Primavera peligrosa en la MLB: Las lesiones que sacuden la rotación de abridores
Entre el frío, la fatiga y el alto rendimiento exigido, los brazos de varios ases comienzan a resentirse mientras sus equipos maniobran ante un calendario implacable
La primavera en las Grandes Ligas de Béisbol suele ser un periodo de esperanza, nuevos comienzos y proyecciones optimistas. Sin embargo, la temporada 2025 ha comenzado con una preocupante tendencia: los lanzadores abridores estelares están cayendo como piezas de dominó. En un lapso de horas, tres equipos distintos vieron a sus ases salir de sus presentaciones por molestias físicas o bajo rendimiento, encendiendo las alarmas e intensificando la presión que ya de por sí recae sobre sus inmortales brazos.
Pablo López: Preocupación en Minnesota
El as de los Minnesota Twins, Pablo López, abandonó su apertura del martes frente a los Kansas City Royals en la parte baja de la quinta entrada tras una aparente lesión en la pierna derecha. López se sujetó la parte posterior de la misma tras ceder una base por bolas al infielder Jonathan India. El manager Rocco Baldelli y el trainer Nick Paparesta no tardaron mucho en decidir sacar al derecho venezolano.
Hasta ese momento, López había lanzado 4 2/3 entradas, con 78 lanzamientos, permitiendo apenas una carrera sucia, tres hits, una base por bolas y seis ponches. Su dominio se notaba hasta la interrupción, pero todo quedó en suspenso cuando salió cojeando levemente hacia el dugout.
“Pablo ha sido constante para nosotros,” dijo Baldelli tras el partido. “Saber que algo lo molestó es preocupante, porque no es alguien que salga por cualquier dolor.”
Paul Skenes: De rugido a susurro en PNC Park
En otra noche gélida, esta vez en Pittsburgh, el flamante Novato del Año de la Liga Nacional, Paul Skenes, vivió su actuación más complicada desde que ascendió a las Mayores. Frente a los St. Louis Cardinals, Skenes fue sacudido por cinco carreras —un récord personal— y vio su ERA elevarse de 1.46 a 3.44.
El joven de 22 años permitió seis hits en cinco entradas, incluyendo un triple de dos carreras de Victor Scott II y un sencillo impulsador de Brendan Donovan. A pesar de acumular siete ponches y lanzar 63 de sus 98 lanzamientos en strike, su comando fue irregular, y el frío, con temperaturas de 38 °F y sensación térmica de 20 °F, pareció afectarle. Solo en su carrera contra los Cardinals, Skenes ya acumula un récord de 0-3.
“No encontré el ritmo. Tuve algunos buenos lanzamientos, pero cuando fallé, me castigaron.”, comentó el prometedor derecho tras el duelo.
Zach Eflin: Esperanza entre la incertidumbre
Quien también encendió las luces rojas fue Zach Eflin, abridor de los Baltimore Orioles, luego de salir de su apertura contra los Arizona Diamondbacks debido a fatiga en el hombro. Aunque el resultado preliminar es tranquilizador —Eflin se sintió mejor al día siguiente y aún se esperan los resultados de la MRI—, en la organización no quieren correr riesgos.
El derecho, de 30 años, lanzó 6 entradas permitiendo solo una carrera, con 73 lanzamientos. Sin embargo, su velocidad disminuyó notablemente en el sexto inning, lo que motivó que él mismo informara a su manager y fuera sustituido.
“Es muy alentador que no haya dolor hoy y que se sienta bien. Pero no vamos a jugarnos un mes de baja por forzar una entrada más,” declaró Brandon Hyde, manager de los Orioles.
Cabe destacar que Eflin fue crucial el año pasado tras su llegada desde Tampa Bay con un sólido ERA de 2.60 en nueve aperturas. Su posible baja se suma a la reciente pérdida del relevista Albert Suárez por una lesión también en el hombro, que lo mantendrá fuera al menos dos meses.
Frío de primavera: ¿el gran enemigo invisible?
Muchos fanáticos se preguntan por qué en los primeros compases del calendario los abridores parecen más propensos a las lesiones. Una de las variables más mencionadas por jugadores y expertos es la combinación de baja temperatura con la alta exigencia física del pitcheo moderno.
El Dr. James Andrews, médico del deporte reconocido por operar a decenas de pitchers de MLB, siempre ha alertado:
“Lanzar una pelota de béisbol a más de 90 mph es una de las tareas fisiológicamente más agresivas del deporte. Hacerlo en ambientes fríos incrementa el riesgo de daño muscular o tendinoso.”
En efecto, en juegos disputados con temperaturas bajo los 50 °F (10 °C), se ha observado un aumento significativo en lesiones de hombros y codos. Este patrón no ha cambiado, y con estadios al aire libre en Pittsburgh, Kansas City o Chicago, abril y parte de mayo son una trampa física para los lanzadores.
Cuando el bullpen también se agota
No solo los abridores están bajo presión. Estos incidentes anticipados obligan a los managers a cambiar su estrategia y confiar más en bullpens que no siempre están listos para asumir tantas entradas tan temprano en el año.
Equipos como Baltimore, Minnesota y Pittsburgh podrán recurrir a relevistas de brazos frescos, pero a largo plazo, cada día sin tu as abre la puerta a una racha perdedora. Más aún si tus principales rivales divisionales ajustan su juego mientras tú batallas con rotaciones remendadas.
Por ejemplo, los Twins estaban en franca competencia en la Central con Cleveland y Detroit, y la figura de Pablo López era clave. Likewise, los Orioles pelean en una AL Este saturada de talento con Yankees y Blue Jays pisan fuerte. Perder a Eflin, aunque solo sea por una o dos salidas, complica la rotación.
El arte de lanzar y la fragilidad del cuerpo humano
Estas situaciones reafirman que en el béisbol moderno, donde cada pitch se analiza, cada rotación se mide con algoritmos y cada brazo vale millones, sigue existiendo un elemento crucial que ninguna inteligencia artificial o plan de acondicionamiento puede controlar: la naturaleza humana.
Los ases como López, Skenes y Eflin son gladiadores modernos, cuyos cuerpos se exprimen al límite apenas comienza la primavera. Se entrena para ello, pero no se es inmune. Y mientras las bases tiemblan, los equipos miran al cielo, a los trainers, a los miércoles de descanso... o al bullpen con desesperación.
“La temporada es larga, pero si pierdes abril, estás cuesta arriba todo el año,” dijo una vez el legendario Tony La Russa. Abril no da campeonatos, pero puede costarlos.
La lluvia de lesiones en esta etapa temprana quizá obligue a replantear las estrategias de carga de trabajo, los tiempos de acondicionamiento e, incluso, replantearse si ciertos calendarios en climas fríos siguen teniendo sentido en un deporte que cada vez exige más y más... hasta que un músculo, un tendón o una articulación dice basta.