

Campeones despedidos: una tendencia ominosa

Veamos los casos más relevantes de los últimos años:

  • Michael Malone (Denver Nuggets, campeón en 2023): Despedido en 2025.
  • Mike Budenholzer (Milwaukee Bucks, campeón 2021): Despedido en 2023.
  • Frank Vogel (Los Angeles Lakers, campeón 2020): Despedido en 2022.
  • Nick Nurse (Toronto Raptors, campeón 2019): Despedido en 2023.

De este grupo, solamente Steve Kerr (Golden State Warriors) y Joe Mazzulla (Boston Celtics, campeón 2024) mantienen sus puestos hasta el momento. Mazzulla, por su parte, confesó vivir con la ansiedad diaria del despido:

“Me levanto todos los días pensando que podría ser mi último día.”

Ni el premio al «Entrenador del Año» salva

Lo que antes era un símbolo de respaldo institucional, hoy parece ser más una señal de alerta. Cinco de los últimos siete ganadores del premio al Entrenador del Año han sido despedidos:

  • Mike Brown (Kings, 2023): Despedido en la temporada siguiente.
  • Monty Williams (Suns, 2022): Despedido un año después.
  • Taylor Jenkins (Memphis, segundo en votación 2022): Despedido en marzo 2025.

Incluso Tyronn Lue, actual entrenador de los Clippers y campeón con Cleveland en 2016, ironizó:

“Ya sabes lo que dicen ahora... no ganes un campeonato, no ganes el Entrenador del Año, o te despiden en dos años.”

¿Qué hay detrás del fenómeno?

Esta tendencia responde a múltiples factores, algunos estructurales y otros sintomáticos del momento actual de la NBA.

1. Propietarios impacientes y millonarios

La NBA actual convive con una generación de dueños millonarios, ansiosos por resultados inmediatos y dispuestos a pagar cláusulas millonarias con tal de encontrar respuestas rápidas. Como señaló Steve Kerr:

“Aunque ganemos más que nunca, los dueños están cómodos con pagar los contratos para despedirnos. Los anillos no compran futuro.”

2. Exigencias mediáticas y redes sociales

La presión mediática y el escrutinio constante hacen que los entrenadores convivan en un ambiente de tensión permanente. Una mala racha puede amplificarse en redes sociales y forzar decisiones precipitadas.

3. El peso del desarrollo de jóvenes

Franquicias como Memphis, Charlotte u Orlando apuestan por jóvenes y quieren ver progresos inmediatos. La labor formativa del técnico se espera casi sin margen de error. El desarrollo lento no es tolerado.

La paradoja de la NBA moderna: resultados + espectáculo

Un factor cada vez más determinante es que el técnico no solo deba ganar, sino hacerlo con estilo. El público y los dueños exigen victorias que también entretengan. Esto genera una presión dual compleja.

El caso de Michael Malone en Denver lo ejemplifica bien: a pesar del título, un juego más físico y limitado en espectáculo en comparación a otros equipos lo pudo haber puesto en desventaja narrativa.

¿Qué piensan otros entrenadores?

La comunidad técnica reaccionó en bloque ante el despido de Malone. Tom Thibodeau (Knicks) expresó con tristeza:

“Fue decepcionante. He conocido a Michael durante décadas. Su trabajo fue fenomenal.”

Rick Carlisle, actual presidente de la Asociación Nacional de Entrenadores, fue más técnico:

“No hay fórmulas. Lo de Brown, Malone, Jenkins... todos eran proyectos excelentes. Hoy sigo tratando de entender los criterios.”

Jamahl Mosley (Magic) resaltó que “esto viene con el territorio”, mientras que Doc Rivers (Bucks) fue contundente:

“Lo que pasó en Memphis y Denver es una falta de respeto. No tiene sentido. Siempre buscan al culpable, y el primero es el técnico.”

La NBA como reflejo del mundo corporativo

La cultura laboral de la NBA se ha mimetizado con la del mundo empresarial moderno: resultados a corto plazo, meritocracia volátil, y evaluación constante. El entrenador, como el CEO, puede llevar a su equipo a la cima y aún así ser reemplazado a los pocos meses si las sensaciones no son suficientes.

Mientras tanto... en la cancha

En medio de estos despidos y sacudidas institucionales, la NBA sigue vibrando con partidos como el reciente Magic vs Hawks, donde Paolo Banchero brilló con 33 puntos y 10 rebotes, y Orlando dominó 119-112 a pesar del esfuerzo de Onyeka Okongwu (30 puntos, 14 rebotes).

O el choque de Grizzlies y Hornets, donde Ja Morant volvió tras un día enfermo con una actuación estelar (28 puntos), aunque el partido estuvo marcado por la peligrosa caída de Jaylen Wells tras una falta de K.J. Simpson. Wells fue retirado en camilla y hospitalizado, un sombrío recordatorio de los riesgos del deporte.

Sin embargo, aún con todas estas historias, la pregunta sigue siendo: ¿Qué se espera hoy de un entrenador en la NBA para mantenerse en su puesto?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press