Travis Hunter: el unicornio del draft de la NFL que desafía las reglas del juego
El fenómeno de Colorado quiere triunfar como receptor y esquinero al mismo tiempo en la NFL — y todo apunta a que lo logrará
Un talento generacional que divide a los cazatalentos
En el universo incesante del fútbol americano, la búsqueda del próximo talento generacional se ha convertido en una obsesión para los equipos de la NFL. Sin embargo, hay ocasiones en las que un jugador rompe todos los esquemas establecidos. Ese es el caso de Travis Hunter, quien se perfila como uno de los nombres más intrigantes del venidero draft.
Hunter, producto de Colorado bajo la tutela del icónico Deion Sanders, está revolucionando la forma en la que se evalúa a los prospectos. ¿Por qué? Porque no solo se está proyectando como uno de los mejores receptores del fútbol americano universitario, sino también como el mejor esquinero de la nación. En un deporte cada vez más especializado, la versatilidad de Travis Hunter es considerada por muchos como Durante su tiempo con Colorado, Hunter dejó estadísticas que cimientan su candidatura como un jugador único. A la ofensiva, capturó 96 pases para 1,258 yardas y 15 touchdowns. En defensa, registró 35 tacleadas, 11 pases defendidos y 4 intercepciones. Todo esto, durante una temporada en la que jugaba snaps de manera regular tanto al ataque como a la defensa. Este tipo de producción ambos lados del balón es prácticamente inédita en la era moderna del fútbol universitario. Su desempeño no pasó desapercibido, y fue galardonado no solo con el Heisman Trophy, sino también con el Chuck Bednarik Award al mejor jugador defensivo y el premio al jugador del año otorgado por prensa especializada. Lo más interesante del caso Hunter es que nadie sabe con certeza en qué posición jugará en la NFL, ni siquiera él mismo. Durante una entrevista reciente confesó: "Algunos equipos me llevan primero a las reuniones ofensivas, otros me mandan con los entrenadores defensivos". La realidad es que los equipos están evaluando a Hunter como si fueran dos prospectos distintos, uno ofensivo y uno defensivo. Algunos lo consideran el mejor receptor disponible, otros creen firmemente que como esquinero puede ser un jugador de calibre All-Pro. Estos elogios no son exageraciones superficiales: los equipos han visto todo lo que necesitan ver. Y aunque Hunter se saltó las pruebas físicas del Combine y no ha realizado entrenamientos individuales en campamentos de equipos, su participación en el Colorado Pro Day fue suficiente para sellar su estatus de élite. Uno de los grandes interrogantes sobre Hunter es si su cuerpo podrá resistir el desgaste físico de jugar ambos lados del campo semana a semana en la NFL. Las dudas no son infundadas. La liga es exigente física y mentalmente, y maestros del pasado han fallado en mantener la consistencia en roles duales. “Solo tengo que ver si mi cuerpo me lo permite”, admitió Hunter. “Hago mucho tratamiento para mantenerme al día, así que estoy preparado.” Pero Hunter no tiene miedo al reto. Como dice con soltura: “No me siento único, me siento una persona normal con la habilidad de hacer cosas especiales.” En la historia reciente, se puede contar con los dedos cuántos jugadores han intentado con éxito desempeñarse en roles ofensivos y defensivos. El caso más citado es el del mismísimo Deion Sanders, quien fungió tanto como esquinero como receptor ocasional, además de regresar despejes. Pero ni siquiera Sanders acumuló las cifras de Hunter en una sola temporada. Otra mención honorable incluye a Julian Edelman, quien en sus primeros años contribuyó como esquinero en los New England Patriots, o Champ Bailey en Georgia, que también destacó en ofensiva y defensa, pero una vez en la NFL se especializó. El universo de jugadores “two-way” ha sido históricamente ortodoxo, y por eso mismo, la expectativa que rodea a Hunter es tanto anhelo como escepticismo. Algunos gerentes generales suspiran por usarlo en ambos lados, pero otros temen que usarlo así lo consuma. Fuera del campo, Hunter también se está abriendo camino con decisiones inteligentes. Recientemente firmó un acuerdo con Snickers que combina sus famosas barras de chocolate con helado — un guiño sutil al “doble rol” que él espera tener: ofensiva e defensa, chocolate y helado. Este tipo de asociaciones comerciales con marcas tan grandes no son comunes en jugadores universitarios que aún no pisan la NFL. Demuestra el valor de Hunter no solo como atleta, sino también como imagen pública. Todo apunta a que Hunter será una de las tres primeras selecciones en el draft. Y mientras los Tennessee Titans evalúan tomar al mariscal de campo Cam Ward como primera elección, eso podría dejar la puerta abierta para que los Cleveland Browns, con la segunda selección, tomen a Hunter. Pero sin importar dónde acabe, la gran interrogante será: ¿mantendrán los equipos el riesgo de convertirlo en el primer “two-way superstar” de la era moderna? En una liga que premia la especialización, construir un plan de juego que permita un número suficiente de snaps en ataque y defensa al mismo jugador requerirá un compromiso estructural — horas extra de estudio, planificación física y sobre todo, mucha fe en Hunter. Finalmente, lo que convierte a Travis en una joya aún más preciada y atípica no es únicamente su habilidad técnica, su explosividad o su conocimiento táctico, sino su actitud madura y consciente. Hunter no presume. Habla como alguien que sabe lo que cuesta llegar a la cima, pero que también confía en que su potencial puede cambiar la historia. En sus declaraciones no hay soberbia, pero sí determinación. “Tengo algo que probarme a mí mismo”, confesó. “Creo que he mejorado cada año que he jugado, así que espero seguir haciéndolo. Pero honestamente, mis expectativas para mí mismo son más altas que las de todos los demás.” Travis Hunter se perfila como algo inédito. Y si logra lo que se propone — dominar en ofensiva y defensa — no solo se establecerá como un jugador franquicia, sino también como una figura que podría redefinir cómo vemos el fútbol americano en su era moderna. En cualquier equipo que lo elija, una cosa es segura: el espectáculo está garantizado.Números que impresionan en ambos lados del balón
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“¿Cornerback o receptor? La respuesta es sí. Puede jugar ambos y eso lo hace especial. Lo vemos más como receptor, pero definitivamente puede cumplir en los dos lados.”
“Lo que ha hecho es algo que realmente no hemos visto en el fútbol actual. Es un talento especial.”
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