Katy Perry apunta al espacio: Astrofísica, empoderamiento femenino y una nueva frontera
La estrella pop se alista para un histórico vuelo con Blue Origin junto a un grupo de mujeres pioneras, mientras explora la ciencia, la maternidad y su misión de inspirar a nuevas generaciones
La nueva misión de Katy Perry: ir más allá de los escenarios
Katy Perry, icono del pop mundial y autora de himnos como "Roar" y "Firework", está a punto de escribir un nuevo capítulo en su carrera: uno no relacionado con el espectáculo musical sino con el vasto y silencioso espacio exterior. A sus 40 años, Perry se unirá a un grupo exclusivo de mujeres que participará en una misión especial de Blue Origin, la empresa aeroespacial de Jeff Bezos. ¿El objetivo? Un viaje de 10 minutos al espacio a bordo del cohete New Shepard.
Lejos de ser una simple aventura turística, esta misión representa múltiples avances: la primera tripulación compuesta únicamente por mujeres en la historia de la compañía, un fuerte mensaje de empoderamiento femenino, y un paso simbólico hacia una participación más inclusiva en los viajes espaciales comerciales.
Katy Perry y la fascinación por las estrellas
Durante los últimos meses, mientras ensaya para su próxima gira mundial, Perry ha estado dedicando sus noches a la ciencia. Escuchar “Cosmos” de Carl Sagan en audiolibro y devorar páginas sobre la teoría de cuerdas se convirtió en su rutina nocturna. "Siempre me han interesado la astrofísica, la astronomía, la astrología y las estrellas. Estamos hechos de polvo estelar", declaró la cantante desde su sala de ensayo en Ontario, California.
Este interés no surgió por casualidad. Su incursión en el mundo científico es parte de un proceso de preparación psicológica para el vuelo. Perry se dispone a vivir una experiencia transformadora y quiere comprender, al menos a grandes rasgos, la ingeniería y el esfuerzo humano que hacen posible semejante hazaña.
Un equipo de pioneras: más que celebridades
La misión, organizada por Blue Origin, contará con una tripulación compuesta por:
- Lauren Sánchez: Piloto de helicóptero, periodista y prometida de Jeff Bezos. Fue ella quien eligió a las demás tripulantes.
- Gayle King: Reconocida periodista y presentadora estadounidense.
- Aisha Bowe: Ex científica de cohetes de la NASA, hoy CEO de una firma de ingeniería.
- Amanda Nguyen: Científica investigadora y activista de derechos humanos. Fue nominada al Nobel de la Paz.
- Kerianne Flynn: Productora de cine e impulsora de proyectos filantrópicos.
- Katy Perry: Reina del pop, madre, artista y ahora también, exploradora espacial.
Este grupo representa una diversidad de edades, disciplinas y experiencias que subrayan cómo el espacio ya no está reservado exclusivamente para astronautas de traje blanco. Blue Origin ha abierto las puertas para que las mujeres lideren y conquisten nuevas alturas.
Pioneras en el espacio: un salto más hacia la igualdad
Desde que Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio en 1963, la presencia femenina en el cosmos ha sido limitada. Menos del 11% de todas las personas que han viajado al espacio han sido mujeres. Esta cifra ha comenzado a cambiar lentamente, pero aún queda un largo camino.
"Estoy emocionada de que ese número pueda ser más equitativo después de este vuelo", expresó Katy. "Y me siento como diciendo: ‘¡Ponme en la alineación, coach!’".
Blue Origin ha realizado ya 10 vuelos tripulados desde su debut en 2021, cuando el propio Jeff Bezos voló con su hermano en el primer viaje de la compañía. El vuelo de Perry y compañía será el número 11, y sirve no solo como una demostración tecnológica, sino como una declaración de intenciones.
¿Turismo de élite o avance real?
La misión ha recibido críticas. Recientemente, la actriz Olivia Munn cuestionó el enorme costo y la aparente superficialidad de estos vuelos turísticos, calificándolos como espectáculos excesivos. Blue Origin no reveló quién está pagando la factura del vuelo del 20 de mayo, ni se sabe si Perry fue invitada o si financió su lugar.
Sin embargo, Perry insiste en el valor simbólico de esta misión. Asegura que su participación busca inspirar a futuras generaciones, especialmente a niñas: "Estoy haciendo esto por la generación siguiente. Para inspirar a tantas personas diferentes, pero especialmente a las niñas, para que digan: ‘yo también iré al espacio en el futuro’. Sin limitaciones".
De madre a astronauta: el poder de la energía femenina
Convertida en madre de Daisy, su hija de 4 años con el actor Orlando Bloom, Perry confiesa que la maternidad la ha transformado profundamente. "Desbloqueé una energía divina femenina cuando tuve a mi hija. Me hizo subir de nivel. Ser madre te obliga a crecer con un poder especial. Uso esa energía para avanzar", explicó.
Daisy ha acompañado a su madre en varios ensayos. Según Perry, verla crecer y absorber el ambiente artístico y ahora científico en el que se desenvuelve su madre, forma parte de lo que considera su legado personal.
Entre estrellas reales y líricas
Hay algo casi poético en la idea de que la intérprete de “E.T.” y “Firework” —ambas ampliamente relacionadas con imágenes de estrellas y el universo— esté por emprender su propio viaje al espacio. En varias ocasiones, Perry ha recurrido a la imaginería celestial en su música para hablar de empoderamiento, intensidad emocional y transformación. Ahora, esas imágenes se convertirán en experiencia tangible.
Es un guiño no solo a la coherencia estética de su carrera, sino a su evolución como artista y como ser humano en constante exploración.
¿Cuál es el próximo paso para Katy Perry?
Tras este histórico vuelo, Perry continuará su gira mundial, aunque dejó entrever que las experiencias vividas en el espacio probablemente se filtrarán en su música y en su visión artística. Ha mencionado su interés en la ciencia, la tecnología y la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), y no se descarta que se involucre con iniciativas educativas sobre el espacio.
“Estoy fascinada por la ingeniería. Estoy emocionada por comprender mejor las matemáticas y todo lo necesario para hacer esto posible. Quiero aprender más sobre STEM”.
Sin dejar de ser una figura pop inconfundible, Perry está viviendo un raro y refrescante cruce entre el arte y la ciencia; un testimonio de cómo la curiosidad, el deseo de aprender y el coraje de salir de la zona de confort pueden mover montañas… o en este caso, cruzar atmósferas.
Un vuelo, mil mensajes
La misión de Katy Perry y sus compañeras tiene múltiples lecturas: una celebración del poder femenino, una crítica constructiva a la exclusividad del turismo espacial, y una llamada de atención sobre la brecha de género en disciplinas como la ciencia y la tecnología. Más allá de los titulares brillantes, el momento representa una conexión emocional e histórica con lo que significa tener sueños grandes y atreverse a realizarlos.
Por primera vez desde 1963, un grupo de mujeres se lanza al espacio unidas, no como astronautas tradicionales, sino como ciudadanas del mundo con un propósito. Quizá, como diría Perry citando a Carl Sagan, “todos venimos de las estrellas”. Pero ella ha decidido regresar, aunque sea por 10 minutos, para mirar atrás y decirle a la Tierra —y a todas las niñas que la miran—: “Tú también puedes volar”.