Los White Sox sumidos en su peor inicio: una tragedia que no deja de crecer
Entre récords negativos, lesiones imprevistas y derrotas dolorosas, el equipo de Chicago parece condenado a revivir su pesadilla del 2024
Por segunda temporada consecutiva, los Chicago White Sox están viviendo un arranque que raya en lo trágico. Tras terminar 2024 con 121 derrotas —el peor registro de Grandes Ligas desde 1900—, el equipo del sur de Chicago aspiraba a redimirse en 2025. Pero a solo 11 juegos de comenzado el calendario, los augurios son aún peores. Con marca de 2 victorias y 9 derrotas, múltiples lesiones clave y una ofensiva estancada, la franquicia se sumerge en una tormenta de proporciones históricas.
Una racha que revive los peores fantasmas
La derrota más reciente, un ajustado 3-2 frente a los Cleveland Guardians, fue también la séptima consecutiva para Chicago. Más allá del marcador, el desenlace fue cruel: Mike Tauchman, quien recién regresaba de una lesión, fue el último out al intentar empatar el juego en la novena entrada. Tras conectar un sencillo productor, Miguel Vargas envió a Tauchman rumbo al home, pero el jardinero se resintió de su pierna al doblar por tercera base y fue puesto out tras un tiro desde el jardín izquierdo.
“Es desafortunado, obviamente. Esperamos que Mike esté bien”, dijo el mánager Will Venable en la rueda de prensa posterior. “Seguimos recopilando información para saber qué tenemos”.
El calvario de las lesiones no se detiene
A la situación de Tauchman se sumó la de otros dos titulares:
- Andrew Benintendi —el mejor bateador del equipo en este arranque— fue colocado en la lista de lesionados (10 días) por una distensión en el aductor izquierdo.
- Korey Lee salió lesionado en la sexta entrada tras torcerse el tobillo izquierdo intentando regresar a la primera base.
Benintendi lideraba a los White Sox en promedio de bateo (.290), bases totales (15) e impulsadas (seis), además de compartir el liderato de cuadrangulares (2). “Es una pieza clave de nuestra ofensiva. Vamos a extrañarlo mucho”, admitió Venable.
Lee, por otro lado, se lesionó en una jugada insólita: tras un intento de pickoff, su pie se resbaló al volver a pisar la base, y fue revirado y eliminado poco después. Afortunadamente, los rayos X fueron negativos, aunque sigue en evaluación médica.
Una ofensiva sin rumbo
Los problemas no terminan con las lesiones. La producción ofensiva del club es, sencillamente, inexistente. Tras la derrota ante Cleveland, los White Sox ostentan un promedio colectivo de .202, el tercero más bajo de todas las Grandes Ligas.
“Estamos teniendo turnos de calidad, pero no se traducen en resultados. Hay un proceso detrás y confiamos en que dará frutos”, reflexionó Venable, tratando de encontrar una luz al final del túnel.
Un dato que ilustra el desastre
Cleveland logró vencer a Chicago en dos juegos consecutivos conectando tres o menos hits en cada uno. Es la primera vez en los 125 años de historia de los White Sox que pierden juegos consecutivos permitiendo tan pocos hits. Además, según Baseball Reference, los Guardians son el primer equipo desde los Rockies de 1995 que gana dos partidos seguidos con tres hits o menos.
Steven Kwan, el jardinero izquierdo de Cleveland que participó en la jugada final del juego del miércoles, comentó: “Vi que el jugador estaba frenando. No quieres ver a nadie lesionarse, pero tenías que actuar”.
El peso de la historia
Desde 1900, solo los New York Mets de 1962, en su primera temporada como franquicia, han sido comparables a los White Sox de 2024 y 2025. Aquellos Mets terminaron con récord de 40-120, un porcentaje de .250. Pero Chicago va camino a superar —o igualar— esas cifras con creces si la tendencia continúa: el ritmo actual proyecta poco más de 30 victorias en la temporada.
Y mientras los White Sox buscan evitar una campaña aún más desastrosa, sus rivales de división como los Guardians, Twins y Royals están mostrando señales de consolidación.
¿Crisis de profundidad o malos fichajes?
La fragilidad del roster de los Sox es más evidente que nunca. Salvo pocas excepciones como Benintendi y Tim Anderson (cuando está sano), el plantel carece de profundidad ofensiva y versatilidad defensiva. La dependencia de jugadores propensos a lesiones y un picheo sin contundencia plantea la pregunta: ¿hay un problema fundamental en la planeación deportiva?
Muchas críticas apuntan a la gerencia general. Desde 2022, la franquicia no ha tenido una reconstrucción clara ni un proyecto de juventud consolidado. El sistema de ligas menores tampoco ha producido figuras de impacto en recientes temporadas.
La esperanza, una palabra cada vez más lejana
Por ahora, lo único que parece consolar al aficionado es que la temporada apenas empieza. Pero cada derrota refuerza una narrativa fatalista que ya aplastó la moral del vestuario en 2024. Y con cada nuevo lesionado, se reduce la probabilidad de una recuperación significativa.
El drama que rodea hoy a los White Sox no es simplemente deportivo, sino también emocional. El béisbol es un juego de fallos, pero pocas veces esos fallos se encadenan de forma tan constante, cruel y reiterativa como lo vive este club. Si el 2024 fue un infierno, el 2025 parece dispuesto a llevarlos más profundo aún.
— ¿Cambiará la suerte en los próximos días o esta es apenas la antesala de una debacle histórica?