El ocaso de los Suns y la caída libre de los Wizards: ¿Fracaso o reconstrucción silenciosa?
Con la temporada 2024 llegando a su fin, equipos como Phoenix y Washington enfrentan preguntas existenciales: ¿reingeniería o caos prolongado?
Los Suns y su temporada para el olvido: ¿fin de una era?
Los Phoenix Suns han sido, durante la última década, uno de los equipos más mediáticos de la NBA. Tras llegar a las Finales en 2021 y formar un 'superteam' con Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal, las expectativas para 2024 eran altísimas. Sin embargo, los números no mienten: récord de 36-45, eliminados de la postemporada y una racha final de temporada de 2 victorias en los últimos 10 juegos. Es un colapso que muchos no vieron venir, pero que puede explicarse desde varios ángulos.
Durant fuera, Booker solo en la batalla
La lesión de Durant (tobillo) terminó por cerrar cualquier esperanza. Su ausencia en los dos últimos juegos fue simbólicamente el cierre de una temporada donde su impacto, aunque estadísticamente sólido, no se tradujo en resultados. Con un Booker promediando 24.6 puntos en los últimos 10 partidos, el esfuerzo individual no basta cuando el equipo promedia apenas 107.6 puntos, permitiendo, en cambio, 123.4 por partido. La defensa simplemente no existe.
Beal, por su parte, no ha logrado ser el complemento que se esperaba. Sus 17 puntos por partido lo colocan como un secundario discreto en un equipo que necesitaba una segunda espada.
Sacramento y la lucha por mantenerse vivos
Del otro lado de la cancha, los Sacramento Kings también viven una crisis de identidad. A pesar de tener una de las ofensivas más estéticas bajo la dirección de Mike Brown y el rendimiento siempre eficiente de Domantas Sabonis (19.1 puntos y 6 asistencias por juego), su récord de 39-42 los tiene en la cuerda floja.
Con una marca elevada de field goal (47.7%) y un juego colectivo respetable (26.4 asistencias por juego), los Kings aún dependen demasiado de actuaciones individuales, y su pobre desempeño divisional (4-11) pesa más de lo esperado.
Philadelphia y el derrumbe total
Podemos hablar de decepciones, pero pocos casos son tan escandalosos como el de los Philadelphia 76ers. Con un récord de 24-57 y una racha de 7 derrotas como local, ningún centro de gravedad parece haberse formado en el equipo. A las lesiones (notablemente Joel Embiid y Tyrese Maxey fuera por el resto de la temporada) se suman constantes cambios de alineación y una falta total de cohesión.
En los últimos 10 partidos, los 76ers han promediado 106.7 puntos y han permitido 116.5. No hay creación ofensiva, ni estructura defensiva. Quentin Grimes y Jared Butler han intentado asumir el protagonismo, pero ese esfuerzo ha sido insuficiente. Apenas una victoria en 10 encuentros lo confirma.
Chicago, el único faro en la oscuridad
En un mar de inconsistencias, los Chicago Bulls han logrado mantenerse algo más estables. Con un récord decepcionante (38-43) pero terceros en la conferencia Este en puntos por partido (117.8), su ofensiva sigue dando razones para creer. Coby White y Nikola Vucevic han sostenido al equipo en la recta final, ganando 7 de sus últimos 10 juegos.
White promedia 20.6 puntos y Vucevic 16.7 puntos y 8.9 rebotes. Son números respetables que, sin embargo, podrían quedar en nada si nuevamente se rozan los play-ins sin capitalizar.
Miami Heat: el arte de sobrevivir
El Miami Heat es un equipo tan camaleónico como resiliente. A pesar de su récord negativo (37-44), están dentro del play-in y han ganado 7 de sus últimos 10 juegos. Bam Adebayo y Tyler Herro han elevado su nivel, especialmente Herro, que promedió 24.5 puntos en ese tramo. Cabe destacar que vencieron a los Pelicans 153-104, una de las mayores diferencias en la temporada.
Pero la historia del Heat no ha estado exenta de controversias: el gesto de Herro intentando un triple en los últimos segundos ante los Bulls, bajando el balón solo sin defender, ha dejado preguntas sobre la toma de decisiones del joven escolta.
Washington Wizards: tocando fondo sin llegar al fin
Los Wizards, con un ridículo récord de 17-64, han encadenado otra temporada para olvidar. Han perdido 8 de los últimos 10 juegos permitiendo 120 puntos por partido mientras que solo anotan 102.7. La reconstrucción luce estancada, sin un jugador real de franquicia o un plan visible. Muchos han depositado esperanzas en jóvenes como Alex Sarr (13 puntos y 6.5 rebotes de promedio), pero el hueco es profundo.
El problema va más allá del talento: es falta de identidad, de liderazgo dentro y fuera de la cancha. Una franquicia sin alma, arrastrándose por el calendario con más penas que glorias.
¿Reestructuración o simple fracaso sin plan?
Hay algo que une a muchos de estos equipos: la inconsistencia en la planificación. Mientras franquicias como Oklahoma City Thunder o Orlando Magic avanzan en sus reconstrucciones con propósito, otros como los Suns y Wizards parecen atrapados en apuestas fallidas que sacrificaron el presente y el futuro por promesas rotas.
Los números son claros, pero detrás de cada estadística hay decisiones. Definir si estamos ante fracasos momentáneos o a largo plazo dependerá de lo que las oficinas hagan en la agencia libre, el draft y, sobre todo, en su capacidad para renovar o redefinir su identidad.
La temporada 2024 se cierra con claros favoritos y decepciones sonoras. Pero si algo ha mostrado la NBA en su historia es que toda caída puede ser el primer paso para un resurgimiento. ¿Lo lograrán estos equipos? Lo sabremos en octubre.