Max Fried y los Yankees frenan la racha de Detroit en un duelo de pitcheo de alto nivel

Con una joya monticular de Fried y un jonrón de Ben Rice, los Yankees evitan la barrida ante los Tigres y cierran con drama un partido memorable

Una épica batalla entre compañeros de secundaria

El béisbol nos regala historias únicas cada temporada, pero pocas tan personales y emocionantes como la que se vivió este miércoles en el Comerica Park de Detroit. Max Fried, lanzador zurdo de los New York Yankees, protagonizó un duelo épico desde la lomita contra su ex compañero de secundaria, Jack Flaherty, hoy pieza clave en la rotación de los Tigers. Ambos se formaron en Harvard-Westlake High School en Los Ángeles, una fábrica de talento para las Grandes Ligas.

En esta ocasión, Fried se llevó los reflectores lanzando siete entradas en blanco, permitiendo solo cinco hits y ponchando a 11 bateadores, demostrando por qué es considerado uno de los brazos más sólidos de la Liga Americana. Fue una actuación majestuosa que permitió a los Yankees cortar una racha negativa de tres derrotas consecutivas y evitar la barrida ante unos enrachados Tigres.

Fried domador en la lomita

El zurdo Max Fried (1-1) no solo lanzó con control milimétrico, sino con un temple que recordó a sus mejores días en la rotación de Atlanta, ahora luciendo el uniforme rayado del Bronx. Su total de 11 ponches quedó a solo dos de su marca personal, alcanzada en junio de 2023 ante los Red Sox en Fenway Park.

Fried dominó con su curveball y una recta que osciló entre las 93 y 95 millas por hora, evitando conexiones fuertes y trabajando con soltura frente a una alineación de Detroit que venía promediando 5.2 carreras por partido en su racha de cinco victorias. Como dato clave, lanzó 68% de sus 104 lanzamientos como strikes, una eficiencia notoria que marcó la diferencia.

Ben Rice rompe el cero con un batazo clave

El partido se mantuvo en cero hasta la séptima entrada, un reflejo de la intensidad del duelo y de la calidad de ambos cuerpos de pitcheo. Fue entonces cuando el joven receptor Ben Rice conectó un jonrón de dos carreras ante Tyler Holton, un sinker a 90 millas que terminó más alto de lo deseado y que Rice aprovechó con potencia hacia el jardín derecho-central.

Rice, quien apenas suma 13 partidos en las Grandes Ligas, ha respondido con productividad y poder. Este cuadrangular, su segundo del año, tuvo una distancia estimada de 415 pies y sirvió para romper el hielo en un encuentro tenso y cerrado.

Aaron Judge y su instinto asesino en momentos claves

Poco después, Aaron Judge extendió la ventaja con un doble impulsador de dos carreras en la novena entrada, producto de un error del segunda base Colt Keith que mantuvo viva la ofensiva. Judge ya suma 17 carreras impulsadas esta temporada, y sigue demostrando por qué fue el MVP de la Liga Americana en 2024.

“Este es el tipo de partido que necesitamos para volver al camino ganador. Max estuvo increíble, Ben dio el batazo clave y al final cerramos con carácter,” comentó Judge tras el encuentro.

Detroit respondió con drama en la novena

Pero los Tigres no se iban a rendir con facilidad. En la parte baja del noveno, la ofensiva de Detroit se activó frente al cerrador Devin Williams, que ha tenido un inicio de temporada algo irregular. Con dos outs y las bases llenas, un lanzamiento descontrolado permitió la primera carrera de los Tigers. Luego, Zach McKinstry conectó un sencillo impulsador de dos carreras que encendió las alarmas y dejó el marcador 4-3.

Fue entonces cuando Mark Leiter Jr. entró al rescate y, con nervios de acero, obligó a Justyn-Henry Malloy a un elevado al jardín derecho que puso fin al peligro y selló su primer salvamento del año. Los Yankees celebraron aliviados en el campo, pues no solo evitaron la barrida, también demostraron que tienen la capacidad de reaccionar cuando más lo necesitan.

Flaherty estuvo a la altura, pero el bullpen no lo ayudó

Jack Flaherty cumplió a cabalidad su labor como abridor, lanzando 5 1/3 entradas con nueve ponches, cuatro boletos y solo tres hits permitidos. A pesar de no tener decisión, su actuación demostró que está alcanzando nuevamente ese nivel que lo convirtió en una promesa con los Cardinals hace unos años.

Holton, quien permitió el jonrón de Rice, cargó con la derrota (1-1), reflejando lo delgada que puede ser la línea entre la victoria y la derrota en partidos de esta índole.

El dato curioso: 27 ponches combinados

Si algo caracterizó este partido fue la habilidad de los lanzadores para dominar desde el montículo. En total, Yankees y Tigers se combinaron para 27 ponches, cifra que muestra la tendencia actual del béisbol hacia juegos más centrados en el pitcheo y menos en el contacto.

Además, fue un juego que tardó poco más de tres horas con ritmo pausado y emocionalmente intenso, donde cada turno al bate era una batalla táctica entre lanzador y bateador.

Situación de cada equipo tras el juego

  • Yankees: Rompen una racha de tres derrotas y mejoran su marca a 7-5. El siguiente rival serán los San Francisco Giants, a quienes reciben en el Yankee Stadium.
  • Tigers: Ponen fin a una racha de cinco victorias consecutivas y caen a 8-4 en el año. Viajan ahora a Minneapolis para enfrentar a los incómodos Minnesota Twins.

Un duelo que se vivió como una final

Este juego no fue solo una muestra de pitcheo de élite, sino también una narrativa que mezcló el pasado (dos amigos formados juntos en la secundaria), el presente (una batalla de estrategias y resistencia) y un futuro esperanzador para ambos conjuntos.

Max Fried dejó claro que puede ser el as que los Yankees necesitan para llegar lejos en octubre. Con actuaciones como esta, Nueva York se reafirma como uno de los favoritos en la Liga Americana, mientras Detroit muestra que tiene una joven base talentosa que puede competir con cualquiera.

Próximos desafíos

Habrá que ver si Nueva York puede mantener esta inercia positiva y evitar los bajones ofensivos que le han acechado en las últimas series. Por su parte, los Tigres buscarán mantener su agresividad ofensiva y consistencia en el bullpen, dos puntos clave si quieren aspirar a postemporada.

El béisbol, una vez más, nos regala partidos que parecen guiones de película. Y cuando los protagonistas son dos viejos amigos luchando por la victoria frente a miles de personas, la historia solo se vuelve más inolvidable.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press