Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 marcarán un antes y un después para la igualdad de género

Por primera vez en la historia, habrá más atletas mujeres que hombres compitiendo en unos Juegos Olímpicos. El fútbol femenino lidera el cambio.

Un paso histórico: las mujeres lideran en Los Ángeles 2028

El Comité Olímpico Internacional (COI) ha anunciado una decisión sin precedentes que transformará el paisaje del deporte mundial: por primera vez en la historia, habrá más atletas mujeres que hombres compitiendo en los Juegos Olímpicos. Este hito se alcanzará en Los Ángeles 2028, y será posible gracias, en gran parte, a una medida audaz relacionada con el fútbol femenino.

La noticia fue confirmada el pasado miércoles durante una reunión de la junta ejecutiva del COI, celebrada en Lausana (Suiza), bajo la presidencia conjunta de Kirsty Coventry, quien se convertirá en junio en la primera mujer presidenta del organismo en sus 131 años de historia. Un gesto simbólico y potente que refuerza la intención de avanzar hacia una verdadera equidad de género en el deporte.

Más equipos femeninos que masculinos en el fútbol olímpico

Uno de los cambios más llamativos es que, por primera vez, el torneo olímpico de fútbol femenino incluirá 16 selecciones nacionales, superando así en número a la rama masculina, que se reducirá a 12 equipos (desde los 16 actuales). Esto invierte por completo la relación que ha existido desde hace décadas. En París 2024, por ejemplo, habrá 16 conjuntos masculinos y solo 12 femeninos.

Esta decisión no solo representa un ajuste numérico: implica un reconocimiento formal a la creciente calidad, visibilidad e impacto del fútbol femenino. Como señaló Kit McConnell, director de deportes del COI: “El mensaje de igualdad de género es realmente esencial para nosotros. Agradecemos a Los Ángeles 2028 por apoyar esta visión. Es parte central de su concepto.”

El largo camino hacia la paridad

El torneo de fútbol femenino hizo su debut olímpico en Atlanta 1996 con apenas 8 equipos, la mitad de los 16 equipos masculinos. Solo en 2008, durante los Juegos de Beijing, se alcanzaron los 12 equipos. Mientras tanto, el torneo masculino se mantuvo constante con 16 elencos desde Moscú 1980.

Una diferencia notoria entre ambos torneos es la disponibilidad de las estrellas: mientras que las selecciones femeninas suelen contar con sus mejores jugadoras, en el torneo masculino muchas veces los clubes no ceden a sus figuras, debido a conflictos de calendario. Esto se traduce en torneos olímpicos con jugadores sub-23 para la categoría masculina, mientras que el fútbol femenino cuenta con sus equipos senior completos.

Incluso grandes figuras como Kylian Mbappé han tenido que ausentarse, como ocurrió en París 2024, por decisiones contractuales con su nuevo club, el Real Madrid.

Una cuota femenina que lidera la estadística

Gracias a todos estos cambios, la participación femenina en Los Ángeles 2028 será del 50.7%, frente al 49.3% masculina. En cifras, se espera la participación de 5,333 mujeres y 5,167 hombres. Aunque la brecha se reduce levemente si se incluyen los deportes de adición especial (como el cricket, flag football y lacrosse), el liderazgo femenino permanece firme.

Estos tres deportes —al ser incorporaciones recientes al programa olímpico— agregan un total de 698 atletas más: 322 mujeres y 376 hombres. Aun así, el número total se mantendrá dentro del límite de sostenibilidad acordado por el COI y los organizadores.

Otros avances en paridad de género

Además del fútbol, hay otras disciplinas que han contribuido a esta nueva realidad:

  • Waterpolo: Se agregaron dos equipos femeninos, elevando el total a 12, igualando al torneo masculino por primera vez.
  • Boxeo: Se añadió una categoría femenina adicional, alcanzando 7 eventos, la misma cifra que en la rama masculina.
  • Eventos mixtos: Tendremos pruebas con equipos mixtos en golf, atletismo (relevo 4x100), gimnasia artística, tenis de mesa, tiro con arco y remo costero.

En total, se disputarán 351 competencias por medallar: 161 femeninas, 165 masculinas y 25 mixtas. Una configuración que marca un récord olímpico en cuanto a variedad y equilibrio.

Kirsty Coventry: una líder con historia

El avance de la equidad de género en los Juegos Olímpicos no puede analizarse sin destacar a Kirsty Coventry, la exnadadora olímpica de Zimbabue que está a punto de asumir la presidencia del COI.

Ganadora de 7 medallas olímpicas, Coventry es símbolo del liderazgo deportivo femenino. Desde hace una década ha impulsado medidas dentro del COI para abrir espacio a más atletas, entrenadoras y ejecutivas mujeres.

Al asumir el cargo en junio de 2025, sucederá al veterano Thomas Bach, quien ha sido su mentor. Su nombramiento no solo tiene valor simbólico, sino que representa un cambio estructural en las dinámicas del COI.

FIFA e Infantino: presionando por igualdad

También es justo mencionar el papel activo del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien durante la reciente reunión de la UEFA en París abogó públicamente por equiparar el número de equipos en el fútbol femenino olímpico.

Infantino ha reiterado varias veces que el fútbol femenino debe tener un lugar igualitario: “Es un deporte global que ya no se puede considerar inferior en nada. La calidad, la pasión y el espectáculo son del mismo nivel.”, afirmó en una entrevista reciente.

La reacción en el mundo del deporte

Las reacciones no se han hecho esperar. Varias atletas, equipos e incluso gobiernos han celebrado la medida. La futbolista estadounidense Megan Rapinoe escribió en redes sociales: “¡Finalmente! Tantos años luchando para demostrar que merecemos el mismo respeto y espacio.”

Y no es para menos. La final del Mundial Femenino 2023 entre Inglaterra y España fue vista por más de 2 mil millones de personas en todo el mundo, superando ampliamente finales de torneos masculinos de categoría sub-20 o la Copa América.

Una nueva era olímpica

Todo indica que Los Ángeles 2028 será una edición inolvidable. No solo por su puesta en escena en una de las ciudades más dinámicas del planeta, sino porque será la primera vez que las mujeres ocupen el centro de la narrativa deportiva global.

Este cambio de paradigma llega en un momento de transformación para los Juegos Olímpicos. En un contexto donde se revisan presupuestos, sostenibilidad y legado urbano, la equidad de género se convierte en un pilar fundamental del renacimiento olímpico.

El deporte femenino no quiere —ni debe— ser celebrado solo como símbolo de inclusión. Su presencia y éxito en competencia son pruebas contundentes de su impacto y relevancia. Como señaló una vez Billie Jean King: “La igualdad no trata de tener un asiento en la mesa. Se trata de reorganizar la mesa.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press